Consuelo Císcar, la popular que quiso convertirse en 'la musa del arte'
Consuelo Císcar vive pendiente de una juez que la investiga por su gestión frente al IVAM. A sus 71 años, con su marido en la cárcel, y un hijo también en el objetivo de la Justicia, no ha perdido un ápice de su desparpajo. Así es ella
“Todo en ella es un exceso”, afirma un político que la conoce bien. “Ostentosa, excéntrica y clientelista”, define otro. Lengua despierta, pasional, visceral, ambiciosa…una explosión de mujer. Hermana de Ciprià Ciscar (histórico del PSPV, ex consejero de Cultura y diputado nacional) y esposa de Rafael Blasco, ex consejero de la Generalitat, que ahora cumple prisión por desviar 1,6 millones de euros en fondos de cooperación al desarrollo, su influencia iba más allá de las colecciones de arte que apadrinaba. Císcar cuenta ya con 71 años en sus espaldas. Nació en la localidad valenciana de Picaña en el seno de una familia liberal y acomodada que confió en las monjas para que la educaran y en el que daba clases de ballet, piano, jugaba al baloncestoy cantaba en el coro.
En una entrevista a la revista 'Telva' contó que conoció a su actual marido cuando ambos tenían 17 años y él era amigo de su hermano y militaba en la extrema izquierda. No se volvieron a ver hasta diez años después y ya nada les separó. “Él me encauzó mi vida. Me enseñó la templanza, Dentro de mi barroquismo, él me ha transmito austeridad”, se lee en la entrevista. Blasco, dotado de un humor de inglés y ella con un desparpajo explosivo, eran una combinación exitosa. El matrimonio compartía una casa en Alzira en la que crecieron Cinthia, Deborah y Rafael y ahora sus nietos. El único varón y artista está siendo también investigado por su posible cooperación en el fraude cometido en el museo. Rafael o Rablaci (nombre artístico) se curtió en la Soborna y después en la Facultad de Buenas Artes de Altea. Con sólo 22 años exponía sus obras de hierro en espacios internacionales y ganaba premios de instituciones, aunque dicen que todos relacionados con entidades que colaboran con el museo.
La mecenas investigada
Pero sigamos con la política valenciana. De aquella entrevista han quedado otras perlas que retratan bien el carácter de la política valenciana como su afición por los pasodobles y las piernas en pantalón corto de su marido. Sí, han leído bien. Lo que nadie niega de Císcar es que es una trabajadora incansable a la que el amor por la cultura se lo impregnó su padre que era un mecenas. Habituada desde niña a ver a artistas en su casa, conoció a Dalí en Cadaqués, a Berlanga y a Rauschenberg (escultor pop art) en Florida y sus referentes son Luis Cernuda y Vicente Aleixandre. Tuvo su propia galería de arte en la ciudad del Turia para después conseguir un puesto de funcionaria en el Museo San Pío V. Fue Eduardo Zaplana quien le tendió la mano para entrar en política y dicen a su favor que fue la responsable de que artistas considerados de izquierdas expusieran con un gobierno popular al frente. Su carrera iba en ascenso. Después llegó el cargo como secretaria autonómica de Cultura y se le abrieronlas puerta del IVAM y los proyectos millonarios. Su sueño se había cumplido. En su currículum cuenta con una licenciatura en Empresarialesy títulos como dama de la Orden en el Château Béla de Eslovaquia, ministra de Cultura de la Orden de San Juan de Jerusalén o el Premio Woman Together 2006 por su promoción de la paz y la lucha contra la pobreza, que recogió en Nueva York junto con la reina Rania de Jordania, Hillary Clinton y Angelina Jolie. No podía estar más exultante.
En 2011 las principales asociaciones estatales de arte enviaron una carta a la Generalitar para solicitar su dimisión. Dicen que montó en cólera. Luego llegaron los anónimos a la Fiscalía y su declive no hizo más que comenzar. Pero no ha dejado de ser ella misma. A Císcar se la vió durante el juicio a Camps y no tuvo reparo en decirle a un periodista valenciano que “iba a título personal, cuando su trabajo se lo permitía, aunque reconocía que la gustaría estar todo el día”. El sumario tiene muchos datos que ensombrecen su gestión. Pagó por un cuadro del portugués Julio Quaresma 32.400 euros cuando valía 2.000, según un tasador independiente, se han detectados irregularidades en la compra y donación de obras de Gerardo Rueda a su heredero o la adquisición de fotografías a Gao Ping (acusado de ser el presunto cabecilla de una mafia china de blanqueo de capitales) que justificó públicamente como una gestión “correctísima”. Todo ello mezclado con gastos en comidas, hoteles, desplazamientos... por miles de euros. Ahora Conseulo Císcar luce un pelo oscuro, moreno, quizás para escenificar esta nueva época que vive más en la sombra, hasta que la Justicia decida sobre su destino.
¿Tienes un dispositivo móviliOSoAndroid?Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas la actualidad de nuestros famosos. Para iOS,pincha aquí,y para Android,aquí.
“Todo en ella es un exceso”, afirma un político que la conoce bien. “Ostentosa, excéntrica y clientelista”, define otro. Lengua despierta, pasional, visceral, ambiciosa…una explosión de mujer. Hermana de Ciprià Ciscar (histórico del PSPV, ex consejero de Cultura y diputado nacional) y esposa de Rafael Blasco, ex consejero de la Generalitat, que ahora cumple prisión por desviar 1,6 millones de euros en fondos de cooperación al desarrollo, su influencia iba más allá de las colecciones de arte que apadrinaba. Císcar cuenta ya con 71 años en sus espaldas. Nació en la localidad valenciana de Picaña en el seno de una familia liberal y acomodada que confió en las monjas para que la educaran y en el que daba clases de ballet, piano, jugaba al baloncestoy cantaba en el coro.