Es noticia
Menú
Un escándalo sexual 'salpica' a Miriam González, la mujer española de Nick Clegg
  1. Noticias
LA ESPOSA DEL VICEPRESIDENTE DE REINO UNIDO

Un escándalo sexual 'salpica' a Miriam González, la mujer española de Nick Clegg

Apartada de los medios por decisión personal, la esposa del vicepresidente y líder del partido liberal demócrata Nick Clegg ha vuelto a saltar a la primera línea mediática

Foto: Miriam González Durántez y Nick Clegg en mayo de 2010. (I.C.)
Miriam González Durántez y Nick Clegg en mayo de 2010. (I.C.)

Apartada de los medios de comunicación por decisión personal, la esposa del vicepresidente y líder del partido liberal demócrata Nick Clegg ha vuelto a saltar a la primera línea mediática por sus ideas feministas. Conservadora y con tres hijos, Miriam González Durántez ha protagonizado este jueves la portada del periódico británico The Telegraph, que aseguraba que la española estaba “furiosa” con su marido por su “debilidad” a la hora de tomar una decisión respecto a un miembro de su partido, Lord Chris Rennard, acusado por varias mujeres de continuos abusos sexuales. Finalmente suspendido tras un tenso pulso con Nick Clegg, Rennard obligó al partido a realizar una investigación interna para desacreditar al vicepresidente ante los medios de comunicación y defender su inocencia.

Miriam en la boda de Kate y GuillermoEn la cuerda floja, el papel de Clegg como socio minoritario del Gobierno británico ha redirigido el foco de atención hacia su esposa. The Telegrapf ha asegurado que fue Miriam González quien influyó en la decisión del vicepresidente de suspender de forma definitiva a Chris Rennard después de varios días de conflictos tanto dentro del Partido Liberal como en la prensa del país. “Miriam Clegg ha ayudado a su marido en esta decisión tras mostrarse furiosa por el fracaso del Partido Liberal de pedir disculpas a las víctimas. (…) La señora Clegg le ha expresado a su marido que la “decepción” de las feministas de su partido por no tomarse en serio sus preocupaciones”, asegura el diario británico.

A pesar de que la publicación insiste en que Miriam González suele evitar posicionarse públicamente en cuestiones políticas, el artículo deja claro que en esta ocasión no ha dudado en hacerlo. Ante estas afirmaciones, Nick Clegg las desmintió una a una. “No voy a arrastrar a Miriam en esto. Sería injusto. Es una basura y es completamente falso”, dijo para defender a su mujer. “No voy a hablar en ningún momento de las conversaciones que tengo con ella. Que no metan a Miriam en esto ni a las familias de los políticos. Eso no se puede hacer”, finalizó.

Miriam, defensora a ultranza de Sara Carbonero

Socia de la prestigiosa firma de abogados Dechert LLP, que le reporta, según ha publicado el Daily Mail,600.000 euros anuales –cobra cerca de 700 euros la hora–, y miembro del consejo de administración de Acciona, puesto que causó cierto revuelo por el posible conflicto de intereses con el cargo de su marido, siempre se ha centrado en su familia. Sin embargo, y a pesar de que es alérgica a los medios de comunicación y lleva una vida discreta incluso cuando viaja a su Valladolid natal para visitar a su familia, sabe muy bien dónde y cuándo puede defender sus intereses.

El pasado mes de octubre volvió a protagonizar las páginas de The Telegraph donde habló de las “duras decisiones” a las que se enfrentan las mujeres para conciliar el trabajo con la vida familiar. En la entrevista, habló sin tapujos de las etiquetas “estúpidas” con las que se relaciona a las mujeres para impedir que tomen decisiones libres con sus vidas. “Si conseguimos el éxito profesional, intimidamos, si seguimos la moda, somos superficiales,si nos gusta la ciencia, somos frikis, si leemos revistas para mujeres somos unas blandas ysi defendemos nuestros derechos somos duras e inflexibles”,opinó en el diario. “Si no tenemos hijos, todo el mundo cree que estamos frustradas. Si nos quedamos en casa al cuidado de nuestros hijos, no trabajamos. Si tenemos empleo, somos madres a tiempo parcial o, incluso, se nos tacha de malas madres”, añadió.

Sin embargo, Miriam González no se quedó ahí. También criticó que las principales referentes para las jóvenes británicas sean modelos. “Echo en falta que sea la trayectoria de otro tipo de mujer la que quieran seguir las chicas de hoy en día. Por ello, no me extraña que las niñas, con tantas etiquetas absurdas, tengan dificultades para identificar cuál es el camino correcto y rechacen comprometerse con esta causa”.

Defensora del machismo imperante en la sociedad, Miriam salió al amparode Sara Carbonero en julio de 2010 a través de una carta enviada a The Times en la que acusaba al rotativo de discriminar a la periodista alafirmar que ella fue quien tuvo gran parte de la culpa en la primera derrota de la Selección en el Mundial de 2010 porque “su presencia detrás de la portería española distrajo a Iker Casillas”.

placeholder

Con una vida profesional plena, su “excesiva” independencia no gusta entre los ingleses, que no ven con buenos ojos que haya conservado su apellido de soltera y no adoptara, como manda la tradición británica, el apellido de Nick Clegg. Ya lo dijo ella en abril de 2010: “La decisión de acompañar o no a mi marido en una campaña electoral es personal.No pienso hipotecar en ese empeño mi vida como mujer trabajadora”.

Apartada de los medios de comunicación por decisión personal, la esposa del vicepresidente y líder del partido liberal demócrata Nick Clegg ha vuelto a saltar a la primera línea mediática por sus ideas feministas. Conservadora y con tres hijos, Miriam González Durántez ha protagonizado este jueves la portada del periódico británico The Telegraph, que aseguraba que la española estaba “furiosa” con su marido por su “debilidad” a la hora de tomar una decisión respecto a un miembro de su partido, Lord Chris Rennard, acusado por varias mujeres de continuos abusos sexuales. Finalmente suspendido tras un tenso pulso con Nick Clegg, Rennard obligó al partido a realizar una investigación interna para desacreditar al vicepresidente ante los medios de comunicación y defender su inocencia.

Nick Clegg
El redactor recomienda