Ana Duato: un marido embargado, dos hijos… Así es su vida cuando no es Merche
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha acordado el embargo de las cuentas bancarias de la productora de la serie 'Cuéntame', Ganga Producciones SL, y las de su propietario, el marido de Ana Duato
“No grabéis a mis hijos, por favor”. Por primera vez, el gesto tierno y dulce que desprende habitualmente Ana Duato se torna seco ante los medios de comunicación. Varios periodistas esperan a la actriz en el aeropuerto de Madrid para arrancarle las primeras palabras después de que El Confidencial publicase en exclusiva que un juez había embargado las cuentas de su marido, Miguel Ángel Bernardeau, pero la mujer rubia de ojos claros que pasea la maleta en compañía de su familia dista mucho de la Merche de 'Cuéntame', ese personaje al que tan irremediablemente está ligado después de 15 años interpretándolo.
Ese tiempo ha bastado para que personaje y persona sean casi uno y debido al ángel que desprende en la serie cuesta imaginarse a Ana Duato enfrentada a los reporteros. Con modales y sin perder su esencia, lo ha hecho este jueves para proteger lo que más ha cuidado durante las dos décadas que lleva dedicándose a la televisión, su vida personal, esa que esta semana está de rabiosa actualidad muy a su pesar. Pero¿quién se esconde detrás de Merche? ¿Cómo es esa otra familia Alcántara?
Ana Duato (Valencia, 1968) se casó hace 27 años con Miguel Ángel Bernardeau (Albacete, 1960) y con él tiene dos hijos: Miguel, de 19 años, y María, de 11. Los cuatro han formado una familia muy unida que rara vez aparece en las revistas. Ni siquiera el hecho de que Ana y su marido trabajen juntos -él es el dueño de la productora de 'Cuéntame', Ganga, de la cual también se han bloqueado las cuentas- ha despertado el morbo de los reporteros, quizá, en buena medida, porque ambos lo han llevado con total naturalidad.
Contaba Ana en una entrevista concedida en 'La Nueva España' que su matrimonio tiene mucho que ver con los Alcántara solo que en versión moderna. Una unión que se sustenta, según ella, con mucho amor. “No me avergüenza decir que estoy incluso más enamorada que antes. He tenido la suerte de encontrar a esa persona con la que creces y evolucionas”, decía la actriz.
Su casa, sus vacaciones, sus paellas
Nunca ha tenido reparos en hablar de cómo era trabajar con su marido. “Es muy fácil”, ha declarado. Dicen desde su entorno que Ana tiene mucho de Merche (qué remedio, 15 años después) y ella misma lo reconoce asegurando que con sus hijos es tan pesada como su personaje e incluso “más besucona”.
Su vida fuera de cámaras discurre como la de una mujer muy normal. Tal y como ha podido confirmar Vanitatis, vive en un chalet en la Dehesa de la Villa, una zona de clase media de Madrid, veranea cada año en Ibiza y cada domingo prepara paella valenciana a los suyos.
Poco más se sabe de la otra Merche. Ella ha cuidado mucho de que su vida privada no sea más interesante que la de los Alcántara. Por eso, quizá muy consciente del revuelo que ha generado la implicación de su marido en la operación City, Ana se escapaba con sus hijos a descansar lejos del foco mediático. No está acostumbrada a protagonizar noticias que nada tengan que ver con su trabajo como actriz y su debut en este menester no ha podido ser más desagradable para ella. Una vez que los reporteros que la esperaban en el aeropuerto han accedido a no enfocar a sus hijos, ella solo ha acertado a decir: “No creo que sea el momento de hablar ahora”.
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“No grabéis a mis hijos, por favor”. Por primera vez, el gesto tierno y dulce que desprende habitualmente Ana Duato se torna seco ante los medios de comunicación. Varios periodistas esperan a la actriz en el aeropuerto de Madrid para arrancarle las primeras palabras después de que El Confidencial publicase en exclusiva que un juez había embargado las cuentas de su marido, Miguel Ángel Bernardeau, pero la mujer rubia de ojos claros que pasea la maleta en compañía de su familia dista mucho de la Merche de 'Cuéntame', ese personaje al que tan irremediablemente está ligado después de 15 años interpretándolo.