Paola Dominguín reconoce la crisis de los Bosé: "Más que estar en época de vacas flacas, las perseguimos"

Paola Dominguín no oculta que la economía de su familia se encuentra en horas bajas. Después del cierre del hotel Rocamador, propiedad de Lucía Dominguín y de su exmarido, Carlos Tristancho, de la intermitente clausura del Museo segoviano de los Ángeles de Arte Contemporáneo de la matriarca Lucía Bosé y de la crisis que atraviesa la empresa de jamones de Miguel Bosé, la musa de Francis Montesinos no ha tenido reparo en reconocer a Vanitatis que el clan de los Bosé vive una época de vacas flacas y que no corren buenos tiempos para su familia.

"No es que estemos en tiempos de vacas flacas, es que directamente estamos persiguiendo a las vacas. Es como cuando te separas, que es muy duro, pero al menos has vivido una época muy bonita", confesaba la exmodelo esta misma semana, durante la summer party de Kenzo, a la que acudió con un peculiar estilismo de marcado acento étnico y con un maquillaje azul a modo de antifaz ("es que quería venir con una mirada profunda", se justificó).

Sin embargo, la expareja de José Coronado asegura que su familia es de las que se crece ante las adversidades. "Nosotros enseguida buscamos otras cosas y otras facetas a las que dedicarnos. Para eso somos muy creativos". No en vano, Miguel Bosé ha diversificado sus negocios y, además de la música, se encuentra inmerso en la producción de jamones a través de una empresa que, aunque ahora no pasa por su mejor momento, cuenta entre sus objetivos con el desarrollo futuro de queso, aceite y vino".

Paola Dominguín, que viajó esta semana a Madrid desde su residencia valenciana y se reencontró con parte de su familia, se esmera en ver el vaso medio lleno en lo que a la crisis económica por la que atraviesan los Bosé se refiere. "Otros están mucho peor que nosotros", apostilla, dejando claro, minutos después, que este verano tampoco piensa renunciar a sus vacaciones en las islas baleares.