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Las razones de Cayetano Martínez de Irujo
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PUGNA CON GENOVEVA TRAS LA MUERTE DE SU MADRE

Las razones de Cayetano Martínez de Irujo

La petición a su exmujer, Genoveva Casanova, de revisar el convenio de divorcio que firmaron de mutuo acuerdo ha sido la primera señal de cambios en su vida

Foto: Cayetano Martínez de Irujo en Sevilla, en una imagen de archivo (Gtres)
Cayetano Martínez de Irujo en Sevilla, en una imagen de archivo (Gtres)

La petición por parte de Cayetano Martínez de Irujo a su exmujer, Genoveva Casanova, de revisar el convenio de divorcio que firmaron de mutuo acuerdo ha sido la primera señal de los cambios en la vida del conde de Salvatierra tras el fallecimiento de su madre. La duquesa de Alba era quien sustentaba gran parte de su vida en el apartado económico. Ella gestionaba todos los gastos de la Casa y supervisaba y controlaba hasta el último euro que se invertía en todos sus palacios, fincas y casas, todas ellas en perfecto estado de revista, con sus costes en sueldos y mantenimiento. Cayetano vivía en Liria y pasaba parte de las vacaciones en el palacio de Arbaizenea, en San Sebastián, siempre bajo el paraguas materno.

Los hijos de la duquesa no tenían remuneración mensual salvo los pagos propios derivados de la Fundación en el caso de sus dos caras visibles: Carlos Huéscar, el primogénito, y Cayetano, que se encargó de poner en valor algunos de los contingentes relacionados con productos gourmet como el aceite. También organizó la venta de antigüedades que no formaban parte de los bienes de la Fundación Alba, como fueron la bañera y los muebles de baño diseñados por Albert Rateau y por los que se obtuvieron 6.129.500 euros.

No había sueldos para los hijos, pero tampoco hacía falta, porque Cayetana se encargaba de muchas de las facturas relacionadas con la educación académica de los nietos o el mantenimiento de las fincas y propiedades cedidas, como La Pizana y Las Arroyuelas, las casas de Marbella, Ibiza y San Sebastián. Todas estas propiedades se repartieron en vida, para que la boda con Alfonso Díez pudiera tener lugar, pero la duquesa seguía administrando el patrimonio inmobiliario y, por lo tanto, las facturas y mantenimiento corrían de su parte.

Otro duque, otros tiempos

Ahora todo esto ha cambiado. Y más que va a cambiar, porque Carlos Fitz-James Stuart confirma en conversación con Vanitatis que, como titular del ducado de Alba, va a ser quien dirija, controle y supervise todo lo relacionado con la administración de la Casa, es decir, que va a imponer su ley. La traducción a esta decisión no es otra que dejar claro que cada uno de sus hermanos se tendrá que hacer cargo de sus facturas y las de su familia, que en el caso de Cayetano significa que deberá abandonar el palacio de Liria, buscar un nuevo domicilio y responsabilizarse de pagos que hasta ahora sufragaba la madre.

De ahí el cambio de convenio regulador solicitado a Genoveva, tal y como contó en primicia Vanitatis. Ella, muy bien asesorada, no está por la labor de perder estatus económico. Tal y como desveló también este medio, solo el internado de los niños en Reino Unido suponía un gasto anual de 40.000 euros por hijo y el alquiler de la vivienda en la que vive su exmujer en el paseo Pintor de Rosales de Madrid, que también paga el hijo de la duquesa, 3.000 euros más. También recibe una pensión mensual. Todo un dineral.

placeholder Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova, en una imagen de archivo (Gtres)
Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova, en una imagen de archivo (Gtres)

La solicitud de Cayetano

La petición por parte de Cayetano Martínez de Irujo a su exmujer, Genoveva Casanova, de revisar el convenio de divorcio que firmaron de mutuo acuerdo ha sido la primera señal de los cambios en la vida del conde de Salvatierra tras el fallecimiento de su madre. La duquesa de Alba era quien sustentaba gran parte de su vida en el apartado económico. Ella gestionaba todos los gastos de la Casa y supervisaba y controlaba hasta el último euro que se invertía en todos sus palacios, fincas y casas, todas ellas en perfecto estado de revista, con sus costes en sueldos y mantenimiento. Cayetano vivía en Liria y pasaba parte de las vacaciones en el palacio de Arbaizenea, en San Sebastián, siempre bajo el paraguas materno.

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