La boda de Elisabeth y Enrique: dos vestidos de novia, influencers y mucha fiesta
La novia es dueña de una conocida clínica de estética en Barcelona y el novio, un empresario gastronómico, una pareja que ha celebrado un enlace por todo lo alto
El pasado fin de semana las bodas han marcado la actualidad de la crónica social. A los mediáticos enlaces del futbolista Jordi Alba y Romarey Ventura en Sevilla, el empresario Daniel Arigita con la cantante Clara Muñiz en las playas de Marbella, o la boda de la hija de Pepe Navarro y Eva Zaldívar, se suma uno más. Sus protagonistas, aunque no son famosos al uso, si son dos personas influyentes en Barcelona. La novia es Elisabeth Álvarez, dueña de una conocida clínica de medicina y cirugía estética de la ciudad condal, Inout, y el novio, Enrique Tomás, un empresario gastronómico, una pareja que también ha celebrado un enlace por todo lo alto.
No han faltado dos vestidos de novia, diseños exclusivos firmados por Rosa Clará, un gran despliegue de luces y colores para la fiesta y hasta una lista de invitados VIP con influencers, políticos y chefs. Nos adentramos en su preciosa boda.
Tras nueve años juntos y un hijo en común, Elisabeth y Enrique decidieron formalizar su relación y contraer matrimonio. Fue el pasado sábado, a media tarde, concretamente a las 18.00 horas, y en Mas Cabanyes, una masía del siglo XVI rodeada de bosque en la costa del Maresme, a tan solo 30 minutos de Barcelona, concretamente ubicada en el municipio de Argentona. Curiosamente, los novios habían regresado esa misma mañana directos de Sevilla, hasta donde se habían desplazado para acudir a la boda de Jordi Alba y Romarey Ventura.
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Como testigos de su gran día, algo más de 400 invitados que aguardaban la llegada de la novia en un espectacular montaje al aire libre con sillas de forja, mucha vegetación y decoración floral en blanco. Mismo color para la extensa alfombra por la que Elisabeth Álvarez y su padre tuvieron que desfilar para llegar al altar donde esperaba un impaciente Enrique bajo un arco de flores.
La empresaria tenía una idea muy clara de qué estilo quería para su vestido de novia. "No quería ser clásica, pero si verme elegante. Mi deseo era lucir un traje que me hiciera sentir muy novia", ha contado Elisabeth a la redacción de Vanitatis. Con esa base y siempre asesorada por el equipo de la diseñadora catalana, acudió al taller de Rosa Clará, quien, papel y lápiz en mano, esbozó los dos trajes nupciales que después luciría en su boda.
El primero de los modelos tenía que ser sofisticado y al mismo tiempo, escapar de los patrones tradicionales. "Soñaba con una cola larguísima y el velo que era innegociable", comenta la protagonista. Basándose en estos deseos, Rosa Clará ideó un su taller un vestido exclusivo y a medida con cuerpo de encaje repleto de pedrería, escote profundo en 'V', manga larga, falda recta con cola y espalda descubierta con botones forrados.
Su larga melena suelta con ondas naturales, un pequeño velo de tul, unos pendientes de strass en cascada, unas sandalias de plataforma de la marca nupcial catalana y un ramo en verde y blanco completaron el look que la empresaria llevó para darle el 'sí, quiero' a Enrique Tomás.
Convertidos en marido y mujer, dieron comienzo los festejos. Varios grupos de música en directo, juegos para entretener a todos los asistentes, una sorpresa detrás de otra; a la mesa, un despliegue gastronómico para deleitar sus paladares y como fin de fiesta, una feria. ¿El resumen? En palabras de la propia novia, "Fue una boda con jarana desde el primer minuto".
Momento para el cambio de look de la novia. También de Rosa Clará y con el objetivo de ayudar a Elisabeth a sentirse cómoda y a gusto para disfrutar del banquete y darlo todo en el baile, la diseñadora optó por crear un vestido exuberante y sexy fiel a la personalidad de estilo que caracterizan a la beauty experta. "Quería un segundo de novia muy cañero", nos ha confesado. Como fuente de inspiración, la estética de diosa griega y como resultado, un traje de líneas sugerentes con escote en pico, sobremangas de tul, bordados metalizados y abertura frontal.
Entre esos célebres invitados se encontraban las influencers Aida Domenech, su exmujer, Alba Paul; Natalia Beciu o Anabel Hernández. También asistieron la actriz Marta Torné, la cantante Bad Gyal, el cocinero José María Kao o el político Xavier García Albiol.
Ellos y el resto de asistentes se llevaron a casa, además del recuerdo imborrable de vivir una celebración del amor por todo lo alto, un pack de belleza de Fengo by Elisabeth Álvarez, la tienda online multimarca de cosmética propiedad de la novia, y como parte del novio, productos gourmet de primera calidad. Como momentazo viral, el matrimonio sorprendió a la instagramer Dulceida con un obsequio personalizado: unas botellas con su nombre.
El pasado fin de semana las bodas han marcado la actualidad de la crónica social. A los mediáticos enlaces del futbolista Jordi Alba y Romarey Ventura en Sevilla, el empresario Daniel Arigita con la cantante Clara Muñiz en las playas de Marbella, o la boda de la hija de Pepe Navarro y Eva Zaldívar, se suma uno más. Sus protagonistas, aunque no son famosos al uso, si son dos personas influyentes en Barcelona. La novia es Elisabeth Álvarez, dueña de una conocida clínica de medicina y cirugía estética de la ciudad condal, Inout, y el novio, Enrique Tomás, un empresario gastronómico, una pareja que también ha celebrado un enlace por todo lo alto.