Mario Conde visto por Luis Valls Taberner: las cartas en las que el banquero abre su corazón

La última detención de Mario Conde junto a su hija Alejandra, su marido, Fernando Guasch Vega-Penichet, y su hijo Mario por la Unidad de Delitos Económicos de la UCO, acusados de supuesto blanqueo de capitales, delitos contra la Administración Pública, insolvencia punible y organización criminal ha devuelto a la actualidad a uno de los hombres más populares y controvertidos de este país. El regreso a las páginas de actualidad del jurista y expresidente de Banesto, que recientemente volvió a ser un hombre soltero y también es nombre de referencia en la prensa rosa, trae a la memoria el libro que en 2011 publicó Luis Valls-Taberner, el joven inmobiliario y sobrino del famoso financiero que desarrolló una especial relación epistolar con Conde a la que acabó dando forma de libro.

Publicado en 2011, 'Querido Mario, querido Luis' fue, en palabras de su autor a Vanitatis, “la versión más humana de Mario Conde. Es inteligente y tiene una experiencia que vale por tres: de la vida, del éxito, del fracaso, de la cárcel… Merecía la pena compartirlo”, aseguró el joven a este medio hace dos años. Olfateando entre sus páginas, Conde muestra en esa correspondencia confesiones acerca de su familia, sus hijos, su fallecida esposa o su tensa relación con los medios. Estos son los extractos más importantes de esas cartas:

Sobre su familia (Agosto 2006):

"Creo que te dije que pasé un par de días en Galicia. Ante todo visité el panteón de mi padre en Tuy, cumpliendo una promesa que me hice a mí mismo años atrás. Mi padre murió en 1996, el 25 de febrero. Ese mismo día, dos años más tarde, ingresaba en AlcaláMeco por el asunto Argentina Trust. Decidí entonces que cuando recuperara la libertad visitaría ese pequeño panteón de granito que yo mismo diseñé y construí en un lugar calmo y sereno en cuanto percibí que la vida de mi padre daba muestras de agotamiento. Aproveché el viaje para visitar el valle de Covelo, desde donde venimos por sangre materna, y te confieso que la belleza de Galicia nunca deja de sorprenderme. Ahora vivo en Pollensa con Lourdes, Alejandra y Fernando Guasch, su hijo y nuestro nieto, contemplando el entusiasmo casi sin límites de Lourdes por la nueva situación".

Sobre la recuperación de libertad(Agosto 2006) :

"La verdad es que se han acumulado muchas buenas noticias en asuntos capitales, y hemos de reconocer que Loudes y Alejandra, al igual que Mario, han vivido rodeados de malas nuevas durante demasiado tiempo. Ahora las tornas cambian. La llegada del nieto ha coincidido con la recuperación de la libertad. Mera coincidencia o quizá algo más. No importa. Lo que cuenta es que todo ello contribuye a dar a la familia serenidad y alegría. Por mi parte, leo, estudio, hago el ridículo con los palos de golf, consumo algo de deporte y me encuentro muy bien, por dentro del cuerpo y por dentro del espíritu”.

Sobre la enfermedad de su mujer (Septiembre 2006):

“Encuentro a Lourdes muy bien, con mucho ánimo y con prácticamente todas sus facultades físicas y mentales repuestas y en sintonía. Esta semana ha comenzado a caminar conmigo por los campos de golf y salimos a cenar en un par de ocasiones para que se entretenga. Estamos a la espera de los resultados de los informes que enviamos a Estados Unidos para confirmar el diagnóstico y tratamiento efectuados en España. Creemos que no habrá problemas porque estas materias se encuentran a día de hoy suficientemente estandarizadas. De ser así, pronto comenzaremos con las sesiones de radioterapia”.

Sobre su cuñado, Miguel Gayarre (Mayo 2007):

“Ayer tuvimos un fuerte sobresalto con la vida de Miguel Gayarre, el marido de mi hermana. Sigue entre la vida y la muerte, más cerca de la primera que de la segunda. Ayer se aproximaba aceleradamente a la segunda. Veremos qué sucede en las próximas veinticuatro horas”.

Sobre la muerte de su esposa Lourdes (Octubre 2007):

“No es solo la pérdida de una persona que te ha acompañado en todos los momentos de tu vida, sino que, además, era alguien que en sí mismo debería haber seguido viviendo. Pero tal vez ese 'debería'se edifica con materiales de lógica humana, absolutamente ajenos a los propios de otras dimensiones. Aun así el sufrimiento es brutal y en más de una ocasión creo que me costará mucho superarlo. Ayer mismo antes de dormir pensaba en que sería imposible volver a vivir en la normalidad anterior. La presencia de la ausencia es total (…) El regreso a Pollensa será muy duro, porque allí consumimos treinta y tres de los treinta y cuatro años de matrimonio, pero hay que enfrentarse a ello. No sé cómo quedaré después de unos días en Mallorca, pero ese es mi destino actual”.

Sobre su estancia en un convento(Marzo 2008):

“En cuanto a régimen de vida no supuso una diferencia excesiva con el que practico a diario, en lo que a horarios y comidas se refiere, porque el primer rezo comienza a las cinco de la mañana y el último concluye a las 9.45 de la noche, así que es más o menos el mismo tipo de jornada que suelo desarrollar fuera. Las condiciones de estancia no me resultaron en absoluto duras, porque el único factor diferencial es el silencio obligado, lo que en modo alguno constituye un sacrificio para mí. Más bien lo contrario”

Sobre su vida social y la prensa rosa(Septiembre de 2009) :

“Un poco de aburrimiento, pero es normal. Ahora algo concentrado en la presentación del libro (tengo tu ejemplar en casa) y tratando de controlar los efectos mediáticos de las últimas publicaciones rosas… Mañana me voy a Marbella. Tengo allí una cena coloquio con un llamado Club Internacional, al que me invita un amigo de mucho tiempo atrás al que no puedo decir que no. El sábado viajo a Arjona, a la boda de la hija de Fernando Almansa. El domingo tengo una cena en Madrid. El lunes me voy a Milán y vuelvo el martes”.

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