Adrien Brody embiste a 'Manolete'

"Muchas felicidades por el éxito que ha cosechado con la película Manolete en nuestro país”. Adrien Brody acude a los premios GQ, que se celebraron este lunes en el Hotel Palace de Madrid, y de repente tuerce el gesto como solo los grandes de Hollywood pueden permitirse el lujo de hacerlo. “¿Éxito? Estará usted de broma, ¿verdad?”, contesta el actor, viejo conocido en Madrid por su romance con Elsa Pataky. “Que yo sepa, por lo que me han comentado, la película no ha tenido precisamente éxito aquí. Es una pena, porque yo la hice pensando que la gente de España podría apreciarlo. En cambio, a pesar de que no ha funcionado, estoy orgulloso del trabajo que hicimos. Trabajé muy duro con Cayetano Rivera y Espartaco, que me enseñaron el arte del toreo, y guardo muy buen recuerdo de la experiencia”,  espeta con cierto porte torero en conversación con Vanitatis.

En efecto, la cinta, en la que el actor da vida al mito taurino y en la que también participa Penélope Cruz, ha resultado ser desde principio a fin una película maldita. Hasta Brody, ya desprovisto de su traje de sombras más que de luces, embiste contra Manolete como si del propio Islero, aquel miura de 500 kilos que terminó con la vida del icono de la tauromaquia, se tratara. La producción de Andrés Vicente Gómez, marido de Concha García Campoy y hasta la fecha rey Midas del cine español para más datos, ha tardado seis años en verse en España. La recepción entre público y crítica tampoco ha sido nada cálida ni halagüeña: apenas se ha proyectado en las salas de cine y no se ha hecho promoción alguna con los actores, dos pesos pesados dentro de la industria del celuloide allende los mares. 

Lo que prometía convertirse en un filme de factura made in Spain, con los brillos de Hollywood, ha quedado en agua de borrajas. Todavía colean los motivos de su retraso, motivo de disputa entre ambas partes. Según el productor, los problemas comenzaron a surgir cuando se dio cuenta de la poca sintonía que mantenía con el director, el holandés Menno Meyjes. De hecho, su postproducción se eternizó y existen hasta ocho versiones de montaje diferentes. Otro de los motivos, sin duda, alguna, y uno de los que explicaría mejor tanta demora, son los económicos. Construcciones Escénicas Moya, empresa responsable de los decorados del filme, demandó judicialmente a la productora de Andrés Vicente Gómez, Iberoamericana Films, por 900.000 euros. La empresa demandante consiguió embargar la película hasta 2011, en medio de una agria disputa judicial.

Homenaje a Lara

Adrien Brody recordó con su presencia el agrio final que ha tenido Manolete. Pero la noche no iba de penas sino de alegrías. El actor, que acudió con su chica, la modelo Lara Lieto, y revolucionó el avispero de vips no fue la única ilustre personalidad en desfilar por el photocall de los Premios GQ. José Manuel Lara Bosch fue el gran premiado de la noche. El jefazo de Planeta recogió su galardón al mejor empresario y se lo dedicó a su mujer Consuelo, “el mayor triunfo de mi vida”, que lucía un vestido en azul eléctrico de Elie Saab.

Aunque, cuando se organizó -y muy parda- fue al ver aparecer de entre bastidores a Radamel Falcao, la estrella del Atlético de Madrid, con su esposa, la cantante Lorelei Dahiana Tarón, impresionante con un vestido de Michael Kors en rojo, que le daba un aire muy Grace Kelly. No fueron los únicos en acudir. Ariadne Artiles se puso en plan diva y ni abrió la boca. Suerte que pasaban por allí Malena Costa, Juana Acosta, Amaya Arzuaga, Leonor Watling, Jorge Drexler, Raquel Sánchez Silva, Blanca Suárez, Berta Collado, Ana de Armas, Kira Miró, Carme Chaparro, Paco León, Luis Tosar, Nuria March, Laura Hayden, Carlos Urroz…y muchos más. La fiesta terminó a altas horas de la madrugada. Y, como normalmente suele ocurrir, fue bailando.