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Letizia pisa fuerte
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Letizia pisa fuerte

La Princesa de Asturias ha encontrado la horma de su zapato, y nunca mejor dicho, en sandalias y en peep-toes, los ya conocidos como letizios. Si hay un

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Letizia pisa fuerte

La Princesa de Asturias ha encontrado la horma de su zapato, y nunca mejor dicho, en sandalias y en peep-toes, los ya conocidos como letizios. Si hay un complemento preferido por la princesa de Asturias esos son los zapatos, no cabe la menor duda. Para vestir de noche o de día, Letizia se asoma al mundo desde sus tacones de hasta 15 centímetros - regiamente protocolarios, ya que los tacones de la princesa tienen que medir entre ocho y 15 centímetros-  y se calza tales prodigios de zapatero para acortar distancias con la altura del Príncipe (ella mide 1,68 y don Felipe, 1,97). No es ni será la única que disimula diferencias de talla (por exceso o defecto) con el marido gracias a sus zapatos. Ahí está Carla Bruni que ha cambiado los stilettos por bailarinas para que Nicolás Sarkozy no parezca tan bajito a su lado. Todo por amor y protocolo, ambas dos. (Ver álbum).

El caso es que todo lo que se pone la futura reina provoca comentarios. Los últimos han corrido como la pólvora gracias a los zapatos de brocado negro y asta de toro que lució en la corrida de la Beneficencia, de la colección Markus Lupfer para Armand Bassi (unos 300 euros en los pies). Anteriormente, y en la misma línea, sorprendió el pasado verano con los zapatos-sandalias con antifaz y super plataformas de la misma firma. A algunas, los taconazos de este tipo pueden recordarles a los que calza la protagonista de 'Sexo en Nueva York'. Pero Carry se muere por Blahnik y Jimmy Choo y Letizia, no.

Nuestra princesa tiene gustos más nacionales, Pura López, Sara Navarro o Juan Antonio López. Doña Letizia, que ha evolucionado en sus gustos hacia un look más juvenil y desenfadado, ha ampliado su espectro y, además de los saloncitos Caprile, Varela o Domínguez, se pone diseños de Hugo Boss o Bassi. Desde los zapatos nupciales, encargados a la alicantina Pura López, hasta los de asta de toro de Las Ventas ha pasado un lustro cargado de moda. Lo cierto es que la levedad y fragilidad de su figura contrasta con los zapatos que suele llevar, bien armados, con tacon muy alto y plataformas de vértigo.

Viste sus pies de raso, de pitón, de tela, de charol... de glamour. A doña Letizia se le van los pies tras exquisitos zapatos con tacón altísimo. Cuando la Princesa encuentra uno a su gusto se lo manda hacer a pares en distintos colores para combinarlos con sus conjuntos. Su vestidor alberga las mismas sandalias de tiras en blanco, en morado y en nude y blanco, así como también modernos peep-toes con aberturas a los lados en gris y en rosa; otros con tiras cruzadas en naranja fuego y en dorado, pasando por los más clásicos con pulsera en azul noche y negro y los piel de serpiente en verde, negro y plata de Juan Antonio López. 

También gusta de los Luxax, una de las firmas favoritas de la Princesa, o de las alpargatas Castañer, de uso tan extendido. Este verano, por ejemplo, las creaciones de Magrit están siendo un básico en sus pies. Se debe sentir comodísima con ellos porque además llevan sus señas de identidad: tacón, peep-toe y plataforma. En marzo, la Princesa volvió a apuntarse a la tendencia marcada esta temporada con unos Magrit de altos tacones y plataforma, confeccionados en color ratón y combinados en dos tipos de tejido.

 

La Princesa de Asturias ha encontrado la horma de su zapato, y nunca mejor dicho, en sandalias y en peep-toes, los ya conocidos como letizios. Si hay un complemento preferido por la princesa de Asturias esos son los zapatos, no cabe la menor duda. Para vestir de noche o de día, Letizia se asoma al mundo desde sus tacones de hasta 15 centímetros - regiamente protocolarios, ya que los tacones de la princesa tienen que medir entre ocho y 15 centímetros-  y se calza tales prodigios de zapatero para acortar distancias con la altura del Príncipe (ella mide 1,68 y don Felipe, 1,97). No es ni será la única que disimula diferencias de talla (por exceso o defecto) con el marido gracias a sus zapatos. Ahí está Carla Bruni que ha cambiado los stilettos por bailarinas para que Nicolás Sarkozy no parezca tan bajito a su lado. Todo por amor y protocolo, ambas dos. (Ver álbum).