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Isabel Pantoja acicala la casa de La Pera para facilitar su venta
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QUITAN EL NOMBRE ‘MI GITANA’ DE LA ENTRADA

Isabel Pantoja acicala la casa de La Pera para facilitar su venta

La casa de La Pera, aquella que Julián Muñoz bautizó como Mi Gitana en homenaje a la propia tonadillera, se “está poniendo guapa” para su inminente venta

La casa marbellí de Isabel Pantoja, aquella que Julián Muñoz bautizó como Mi Gitana en homenaje a la propia tonadillera, se “está poniendo guapa” para su venta. Según ha podido saber Vanitatis, un grupo de operarios está trabajando en esta lujosa villa de 1.000 metros cuadrados para adecentarla, puesto que se encuentra en estado de abandono. Mientras tanto, las visitas interesadas en adquirir la finca siguen produciéndose.

“Durante las últimas semanas no ha parado de entrar y salir gente para visitar la casa”, indica a este medio la propietaria de una de las viviendas próximas a la de la cantante. Asimismo, revela que “se están realizando una serie de trabajos para mostrar un aspecto remozado, pues está totalmente destrozada. Mientras la enseñan están haciendo pequeños arreglos”. El aspecto actual del chalé es desolador. Abandonado, arrasado por el oxido de la humedad y devastado por las malas hierbas. En la parcela, de 2.500 metros cuadrados, ya han empezado a “cortar las plantas y árboles del jardín, que parecía una selva”, señala esta vecina. Además, han limpiado la suciedad que se acumulaba en su interior, como ha podido comprobar in situ este medio. Aun así, todavía hay zonas en las que se aprecia el estado de abandono en el que se encuentra la propiedad. Las escaleras que dan acceso a la misma están llenas de cascos de botellas rotas y de basura.

Aunque la abogada de la tonadillera, Graciela Otondo, asegura a este medio que no puede “dar información sobre la venta o no venta de la casa de La Pera por deseo expreso de mi cliente”, todo indica que estos movimientos en Mi Gitana se deben a los intentos que está haciendo Isabel Pantoja para vender la mansión.

Mi Gitana pierde el nombre

Después de pasar dos años y medio en la cárcel, y con el idilio ya roto, Julián Muñoz regresó a lo que había sido su refugio de pasiones con la artista. Pantoja no estaba dispuesta a consentirlo. Por ello, el 31 de marzo de 2009 sus abogados enviaron un burofax para que abandonara la casa. Su salida no fue inmediata y se quedó hasta noviembre. Dicen que cuando se marchó no dejó la casa como se la encontró.

Un detalle de estos trabajos que se están desarrollando en la casa marbellí en la que Isabel Pantoja y Julián Muñoz pasaron sus momentos más románticos ha sido la supresión de identidad. Parece que Isabel ha querido borrar todo vestigio de la historia más negra de esta vivienda y ha mandado despojarla de su nombre a golpe de cincel. Según ha sabido Vanitatis el borrado de identidad se produjo hace unas semanas por un operario, que llegó a la propiedad y de unos cuantos martillazos terminó con los azulejos donde se podía leer Mi Gitana.

Si las paredes hablaran…

Las paredes de la casa marbellí albergan un sabor agridulce. Por un lado se convirtió en el nidito de amor de Isabel y Julián, donde vivieron con gran pasión su relación. Por otro lado, fue donde empezó a desmoronarse la vida de la tonadillera, el lugar donde aquel 2 de mayo de 2007 accedían miembros de la policía para proceder a su detección, imputada de presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.

Las negociaciones para adquirir esta propiedad, que en su origen se llamaba Casa Línea, comenzaron en el verano del 2003, poco tiempo después de que Julián Muñoz certificase su amor con Isabel Pantoja en el Rocío. La compra se realizó por 1,9 millones de euros. Casi un año después, en abril de 2004, se elevó a escritura pública en la notaria de Javier Ramos en Madrid. La sociedad Panriver 56, S.L. compró la propiedad. La hipoteca se suscribió con Banif, la banca privada del Santander, por un capital de 2,4 millones de euros. Poco tiempo después, la villa se ponía a la venta en la inmobiliaria de Kristina Seckelli por el doble del precio de lo que la compraron. En aquel momento, Julián Muñoz, aún con poder en la ciudad, se ponía personalmente en contacto con esta lujosa inmobiliaria de Marbella para comunicar que deseaban poner en venta Mi gitana. En esas fechas, Julián dijo al agente que llevaba esa propiedad que “vamos a vender también la casa de la Moraleja. Queremos retirarnos a Cantora… Estar tranquilos…”.

La casa marbellí de Isabel Pantoja, aquella que Julián Muñoz bautizó como Mi Gitana en homenaje a la propia tonadillera, se “está poniendo guapa” para su venta. Según ha podido saber Vanitatis, un grupo de operarios está trabajando en esta lujosa villa de 1.000 metros cuadrados para adecentarla, puesto que se encuentra en estado de abandono. Mientras tanto, las visitas interesadas en adquirir la finca siguen produciéndose.

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