Carmen Lomana emprenderá acciones legales

Carmen Lomana se encuentra en México, donde acudió invitada por unos amigos al concierto que la soprano Sarah Brightman ofrecía en las ruinas mayas de Chichen Itzá. Allí, ajena a los comentarios que han aparecido tanto en prensa escrita como en televisión relativos al alquiler de su casa, no salía de su asombro ante las muchas llamadas recibidas. Los amigos y conocidos le explicaban que las fotos de su casa estaban colgadas en internet a la vista de todo el mundo.

“Me quedé asombrada con lo que me estaban contando porque es una atentado a mi intimidad. A mí nadie me ha pedido permiso y, por lo tanto, estoy estudiando con mi abogado los pasos a seguir. Estoy asustada porque ahora todo el mundo sabe cómo es mi casa”.

Según me explicaba en la conversación telefónica, “la inmobiliaria no tenía permiso para publicar nada ni me ha avisado de que tenía intención de hacerlo. Hace dos años quise cambiarme a un ático porque quería ver el cielo al levantarme, las estrellas al acostarme y plantar flores pero lo que ví no me gustó. Y con respecto a lo que me gustaba, me encontré con un problema: al medir la superficie, ésta no era lo suficientemente grande para mis muebles”.

Coincidiendo con la búsqueda del ático perfecto, Carmen aceptó la idea de unos amigos que le aconsejaron ofertar su casa en alquiler a través de una inmobiliaria de lujo. Así lo hizo. Aunque después cambió de parecer al no encontrar el refugio de sus sueños. “Durante estos dos años no me ha llamado nadie interesándose por el piso, con lo cual entiendo que la inmobiliaria dejó de anunciarlo cuando ya les dije que no me interesaba alquilarlo. Por eso me resulta extraño y no acabo de entender cómo se ha podido acceder a unas imágenes que se supone no deberían ser públicas”

Indignada, dice que "ahora sí que me tendré que cambiar de casa. Cuando vuelva a Madrid ya veré lo que hago. Punto y pelota”. Sólo le faltó añadir: ¿Me entiendes?, la frase mítica de Belén Esteban.