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Los negocios de la familia Bosé, a pique
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Los negocios de la familia Bosé, a pique

No corren buenos tiempos para la familia Bosé. Al menos, para algunos de sus integrantes que, últimamente, han vivido un sinfín de problemas personales y económicos.

No corren buenos tiempos para la familia Bosé. Al menos, para algunos de sus integrantes que, últimamente, han vivido un sinfín de problemas personales y económicos. Meses después de la separación de Lucía Dominguín y el actor extremeño Carlos Tristancho -ocurrida a finales de 2011, tras 26 años de matrimonio-, se ha sabido que Rocamador, el hotel rural de cuatro estrellas, ubicado en un antiguo convento de los monjes franciscanos y propiedad de ambos, ha cerrado sus puertas, tras haber pasado por sus instalaciones desde el año 1997 numerosos rostros conocidos del mundo de la política, el espectáculo y los toros. Entre ellos destaca la actriz Aitana Sánchez Gijón, que celebró en el hotel su boda con el pintor argentino Guillermo Papin; y el cantante Alejandro Sanz, accionista en dicho negocio, así como muchos otros colegas de profesión de Miguel Bosé, que en estos momentos ejerce de jurado en el concurso musical de Antena 3, El Número Uno.

El hotel, situado entre los municipios de Barcarrota y Almendral y considerado uno de los más lujosos de la dehesa extremeña, ha cerrado sus puertas el pasado mes de abril por motivos estrictamente económicos, según ha confirmado el propio Tristancho a Vanitatis, y no debido a cuestiones relacionadas con el clan Bosé, como la referida separación matrimonial o el hecho de que la familia de artistas haya retirado su apoyo, algo que el exmarido de Lucía Dominguín desmiente tajantemente.

"Hemos cesado nuestra actividad como muchos hoteles hoy en día, por culpa de la crisis. No ha sido por ellos por lo que hemos cerrado. De hecho, Lucía era y es el alma de ese hotel y sigue teniendo sus participaciones en él, algo que no ocurre con Miguel Bosé, pues dejó de ser accionista hace mucho tiempo", asegura.

Con todo, Rocamador ha dejado de ser un hotel al uso, pero seguirá funcionando como lugar de bodas y banquetes. En estos momentos únicamente atiende compromisos derivados de una relación personal con los dueños, o bien eventos de personas que tienen especial ilusión en celebrar algún acontecimiento en el enclave. "Se alquila como un favor y otra empresa se encarga del catering. En estos momentos, y hasta finales de agosto, estoy buscando un inversor, porque de otra forma, habría que vender el hotel" (Vea la galería de imágenes del Rocamador).

El negocio de los jamones Monsalud, en crisis

El hotel rural propiedad de Lucía Dominguín y Tristancho, y del que Miguel Bosé se desvinculó a tiempo, no es el único de los negocios del clan Bosé que vive tiempos de vacas flacas. El negocio de los jamones ibéricos de bellota del cantante, Monsalud Montánchez, considerado el mejor jamón ibérico del mundo el pasado año -obtuvo la Espiga de Oro al mejor jamón certificado por la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura-, entraba en concurso voluntario de acreedores hace poco más de dos meses. El proceso concursal de la empresa, que se debe a la "insolvencia" de la misma, comenzó cuando varias entidades financieras no renovaron las pólizas de crédito con la compañía Brumale -que comercializa los jamones con la marca Monsalud-.

Ahora un juez ha dado el visto bueno a un plan de viabilidad, después de comprobar que la empresa se encuentra saneada salvo en lo que a financiación bancaria se refiere. "Después de esa fase, toca convocar una junta de acreedores para explicarles el plan, a la que acudirá Miguel Bosé en calidad de presidente del consejo de administración y de presidente de la compañía", ha confesado Luis Manuel Halcón, gerente de Monsalud, quien alaba la actitud del cantante en todo el proceso. "Miguel podría haberse desatendido de las obligaciones. Es accionista y, como tal, hizo una inversión cuyos beneficios no va a ver ahora. En su momento se llevó un gran disgusto, pero rápidamente entendió que el mercado es así y que hay que aceptarlo con serenidad".

Mientras llega ese momento, se han aparcado los planes de diversificar la compañía desarrollando vino, aceite y queso. Bosé, cuya repercusión mediática facilita la buena marcha del proceso, permanece al tanto de la evolución de los acontecimientos por vía telefónica, pues está muy implicado con Monsalud. Según ha podido saber Vanitatis, el artista únicamente viaja hasta Cáceres -lugar donde se encuentra la fábrica- cuando hay reunión de consejo de administración o en los diversos eventos de la empresa, tales como las cenas de navidad o la celebración del 15 aniversario, que tiene lugar este mismo año.

El cierre del Museo de los Ángeles 

Por si fuera poco, el famoso Museo de los Ángeles de Arte Contemporáneo de Turégano (Segovia) también ha cerrado sus puertas. Propiedad de Lucía Bosé, la matriarca de la familia ya tuvo que cerrar temporalmente en 2007. Ahora, sus puertas han vuelto a entornarse -no se sabe si de forma definitiva- por no encontrar apoyos económicos privados o públicos.

"No me ha quedado más remedio que cerrarlo porque ya no tenía dinero. Hay quien se lo gasta en whisky o en otras cosas. Yo me lo he gastado haciendo este museo de arte, que ha sido mi sueño. Pero desgraciadamente no me han entendido. Es más, tengo la sensación de que en este país me hubiera ido mejor con un museo de jamones. Si me toca la lotería volveré a abrirlo, pero de momento está cerrado temporalmente. Ahora bien, no me arrepiento de la inversión que hice. Lo digo en serio. Siempre he tenido claro que era mejor hacer un museo que un chalet", explicaba la propia Lucía en una de sus últimas apariciones públicas.

Un momento delicado también en el ámbito personal

Además de los problemas económicos por los que atraviesa el clan Bosé, reflejados en el hotel Rocamador, el museo de los Ángeles o los jamones Monsalud, a esto se une la complicada etapa personal de alguno de sus miembros. Así, dejando a un lado la separación matrimonial de Carlos Tristancho y Lucía Dominguín, la familia fue testigo recientemente de otra ruptura: la protagonizada por Olfo Bosé (nieto de Lucía Bosé) y Katerina Strygina, a los ocho meses de su boda. Anteriormente, Lucía Bosé vio cómo otra de sus hijas, en este caso Paola Dominguín, ponía fin a su relación con Manuel Villalta.

No corren buenos tiempos para la familia Bosé. Al menos, para algunos de sus integrantes que, últimamente, han vivido un sinfín de problemas personales y económicos. Meses después de la separación de Lucía Dominguín y el actor extremeño Carlos Tristancho -ocurrida a finales de 2011, tras 26 años de matrimonio-, se ha sabido que Rocamador, el hotel rural de cuatro estrellas, ubicado en un antiguo convento de los monjes franciscanos y propiedad de ambos, ha cerrado sus puertas, tras haber pasado por sus instalaciones desde el año 1997 numerosos rostros conocidos del mundo de la política, el espectáculo y los toros. Entre ellos destaca la actriz Aitana Sánchez Gijón, que celebró en el hotel su boda con el pintor argentino Guillermo Papin; y el cantante Alejandro Sanz, accionista en dicho negocio, así como muchos otros colegas de profesión de Miguel Bosé, que en estos momentos ejerce de jurado en el concurso musical de Antena 3, El Número Uno.

Miguel Bosé