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Samantha Vallejo-Nágera nos abre el álbum de su boda en su 20 aniversario: "No cambiaría nada"
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EMOTIVA, FAMILIAR Y CON TOQUES VINTAGE

Samantha Vallejo-Nágera nos abre el álbum de su boda en su 20 aniversario: "No cambiaría nada"

La chef y jurado de 'MasterChef' ha cumplido esta primavera 20 años de casada con Peru Aznar. Con ella hemos repasado su gran día y abierto su hasta ahora secreto álbum de boda

Foto: Samantha Vallejo-Nágera, en una instantánea de su boda. (Cortesía)
Samantha Vallejo-Nágera, en una instantánea de su boda. (Cortesía)

El 27 de abril es una fecha especial para Samantha Vallejo-Nágera. Más aún este año, cuando su marido, Pedro (Peru) Aznar, y la conocidísima chef y jurado de ‘MasterChef’ han celebrado 20 años de feliz matrimonio. Cuatro hijos, seis libros y media vida más tarde, la pareja nos abre su álbum de boda para repasar los datos más emotivos del que fue su gran día, simiente del imperio que a lo largo de su carrera ha levantado Samy, como la conocen sus allegados, en torno al cada vez más rentable negocio de las bodas.

No cambiaría nada. Me parece que siendo una boda de hace 20 años sigue siendo actual ahora mismo”, nos confiesa la fundadora del catering Samantha de España, uno de los más solicitados en todo tipo eventos, mientras hojea el álbum.

placeholder Samantha y su marido, Peru Aznar. (Bibiana Fierro)
Samantha y su marido, Peru Aznar. (Bibiana Fierro)

Una boda familiar de apenas 80 invitados que los novios celebraron en Pedraza, quizá el lugar más especial para la chef de origen francés. Allí no solo tiene una casa en la que disfruta de sus hijos y su marido prácticamente todos los fines de semana, sino que a pocas calles vive su madre y mano derecha en los eventos. En De Natura, su histórica tienda de decoración, abrió hace años un espacio para bodas y acontecimientos de todo tipo, en el que es complicado encontrar fecha para casarse, y en plena plaza del pueblo, Casa Taberna, un restaurante con tres espacios diferentes y cuatro exclusivas habitaciones de hotel.

Un emporio nupcial cuya idea nació precisamente a raíz de la celebración de su boda, allá por 2002. Un enlace que tuvo lugar en una de las salas de ayuntamiento de la localidad segoviana, una de las más encantadoras de España, y que continuó por sus calles hasta altas horas de la madrugada.

Boda civil y fiesta en casa

“Fuimos 80 personas. Tan solo acudió nuestra familia más cercana: mi familia de Francia y de España, la de Peru y 5 o 6 amigas mías. Fue muy pequeña. La gente con la que más estaba en contacto en ese momento de mi vida”, recuerda la empresaria.

En cuanto a la ceremonia, “fue una boda civil”, continúa. “Hablaron la hija de Peru y mi hermano Colate, y a la salida nos tiraron pétalos de rosa y arroz. Los arreglos los hicimos todos con muguet que trajo mi tía de Francia en macetitas y plantamos en el jardín. La noche que lo trajimos casi se nos muere todo, pero al final resultó estar en flor el día de la boda. Sigue plantado en casa y todos los años florece alrededor del 15 de mayo. Eso sí, los anillos no me acuerdo de dónde eran”.

placeholder Los novios, a la salida del ayuntamiento. (Bibiana Fierro)
Los novios, a la salida del ayuntamiento. (Bibiana Fierro)

Un enlace sencillo que continuó apenas unos minutos después en la espectacular casa de piedra que su madre, Sabine Déroulède, posee desde hace décadas en Pedraza.

placeholder Detalle del jardín. (Bibiana Fierro)
Detalle del jardín. (Bibiana Fierro)

“De ahí [del ayuntamiento] fuimos directos a casa de mi madre, donde servimos un cóctel en el jardín que quedó espectacular. Fue una boda supercasera”. El catering fue, como no podía ser de otra manera, el de la propia Samantha y constó de dos partes: un cóctel de pie alrededor de la piscina y una comida sencilla y auténtica en otro espacio de la casa.

Servimos ensalada de puerro y gambas de primero, rabo de toro de segundo y ponche segoviano de postre. Casi no me acuerdo después de tantos años”, bromea. En cuanto a la decoración, no dejaron nada al azar (marca de la casa).

placeholder El cóctel se sirvió alrededor de la piscina. (Bibiana Fierro)
El cóctel se sirvió alrededor de la piscina. (Bibiana Fierro)

“Las mesas (diez en total) y sillas fueron de teca, que por entonces eran toda una novedad y las vestimos con unos manteles de hilo espectaculares y decoramos con unas copas enormes, que entonces no se veían tampoco y que mi madre decoró con unas orquídeas a las que quitó la tierra y veías a través del agua la raíz. La verdad es que quedó supermoderno y bonito”.

El tiempo, sin duda, les acompañó y pudieron disfrutar del jardín hasta altas horas de la madrugada. “Luego no había ninguna juerga planteada aunque la gente se animó y estuvimos cantando y bailando hasta el anochecer. Fue muy bonito”.

Un vestido vintage y unos zapatos de ensueño

En cuanto al look elegido por Samantha, desde luego no dejó a nadie indiferente. Lejos de vestirse con un clásico diseño largo de novia, con velo y los tradicionales elementos, optó por un atuendo mucho más singular y fresco, rebosante de personalidad.

placeholder Samantha se decantó por un diseño vintage de su madre. (Bibiana Fierro)
Samantha se decantó por un diseño vintage de su madre. (Bibiana Fierro)

“El traje era un vestido que tenía mi madre antiguo, de un anticuario de Pedraza que curiosamente tenía la tienda en el edificio que hoy es mi casa. Me lo arregló Caprile y me hizo un faldón debajo. Yo quería ir así porque era una boda de mediodía, sencilla y familiar como de casarte en tu casa, y escogí este traje que me encantaba. Sobre todo porque era de mi madre”, asegura emocionada.

En cuanto a los complementos, también fueron de lo más originales. “Los zapatos me los compré en una zapatería en Inglaterra, en Londres. Me acuerdo que me costó muchísimo conseguirlos pero es que me encantaban, y también llevé unos guantes de encaje. Yo creo que ahora me saco un pelín más de partido que antes”, bromea.

placeholder Detalle del guante de Samantha. (Bibiana Fierro)
Detalle del guante de Samantha. (Bibiana Fierro)

Su marido sí que optó por una vestimenta más clásica, con un chaqué de tres piezas: “Peru iba guapísimo, de azul marino”.

Su madre, de Caprile

En cuanto a su madre, Sabine, también escogió un diseño con guiño especial para el gran día de su hija: “Ella iba vestida de Lorenzo Caprile con un conjunto de dos piezas inspirado en los trajes regionales segovianos, con una falda de fieltro y un corpiño negro”. Atemporal y original, qué más se puede pedir.

placeholder La madre de Samantha, Sabine. (Bibiana Fierro)
La madre de Samantha, Sabine. (Bibiana Fierro)

Un fiestón, un mes después

“Un mes después hicimos una fiesta de disfraces en el Soto Mozanaque con 500 personas con temática de novios. Todos los invitados fueron vestidos de novios y lo pasamos bomba. Eso sí que fue una juerga en toda regla”, recuerda.

El 27 de abril es una fecha especial para Samantha Vallejo-Nágera. Más aún este año, cuando su marido, Pedro (Peru) Aznar, y la conocidísima chef y jurado de ‘MasterChef’ han celebrado 20 años de feliz matrimonio. Cuatro hijos, seis libros y media vida más tarde, la pareja nos abre su álbum de boda para repasar los datos más emotivos del que fue su gran día, simiente del imperio que a lo largo de su carrera ha levantado Samy, como la conocen sus allegados, en torno al cada vez más rentable negocio de las bodas.

Samantha Vallejo Nágera
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