José Campos:"Luis Alfonso es un amigo más"

José Campos tiene la sana cualidad de tomarse las cosas con humor. Pese a que desde que está casado con Carmen Martínez Bordiú es protagonista habitual del colorín, sabe cómo encajar los golpes y los comentarios, que no siempre son agradables. Como buen marido, Campos apoya a su mujer en sus proyectos, aunque no siempre la acompañe en sus apariciones públicas.

El marido de la nieta de Franco comenta entre risas que si fuese por los rumores, en estos cinco años de relación -cuatro de matrimonio- ya se habría divorciado “unas diez veces”. De hecho, su relación parece ser todo lo contrario a una crisis continua, ya que asegura que “en cinco años no he discutido ni una sola vez con ella”.

Tanto tiempo sin intercambiar opiniones en un tono más alto hace que bromee diciendo: “Miedo me da, el día que discuta me parece que me cojo las maletas... o me pone las maletas y me voy fuera”. Ríe al pensar en todo lo que se ha dicho sobre su relación, pero responde con sinceridad, con amabilidad y sin remilgos cuando le preguntan por cómo cocina Carmen “¿Cocinar?” pregunta, “no me deja ni cocinar a mí. No la he visto hacer un huevo frito nunca”.

Pese a esta sequía en los fogones, tiene un listado de cuáles son los ingredientes perfectos en cualquier relación. Para él se trata del respeto y el esfuerzo por llevarse bien. “El amor y la pasión están ahí, el día que se pierdan se acaba. Eso no se puede perder” comenta el cántabro, que añade que él y Carmen Martínez Bordiu lo tienen “desde el primer día”.

Cuando le preguntan, cuenta que el más pasional de los dos es, sin duda, él. “Ella ya está de vuelta de todo, yo soy más joven tengo más entusiasmo”, dice. Aún así, Carmen le aporta otras cosas. “Me ha hecho adelgazar once kilos, pero igual me quito otros ocho” comenta entre risas.

Debido a ese carácter bromista, no está muy claro si habla en serio o es simplemente una chanza cuando asegura que la razón para querer adelgazar es que “la tele engorda e igual me meto ahí a trabajar un poquitín”. Dice, de nuevo en tono jocoso, que ve “a Mariñas y toda esta gente y me dan envidia. Estoy todo el día viéndolo en casa y digo: ‘Quiero estar ahí’”. Y sentencia: “Carmen hace mojitos y yo hago televisión”.

Entre tanta broma, también hay sitio para la familia. Ahora que Luis Alfonso de Borbón va a volver a convertir a Bordiu en abuela, él asegura que ella está “muy contenta y yo también. Algo mío serán”.

Aunque siempre se ha hablado de la relación que mantenía con Alfonso de Borbón, asegura que “se lleva muy bien con todos”, aunque en un principio entre ellos existiera una cierta tirantez. Reconoce que en los comienzos, conocer a Luis Alfonso “era lo que más tensión me creaba”.

Comenta que “era normal que de repente él dijera: ‘Mi madre que hace con este’. Como yo lo entendía y hubiese actuado igual que él, le respeto muchísimo. Hablamos mucho por teléfono”. Asegura que para él ahora el hijo de su mujer es “un amigo más”, aunque asegura que con Luis Alfonso “tengo conversaciones que no tengo ni con mis amigos”. Entre los temas a tratar destaca el fútbol, “porque él es del Madrid y yo del Barça”, dice Campos con una sonrisa antes de despedirse. Parece que, pese a la rumorología, en casa de Bordiu reina la paz y la concordia.