El Túnez de la Cardinale

Ella misma lo anuncia: “Vengo de un lugar donde el sol anima los corazones y los cuerpos, donde la dulzura de vivir palpita al unísono con los paisajes y la calidad de las sonrisas”. La bella Claudia Cardinale es de Túnez, aunque siempre se la tuvo por italianísima. Lo cuenta en las páginas de su libro Mi Túnez, que la editorial Timeo presenta en la sede de la embajada francesa en España. El embajador, Bruno Delayo, ofrecerá esta noche una recepción en honor de la actriz. Mañana la actriz lo llevará a la Feria del Libro, que este año dedica edición a la cultura francesa. Al atardecer, la embajada de Túnez también agasajará a Claudia con una fiesta en su honor. Como una diva se merece.

La tunecina iba para maestra, aventurera o exploradora pero, muy a su pesar -cuanta en su libro- el destino se encaprichó de sus curvas, su intensidad y su mirada esquiva. El libro que ahora se presenta en sociedad es un recorrido textual y gráfico por los lugares de su infancia y juventud en el bello país africano. La chica se llamba por entonces Claude Joséphine Rose Cardinale y guardaba las formas estrictas de la herencia siciliana. Ahí empieza la historia.