Sannino (embajador de Italia): “Si preguntan por mi mujer, digo que es mi marido”
Parece que España se ha convertido en una suerte de meca gay para los embajadores. Sannino ha tomado el relevo con fuerza del diplomático estadounidense James Costos
Es el embajador de Italia en España. Pero, además, desde su llegada a nuestro país hace un año y dos meses, se ha convertido en un referente LGTBI. Abiertamente gay y casado con un español, Santiago (ha declarado que lo que más le gusta de España es su marido), han sido varias las ocasiones en las que la preciosa embajada del barrio de Salamanca se ha convertido en lugar de encuentro 'gay friendly'.
Allí se han celebrado reuniones de colectivos o ha sido escenario de presentaciones tan importantes como la de LGTBIpol, que es una asociación de policías nacionales, municipales y guardias civiles contra los delitos de LGTBIfobia. Stefano Sannino no tiene armario del que salir.
Su llegada a España fue posterior en el tiempo a la de los embajadores, también gais, de Francia y Estados Unidos. Hace unos años parecía que nuestro país se había convertido en la meca de la diplomacia gay. En las puertas del WorldPride entrevistamos a Stefano Sannino para que nos cuente no solo su implicación con las causa LGTBI, sino su vida en España. Y también los nuevos aires que ha dado a la tradicional diplomacia italiana, como cuando hace unas semanas trajo a Raffaella Carrà a la gran Piazza Italiana que montó en el Conde Duque con motivo de la Fiesta Nacional.
Pregunta: Madrid celebra el World Pride y el primero de todos los que hubo fue en Roma en 2000. ¿Estuviste?
Respuesta: No. En el año 2000 estaba en Bruselas. Así que este será, para mí, mi primer World Pride. Y me divierte mucho la idea de poder participar y ser anfitrión de cosas que pasan en el Pride.
"Ser homosexual no es un estigma"
P: Desde que llegaste a España te has involucrado en la causa LGTBI y has puesto la embajada a disposición de muchas personas que lo necesitan para su lucha. ¿Es una de tus señas de identidad en tu labor diplomática?
R: No sé si es identidad como diplomático, pero intento hacer cosas. El trabajo que hago tiene que cubrir una parte política, otra cultural o económica. Y esta otra es también una parte importante, no solo personalmente, pues es parte de mi vida. Tenemos la necesidad de dar la cara los que somos más conocidos, no digo que seamos un ejemplo, pero es bueno que las personas más jóvenes vean que ser homosexual no es un estigma. La otra cosa que para mí es importante es la lucha para la dignidad de todas la personas. Poder amar libremente no tiene que ser un privilegio de unos, sino un derecho todos.
P: Nunca has ocultado ser gay y que estás casado con un español. ¿Lo has hecho como algo reivindicativo o simplemente de la forma más natural posible?
R: Lo hago de una forma muy natural; no quiero reivindicar nada. Para mí es una cosa normal de mi vida. Cuando alguien me pregunta si estoy casado, digo que sí. Y cuando preguntan por mi mujer, digo que es “mi marido”. (Risas) Ahora lo hacen mucho menos, pero me siguen llegando invitaciones con Sr. Embajador y Sra. (Más risas)
"En España ningún partido se posiciona contra la homosexualidad"
P: ¿Consideras que las altas instituciones, no solo las diplomáticas, están a la altura en ese sentido?
R: ¿En España? Lo que veo es que aquí es mucho mas fácil, mucho más natural y tienen un respaldo muy amplio. No hay ningún partido político que tenga una posición ideológica contra la homosexualidad. No veo un problema desde este punto de vista.
P: Has abierto la embajada a causas LGTBI y eres un punto de apoyo importante para la comunidad, en concreto para dos temas muy puntuales, como es la transexualidad y los jóvenes que son expulsados por sus padres de sus casas por su orientación sexual...
R: Son las dos cosas sobre las que me estoy centrando. Una de forma más profesional, desde hace unos meses; es un proyecto para favorecer la introducción de las personas transexuales en la vida laboral. Es uno de los colectivos más débiles y que tenemos que ayudar. Es un tema que estamos desarrollando con la Cámara de Comercio en España, armando un proyecto europeo. Va a ser uno de los ejes de mi trabajo. El otro es más, si quieres, de voluntariado activo: la Fundación Eddy, que creo que está haciendo un trabajo espectacular, dando hogar y una oportunidad de tener un futuro a chicos y chicas a los que sus padres echan de su casa a los 18 años por su orientación. Me parece un proyecto muy bonito porque son las partes más marginales de la sociedad. Pero hay otras más, otros colectivos que también hacen un trabajo muy importante, como con personas con VIH.
"Que tenga marido no debería ser noticia"
R: Tu país, Italia, también ha avanzado mucho en materia de derechos LGTBI, ¿es suficiente?
P: No es solamente un problema legislativo, en Italia tenemos que hacer cosas aún. El tema principal, lo vivo muchas veces y me gustaría que no ocurriera, es que un día no me preguntaran por ser homosexual o no serlo. O si tengo marido o no. Que eso no sea noticia. Lo que tenemos que cambiar, y esto es importante, es la mentalidad de la gente, que pueda ver homosexualidad o la transexualidad o la bisexualidad, cualquier orientación, la que sea, no como una cosa rara, sino como alguien que es pelirrojo. ¡Nadie te pregunta cómo te sientes por tener el pelo rubio! Cuando lleguemos a esto, habremos hecho todo el camino. Pero queda mucho de apertura de la sociedad, en las escuelas, en las familias…
P: Pero eso no es solo en Italia, en España yo ahora te estoy haciendo las mismas preguntas…
R: Sí, esto no lo digo solo en cuanto a Italia, también pasa aquí. En todos lados.
P: Y a nivel legal, ¿los pasos que se han dado en Italia son suficientes?, ¿hay que dar más?
R: Es un primer paso, pero es importante, el reconocimiento de los derechos de todas las parejas. Tenemos que llegar al reconocimiento del matrimonio. No nos atrevimos a decir que dos personas del mismo sexo puedan casarse y que eso sea un matrimonio. Es una cosa que tenemos que superar. No se ha hecho todo el camino para que todos los seres humanos sean verdaderamente iguales en la sociedad. Este Gobierno ha tomado la decisión de hacer algo en concreto y lo ha conseguido: ha puesto a Italia en la línea de otros países. Es el principio de otras cosas que se tienen que hacer, pero es un buen comienzo.
"Nunca he tenido un problema de protocolo"
P: ¿En tu trayectoria diplomática has tenido alguna vez problemas en asuntos de protocolo por ir con tu marido?
R: Nunca. Hemos pasado muchos años en Bruselas trabajando en común con cero problemas.
P: Tras Estados Unidos y Francia [que tuvieron embajadores gais aquí, aunque ya están en nuevos destinos], ahora Italia. ¿Es España el paraíso de la diplomacia gay?
R: No sé [piensa]. Eso me parece forzar las cosas. Puede pasar que vengan aquí embajadores gais como van a otro sitio. Pero es cierto que España en materia LGTBI ha hecho un recorrido muy amplio y es ejemplo en Europa. Y también es cierto que te sientes cómodo en un país en el que tienes la sensación de que la gente también se siente cómoda.
P: ¿Se ha puesto al día el cuerpo diplomático en asuntos LGTBI?
R: Creo que se está adaptando. Cada vez hay más y más parejas homosexuales, y no es algo que suponga un problema en el ámbito de la diplomacia; no más que en otros ámbitos sociales.
"Criticar políticas es un derecho y una obligación"
P: Siempre quisiste dedicarte a la carrera diplomática, desde los 16 años…
R: Sí. Y nunca he cambiado de idea.
P: Como embajador de Italia, ¿qué opinas del Brexit y de las corrientes antieuropeas que están surgiendo ahora?
R: Es una cosa muy triste. Pensar que Europa, que ha hecho tanto para todos, en tantos sectores de nuestra vida, tenga ahora una necesidad de justificar su existencia. Hay que distinguir entre políticas que igual no han sido un éxito y la construcción europea. El que algo pueda fallar no significa que haya que cargarse la arquitectura del complejo. Ese es el riesgo que hemos corrido por un periodo. Creo que las cosas están cambiando un poco en los últimos meses, con las elecciones en Austria, en Holanda, en Francia... Se cuestiona mucho menos la construcción europea, aunque sí se cuestionen algunas de sus políticas. El Brexit ha sido un shock y la elección de Trump en Estados Unidos, que pone en cuestión el sistema multilateral con su actitud unilateralista, ha generado una reacción positiva. Las cosas se están empezando a mirar de forma distinta. Criticar políticas no solo es un derecho, sino una obligación, y se pueden criticar, pero preservando la estructura.
"Los estereotipos reflejan algunas cosas, pero no todo"
P: ¿Cómo es tu vida en España? ¿Qué cosas haces?
R: Entre otras cosas, trabajar mucho [ríe]. Tengo un oficio que me permite tener una mirada amplia de todos los temas de sociedad de España: económicos, comerciales, políticos, culturales, sociales, europeos… Ver los 360 grados la realidad del país y no solo lo que es Madrid. Intento viajar y conocer todas las autonomías. La verdad es que tengo un trabajo fascinante, porque entro en contacto con muchos segmentos.
P: Y Madrid, ¿te gusta?
R: Me parece una ciudad fascinante, muy divertida: abierta, vivaz y de un ritmo muy intenso.
P: ¿Los italianos son tan coquetos como dice la leyenda?
R: No lo sé. Los estereotipos reflejan algunas cosas, pero no todo. Los italianos, como los españoles, tenemos un trato humano muy fuerte. Y las relaciones personales son importantes en todos los aspectos de la vida. ¿Eso es ser coqueto?
P: La moda es un punto fuerte en la economía italiana, ¿qué posición ocupa en tu vida?
R: Me gusta vestir, no sé si decir bien; es parte de nuestra vida. Habla a los otros de ti. Hay momentos en los que tiene un papel más importante, con colores llamativos; otros en los que me gusta ser más simple.
P: Momento recepción en embajada. ¿Cuánto tiempo necesita un embajador para prepararse?
R: Otros no tengo ni idea. Yo muy poco. Decido bastante rápido. Abro el armario y veo lo que se adapta a ese momento.
'Mi marido: lo que más me gusta de España'
P: Llevas ya año y dos meses en España, llegaste en marzo de 2016. Con esta perspectiva, ¿qué es lo que más te gusta? Hace justo un año, en una entrevista para 'Shangay', dijiste que lo que más te gustaba de nuestro país es tu marido.
R: Pues sigue siendo lo que más me gusta, no cabe duda (gran carcajada)... Incluso, ¡aún más! Este país es una maravilla con un montón de oportunidades, he hecho muchos amigos. Un periodo de mi vida muy bonito. Profesionalmente es muy interesante: toda mi vida he hecho un trabajo multilateral y es la primera vez que hago un trabajo bilateral. Lo que he intentado hacer es dar una cara un poco distinta al trabajo de la embajada, también intentar que sea un punto de referencia para los muchísimos jóvenes italianos que viven y trabajan en España, creando un puente humano y cultural, una cultura casi mestiza.
"Madrid tiene una vida gay muy abierta"
P: ¿Te gustaría quedarte mucho tiempo entre nosotros?
R: Mira, en nuestro trabajo siempre te imaginas que te quedas hasta la eternidad, pero también sabes que te puedes ir en cualquier momento…
P: Ya para terminar, y hacerlo de una manera lúdica, una pregunta muy ‘comprometida’ para un embajador: ¿tras todo este tiempo en Madrid, es más divertida la vida gay en España o en tu país?
R: Es muy fácil de responder, nada complicada: es evidente que Madrid tiene una vida gay mucho mas abierta, donde puedes ir mucho más tranquilamente, no es una pregunta nada difícil. Pero las ciudades no son solamente eso, tengo mucho cariño a muchos sitios, pero Madrid me encanta. Cada ciudad representa algo para ti, estableces unas conexiones. Desde ese punto de vista, Madrid me encanta, Barcelona me encanta, Bruselas me encanta, Nápoles… Para mí es como un juego que cada vez que conozco una ciudad digo: “Ufff, me quedaría a vivir aquí”. Y muchas de ellas son españolas.
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Es el embajador de Italia en España. Pero, además, desde su llegada a nuestro país hace un año y dos meses, se ha convertido en un referente LGTBI. Abiertamente gay y casado con un español, Santiago (ha declarado que lo que más le gusta de España es su marido), han sido varias las ocasiones en las que la preciosa embajada del barrio de Salamanca se ha convertido en lugar de encuentro 'gay friendly'.