Luján y su ex continúan la batalla judicial: él reclama varias nóminas impagadas

A pesar de que Luján Argüelles ha recuperado la ilusión al lado del empresario Carlos Sánchez Arenas, con el que lleva saliendo algo menos de un año, la sombra de su exmarido, Benjamín de la Fuente, sigue siendo muy alargada. Tras separarse en noviembre de 2012 después de más de tres años de matrimonio y un complicado divorcio que Benjamín ha ido desgranando capítulo a capítulo en su perfil de Twitter, la tregua aún no ha llegado a pesar del buen momento personal que vive la presentadora fetiche de Cuatro.

Luján fue demandada el pasado mes de junio por su exmarido por despido improcedente, pero no ha sido hasta ahora cuando ha tenido lugar la vista. Este lunes, a las 9:20 horas, Benjamín de la Fuente acudía junto a su abogado al Juzgado de lo Social nº 19 de Madrid para presentar las pruebas con las que pretende demostrar que, además del despido, Luján no le pagó varias mensualidades. Por su parte, la presentadora decidió no acudir, otorgándole todos los poderes a su abogado, tal y como han conformado a Vanitatis fuentes judiciales.

“No quiero más líos”

Vanitatis se ha puesto en contacto con ambas partes, que continúan en la misma línea desde que comenzó su batalla personal hace más de un año. “Este juicio es sólo por un tema laboral y tiene que ver con el tiempo que trabajé para su empresa”, asegura Benjamín que, preguntado por la cantidad que exige a su ex, prefiere no dar una cifra exacta. “Son varias mensualidades. No quiero tener más problemas con este tema. Sólo espero que la resolución sea favorable. No quiero más líos”, añade.

Luján Argüelles, fiel a su discreción, ha preferido no hacer ninguna declaración: “No tengo nada que decir, pues nunca he contado nada”. Rostro habitual de los photocalls desde que en julio de 2009 se diera el ‘sí, quiero’ en secreto, Benjamín de la Fuente siempre ha sostenido que abandonó su carrera como jugador de baloncesto para trabajar en Lubenpi S.L., la empresa que la presentadora creó en 2008, por lo que le reclamó en diciembre de 2012 una pensión compensatoria en su demanda de divorcio, juicio al que no acudió, y en el que finalmente no pidió dicha retribución.

Administradora única y encargada de controlar “el trabajo como periodista y presentadora en cualquier medio de comunicación”, Luján ha firmado sus últimos contratos a través de esta sociedad. Sin embargo, y a pesar de la afirmación de Benjamín, en sus hojas registrarles no aparece, en ningún momento, la función del jugador dentro de la empresa. Además, este medio tuvo acceso en su momento a la ficha de la Federación Española de Baloncesto, donde el mismo año de su boda se registró su nombramiento como Delegado de Equipo de C.D. Illescas, lo que hace pensar que Benjamín abandonó el baloncesto antes de contraer matrimonio. Lo que sí es cierto es que posteriormente a esa fecha, su carrera deportiva es inexistente.

Los 30.000 euros de la discordia

Sin embargo, unas cuantas nóminas no es lo único que Benjamín ha reclamado a la presentadora. Aunque lo primero ya está en el juzgado, hay otras peticiones que parece que el exjugador se resiste a exigir ante el juez a pesar de que, según él mismo reveló a Vanitatis sólo un mes después del anuncio de su separación, puede demostrarlo. “Dispongo de toda la documentación y pruebas de absolutamente todo lo que he dicho y de lo que diré en el futuro. De momento, sólo se conoce el 1% de la historia”, concluyó. 

A lo que Benjamín se refiere es a los 30.000 euros que su padre prestó supuestamente a la presentadora y que aún no le ha devuelto. “Llevo suplicando desde hace 76 días que soluciones esta situación tan desagradable que afecta a mi padre. Debería darte vergüenza que le estés humillando, un señor jubilado al igual que el tuyo”, escribió el exdeportista en su perfil de Twitter en diciembre de 2012. “Es inconcebible que con tu inmejorable situación económica no liberes el dinero que él avaló por ti en tus momentos de necesidad”.

Antes estas durísimas acusaciones, Luján Argüelles optó por la indiferencia. Sin embargo, este miércoles y al ser preguntada sobre este tema por Vanitatis, quiso dejar una pregunta en el aire. “¿A que sobre este tema no ha dicho nada ni de dónde viene la cifra o los papeles?”. La respuesta, el silencio de Benjamín y la ausencia de una demanda en la que, además, reclamaría el 50% de la casa que comparten en Ibiza y uno de los dos perros. “Lo único que tengo a mi nombre. Por mí, la casa se puede vender. Ya ha pasado el tiempo suficiente para que me entregue el perro”. La polémica continúa.