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Auryn, la 'boy band' de la 'era Twitter'
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Auryn, la 'boy band' de la 'era Twitter'

2009. Un grupo de chicos jóvenes viven en Madrid. Su sueño es la música, como el de miles de adolescentes que se pasean por las calles

2009. Un grupo de chicos jóvenes viven en Madrid. Su sueño es la música, como el de miles de adolescentes que se pasean por las calles de la capital. Uno de ellos, Álvaro, tiene en su mesilla de noche el libro La historia interminable. A otro, David, su madre le ha hecho leerlo a pesar de que a él le gusta más la película. Junto a Dani, Carlos y Blas cogen prestado el nombre del amuleto de la historia y forman ‘Auryn’, el concepto perfecto de ‘boyband’.  Tres años después, una mañana de diciembre, Vanitatis se reúne con ellos en una de las zonas más llamativas de Madrid Río, el puente de Perrault. Después de nuestra entrevista tienen que desplazarse para hacer otras tres. Cualquiera pensaría que es demasiada responsabilidad para chicos cuyas edades oscilan entre los 21 y los 23 años. Ha pasado el tiempo desde su formación y aquellos chicos son hoy un grupo que lleva el sello de Warner Music, han lanzado un exitoso cover del villancico I met an angel (on Christmas Day), han ganado premios como el mejor disco novel en el 'Disco del año 2011 de TVE' y están preparando un salto internacional que no parece quedarles grande.

Y si no les queda grande es porque, como ellos mismos se encargan de aclarar, el cantar en inglés hace que ese salto sea un pasito normal en su evolución. Cantar en otro idioma es lo que les hace diferentes en un país que habla y canta en español y así es como han nacido Last Night on Earth o Don’t give up my name, que sigue siendo la canción que más reclaman sus fans en los conciertos. “Por el camino que seguimos, vamos a cantar aún más en inglés. Siempre está el punto español en el estilo de muchas canciones, aunque no sea nuestro estilo predominante”, asegura Carlos, que se ha autodefinido en muchas entrevistas como ‘el de los sombreros’ del grupo.

Álvaro parece el más profundo a la hora de responder, como si supiese bien qué es lo que hay que decir en cada momento. También a la hora de recalcar las influencias que han hecho de ‘Auryn’  lo que hoy es, un grupo español que no canta en español: “Hay canciones que cuando nos sentamos a componer sabemos el idioma en el que las tenemos que cantar. Decimos “Esto tiene que ser en inglés porque si fuese en español sonaría raro”. También cantamos en ese idioma por influencias. Nos gustan mucho Coldplay y bastantes grupos británicos y estadounidenses”.

Un camino lleno de música

Álvaro y Carlos no son los únicos que se jactan de unas canciones en inglés que cada vez suenan en más sitios. Blas, Dani y David opinan exactamente lo mismo: su camino pasa por la música de estilo anglosajón y quizá así es como lo vieron desde sus prometedores inicios, aquellos por los que les preguntarán en todas las entrevistas durante el resto de sus vidas, hagan lo que hagan. El último de ellos, por ejemplo, era hasta hace poco un niño granadino al que le gustaba el teatro o dibujar. “Cantar es lo que descubrí más tarde. Cuando tenía diez u once años es cuando me dio por cantar y ya lo hice en algunas orquestas”, dice con la inconfundible sonrisa que provoca cada día alegrías en sus miles de fans.

Los demás no le van a la zaga. Blas, que recibe docenas de piropos al día acerca de sus ojos claros, asegura que no recuerda “un momento de mi vida en el que no cantase”. Carlos ya estudiaba música con una profesora hace “siete u ocho años”, mucho antes de que los sombreros marcasen su ‘look’.  Dani, originario de Alcázar de San Juan, quedó cuarto representando a España en ‘Eurojunior’ y dejó atónitos a todos con la frescura que mostraba a sus pocos años. Ese concurso le ayudó mucho, según él, “para conocer este mundillo”. Y Álvaro siente una pasión tan grande como la de cantar, los musicales. “Antes de ‘Auryn’, estuve en un coro de góspel en la Comunidad de Madrid, en concursos infantiles. También representé el papel de Marius en una compañía de teatro que representaba Los Miserables. El teatro me encanta y ese personaje me gusta muchísimo”, asegura.

Inicios prometedores en todos los casos, que se certificaron con un segundo lugar en la clasificación que decidía quién representaría a Eurovisión en 2011 en el programa Destino  Eurovisión, su gran trampolín. Quedaron por debajo de Lucía Pérez y su Que me quiten lo bailao, pero está claro que no les hizo falta ser los primeros. Su disco Endless Road 7058 Upcoming lleva el sello Warner y ahora todos conocen una de las señales inequívocas del éxito: el cambio de vida. “Tal y como está el país es para agradecerlo”, dice Carlos, consciente de que sobrevivir musicalmente en mitad de un océano de piratería, descargas ilegales y crisis de las discográficas es prácticamente una utopía. Sin embargo, como toda fama que se precie, también les ha supuesto un cambio en sus aptitudes artísticas, que defienden en cuanto asoma la sombra de grupo ‘prefabricado’ con la que muchos despachan alegremente a este tipo de formaciones. Álvaro es de nuevo el que se alza como portavoz en este sentido: “El cambio también se nota musicalmente. Si hace año y medio ya nos conocíamos, ahora nos conocemos mucho más gracias a haber compartido un montón de conciertos y de promoción.  Ahora todo nos sale más fácil y natural”.

Un éxito que se mide en las redes sociales

Pero el éxito de 'Auryn' no se basa solamente en el tiempo, sino en el fenómeno que también nos ha cambiado la vida a los que no tenemos un grupo musical: las redes sociales. Cualquier movimiento de esta banda a punto de caramelo para el mercado internacional es subido, inmediatamente, a Twitter. “Las redes sociales forman parte de nuestro día a día. Si no las usas algo falla. Estar en contacto con los seguidores, algo que antes no se podía hacer, es un aliciente para que la gente esté más cerca de ti”, dice Blas.

Todos son conscientes de ese poder, incluso cuando las fans piden que les contesten inmediatamente y ellos, por lógica matemática, no pueden hacerlo. Algunas de ellas no se han conformado con una frase de Twitter o un beso en Instagram y se han plantado no solo en los conciertos, sino en las habitaciones de hotel que ocupaban. “En los inicios del grupo, me llamaron al hotel a la hora de la siesta. Abrí la puerta y me encontré a dos chicas. Estaban nerviosísimas y gritando. Habían encontrado la habitación, se habían colado en el hotel. Las invité a pasar, les firmé un autógrafo y estuve hablando con ellas. ¿Qué iba a hacer?”, asegura ante las risas de los demás.

Que tiemblen los 'One Direction', los 'The Wanted' o toda banda que se haya asemejado a los 'Backstreet Boys' o los 'Take That'. 'Auryn' ha llegado para quedarse y sus fans son fieles hasta extremos imposibles. Ellos saben que Carlos y Álvaro están estudiando el último curso de Publicidad, que a Blas le interesa la producción de cine, o que Dani y David estudiaban Sonido y Arte Dramático respectivamente. El resto de los mortales se asombran ante su capacidad, cuando afirman componer todas sus canciones e intentan quitarse de encima cualquier asomo de fenómeno premeditado.  Se les puede imaginar arañando tiempo para estar con sus familiares o teniendo responsabilidades que algunos no pueden sobrellevar ni con el doble que edad que ellos, pero también disfrutando de las mieles del éxito y de chutes de autoestima en el gran escaparate del mundo 2.0. Viéndoles, hasta el más cínico de los mortales puede hacer la misma reflexión: que levante la mano aquel al que no le habría gustado ser la estrella de un grupo adolescente.  

2009. Un grupo de chicos jóvenes viven en Madrid. Su sueño es la música, como el de miles de adolescentes que se pasean por las calles de la capital. Uno de ellos, Álvaro, tiene en su mesilla de noche el libro La historia interminable. A otro, David, su madre le ha hecho leerlo a pesar de que a él le gusta más la película. Junto a Dani, Carlos y Blas cogen prestado el nombre del amuleto de la historia y forman ‘Auryn’, el concepto perfecto de ‘boyband’.  Tres años después, una mañana de diciembre, Vanitatis se reúne con ellos en una de las zonas más llamativas de Madrid Río, el puente de Perrault. Después de nuestra entrevista tienen que desplazarse para hacer otras tres. Cualquiera pensaría que es demasiada responsabilidad para chicos cuyas edades oscilan entre los 21 y los 23 años. Ha pasado el tiempo desde su formación y aquellos chicos son hoy un grupo que lleva el sello de Warner Music, han lanzado un exitoso cover del villancico I met an angel (on Christmas Day), han ganado premios como el mejor disco novel en el 'Disco del año 2011 de TVE' y están preparando un salto internacional que no parece quedarles grande.