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Un día a solas con Tomás Gómez, el Obama de Parla
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Un día a solas con Tomás Gómez, el Obama de Parla

¿Cómo es un día en la vida de un candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid? ¿Qué música suena en su coche oficial mientras

Foto: Un día a solas con Tomás Gómez, el Obama de Parla
Un día a solas con Tomás Gómez, el Obama de Parla

¿Cómo es un día en la vida de un candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid? ¿Qué música suena en su coche oficial mientras se desplaza de un mitin a otro? ¿Qué lugar ocupan en sus preocupaciones las impresiones que la gente tenga sobre él? Vanitatis ha pasado un día con Tomás Gómez, que mañana se batirá en duelo con Trinidad Jiménez en las elecciones primarias del Partido Socialista de Madrid.

Suena el despertador. Todavía no son las siete de la mañana. Comienza para Tomás Gómez (Enschede, Países Bajos, 1968) una dura jornada de trabajo. Con el albor del día, vislumbra desde su cama las entrevistas, los mítines, los encuentros con las plataformas de apoyo y demás actos que le esperan. Aun así, se levanta sin rechistar.

Los madrugones forman parte del guión que le ha tocado interpretar. Se ducha, se acicala tan sólo lo justo y se deja olvidada, a propósito, la corbata en el vestidor de su casa de Parla, bastión de su aliciente. El actual presidente del Partido Socialista de Madrid y candidato a las elecciones primarias para la presidencia de la Comunidad, en la que gobierna la temida ‘dama de hierro’ Esperanza Aguirre, pertenece a esa estirpe de políticos que prefiere no llevarla si no es necesario, que acude en metro al trabajo y de los que gana mucho más en las distancias cortas, frente a frente con el ciudadano.

Los jueves por la mañana son sagrados para Tomás Gómez. Nadie puede hablar con él. Deja de ser político para convertirse en profesor de la Universidad Carlos III de Madrid. Cancela las entrevistas y los diferentes actos que puede tener programados, porque prefiere evitar problemas con el Rectorado de su Facultad. La honestidad y la humildad son sus fuertes según quienes le conocen y le acompañan durante la campaña: un total de doce miembros fijos, que le asesoran desde que se pusiera al frente del cargo hace tres años, y centenares de colaboradores que lo mismo recaudan fondos para el Partido, que llegan tarde al trabajo por terminar de colocar el atrezzo del puño con la rosa roja.

Pregunta: ¿Qué significa para usted la política?
Respuesta:
Me implico para conseguir objetivos colectivos, porque creo en unos valores que pienso que puedo cambiar.

Desayuno en Telecinco

Son las ocho y cuarto. El alcalde más votado de la historia de España llega a las instalaciones de Telecinco para someterse a las preguntas del presentador Hilario Pino sin nada en el estómago. A comienzos de la campaña, solía hacer cinco comidas al día, aunque ahora reconoce que, con tanto ajetreo, ha bajado el nivel de exigencia culinaria. Eso sí, tanta presión no le ha hecho encontrar el alivio efímero ni en el tabaco ni en la copa de vino que algunos toman, según dicen, por prescripción médica. Él no es de esos. Por varias razones.

Es hipertenso. De ahí que cuide extremadamente todo lo que come y bebe. Los refrescos bajos en azúcar son los que le permiten tomarle el pulso al día, aunque su paso por los informativos matinales de la cadena de Vasile se resume en un vaso de zumo de naranja y alguna pieza de bollería industrial, lo que no parece ser muy sano para las arterias. Le han maquillado. Poco. Nadie podría aparecer perfecto en la foto, con esa agenda, sin un leve toque de polvos ‘mágicos’.

Tomás, de los Gómez Franco de toda la vida, hijo de una pareja de clase media española que emigró a los Países Bajos en busca de una vida mejor, lejos de la España de Franco, en la que ser de izquierdas era considerado prácticamente una herejía divina, llega a la sede del Partido Socialista situada en la Gran Vía de la capital con más de una hora y media de adelanto. En el coche oficial, en el que se desplaza, nunca le acompañan periodistas, ya que es el momento más privado del día, durante el cual atiende llamadas personales y perfila el discurso. Al fin y al cabo, Tomás Gómez también tiene una familia y un nutrido grupo de amigos al que cuidar.

Un baño de multitudes

A las 11:30, diferentes plataformas de apoyo a las mujeres, el colectivo LGTB( Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), los jóvenes o los militantes más activos de la tercera edad le esperan para ofrecerle un auténtico baño de masas. Siempre en movimiento, la sede reproduce en su interior el intenso palpitar de la calle centenaria, que durante la Guerra fue una de los puntos más bombardeados desde la Casa de Campo.

Minutos más tarde de la hora prevista, el salón de actos de la sede ubicada justo arriba de los cines del Palacio de la Prensa, el mismo lugar donde se realizó el juicio por la muerte del poeta de la ‘del 27’ Miguel Hernández, explota en una fusión de alegría y emoción, al grito de ¡Presidente, presidente! Tal vez, por la sonoridad tan cálida del eco de la sala o por la oportunidad de cambio que representa Tomás Gómez. “No podemos olvidarnos de que somos Partido Socialista Obrero –acentuando esta palabra- Español. No tengo nada más que decir. Tan sólo, que Tomás conoce los problemas de los madrileños mucho más que Trinidad Jiménez”, afirma una militante.

Los aplausos no cesan. El candidato accede a las peticiones de los cerca de trescientos militantes que abarrotan el salón de actos. Fotos, abrazos, ánimos…La ovación general llega a su fin y los seguidores más jóvenes comienzan a cantar una canción que reza algo parecido a: ¡Yo soy de Tomás!, que por su ritmo pegadizo bien podría haber escalado puestos en las ondas de Luqui. Pero no quedan ahí los productos corporativos.

Tomás Gómez, el Obama de Parla

Alguna que otra agrupación socialista ha creado camisetas serigrafiadas con eslóganes como ‘Yo voto Tomás con un par’, que nada tienen que envidiar al ‘Trini, puede’ de su rival. “Trinidad es Hillary Clinton. Tomás se parece más a Obama. Su capacidad de oratoria, su cercanía con los problemas de la gente de a pie… Tiene que ganar”, afirma uno de sus alumnos de la Universidad. “Es el único que le ha dicho que no a Zapatero, que ha confiado en su potencial. ¿Cómo no vamos a creer nosotros en él?”.Entre sus más fieles consejeros, el ex edil de Parla cuenta con Eduardo Sotillos, ex miembro del Gobierno de Felipe González, que afirma que no recuerda un movimiento similar al que se ha organizado en torno a Tomás Gómez desde hace tiempo.

Podría embriagarse de poder y éxito, pero ya en la sombra, el candidato a la presidencia de la Comunidad se muestra como un hombre más apasionado de su familia, del rock de Manhatan Transfer y la pintura, su otra gran pasión. Aprendió la técnica de la plumilla con el pintor Antonio Benito, quien le enseñó a dar vida a sus ilusiones sobre un lienzo. La paleta cromática de Tomás Gómez parece más viva que nunca.

 

¿Cómo es un día en la vida de un candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid? ¿Qué música suena en su coche oficial mientras se desplaza de un mitin a otro? ¿Qué lugar ocupan en sus preocupaciones las impresiones que la gente tenga sobre él? Vanitatis ha pasado un día con Tomás Gómez, que mañana se batirá en duelo con Trinidad Jiménez en las elecciones primarias del Partido Socialista de Madrid.

Tomás Gómez Entrevista de trabajo