Los once invitados españoles a la gran boda inglesa

La del príncipe Guillermo y Kate Middleton, a quien a partir de ahora habrá que llamar Catalina, será una boda con cierto sabor español. Hasta once ciudadanos de nuestro país acudirán a uno de los enlaces más esperados del siglo XXI. Tres miembros de la realeza, un diplomático y su esposa, la vice primer ministra consorte del Gobierno inglés, varios empresarios y la ex doctora del sexo más conocida de nuestro país se sentarán a comer en la mesa con la temida reina Isabel II como anfitriona. Los fotógrafos desplazados hasta la capital del Támesis ‘afilan’ los objetivos de su cámara para no dejar escapar ni un solo detalle, tenga éste la nacionalidad que tenga.

El cuerpo diplomático estará representado por el embajador de España en el Reino Unido, Carles Casajuana, veterano escritor, que irá acompañado por su esposa Elena Massanet. La pareja reside en Belgrade, una de las zonas más acomodadas de la capital en la línea de Chelsea o Kensington, muy cercana al epicentro festivo. Toda una comodidad de la que también harán uso uno de los matrimonios más esperados de la ceremonia: el formado por el vice primer ministro Nick Clegg y su esposa, la vallisoletana Miriam González, que tampoco se perderán la ceremonia ni el posterior banquete en Buckingham Palace, una vez Guillermo y Kate ya se hayan convertido en marido y mujer.

A diferencia de la invitación que ha recibido Samantha Cameron, en la que los novios se dirigen a la actual primera dama como Mrs. Cameron, en la de la esposa de Clegg aparece su nombre completo: Miriam González, lo que evidencia que Guillermo y Kate reivindican lo spanish.

Pero, sin duda alguna, la española que más flashes acaparará será la princesa de Asturias. Letizia, que seguramente vestirá de nuevo de Felipe Varela, volverá a dar de que hablar. En la boda de Victoria de Suecia, su delgadez y un llamativo vestido rojo ya copó portadas y portadas de periódicos y revistas. La mujer del príncipe Felipe llegó ayer a Londres acompañada por su marido y la reina Sofía.

La gran ausencia será la del rey Juan Carlos, que prefiere evitar a toda costa bodas, bautizos y comuniones. Al parecer, el novio le echará a faltar, porque, además de que ambos comparten descendencia de la reina Victoria, Guillermo de Inglaterra mantiene una estrecha relación con el monarca, que se hizo evidente en la final de la Champions entre el Manchester y el Barça, celebrada en Roma hace dos años. Les gusta el fútbol y de ahí la “pena” del hijo de Lady Di ante la declinación de la invitación por parte del rey.

Quien sí estará es un buen amigo del padre del novio. El empresario castellonense Manuel Colonques, dueño de Porcelanosa, acudirá acompañado de su mujer, Delfina, que irá con un espectacular diseño de Lorenzo Caprile, y de Pedro Pesudo, cabeza visible de la firma azulejera en Inglaterra, y su mujer Elia, que ha optado por un infalible Eduardo Ladrón de Guevara, maestro entre maestros. Elena Ochoa, la mediática ex doctora del sexo casada con el  arquitecto Norman Foster, posiblemente complete la lista de ilustres nombres españoles invitados a la ceremonia del año.

¿Luna de miel en España?

Muchos medios británicos se han animado a afirmar que los recién casados elegirán como destino de su luna de miel algunos puntos de la geografía española. No sería de extrañar que la pareja volviera a disfrutar de unos días de relax en Ibiza, donde hace cuatro años estuvieron a bordo de un yate por el Mediterráneo con un grupo de amigos. Con la salvedad de que Kate, ya convertida en esposa del heredero del heredero, evitaría a toda costa aquellas imágenes en las que aparecía con un minúsculo biquini blanco y que dieron la vuelta al mundo.

O que recurran a los placeres de La Garganta, la finca de más de 15.000 hectáreas que tiene Lord Gerald Cavendish, el hombre más rico de Inglaterra y socio de Alicia Koplowitz, en Ciudad Real, muy cerca de Córdoba. El príncipe Guillermo y su hermano han acudido en numerosas ocasiones, al igual que el rey de España, a uno de los cotos privados de caza más importantes de Europa, en el que no faltan sus jacuzzis y sus saunas de rigor. Una auténtica sorpresa sería que la pareja aceptara la invitación que Agustín Navarro, alcalde de Benidorm, ha hecho llegar a Clarence House. O que se acercaran por la localidad onubense de Valverde del Camino, donde fabrican los zapatos favoritos de Catalina. Sea como sea, salta a la avista que la boda del año va a tener un marcado sabor español.

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