Boda en el clan Preysler este fin de semana: así fue el último enlace que reunió a la familia

La próxima tarde del 9 de julio, Álvaro Castillejo, el primo menor favorito de Tamara Falcó, conseguirá un hecho insólito después de casi cinco años: reunir de nuevo al clan Preysler al completo. Lo hará con motivo de su boda, sin duda una de las más esperadas de la temporada, con Cristina Fernández Torres, en la que veremos a Isabel ejercer de madrina debido al prematuro fallecimiento de su madre en el año 2011.

La última fotografía en la que pudimos ver a todos los miembros de la familia juntos, aunque con la ausencia de Enrique Iglesias, se produjo el 7 de diciembre del 2017 en la isla caribeña de Mustique durante el enlace de Ana Boyer con el tenista Fernando Verdasco, uno de los ‘sí, quiero’ más especiales de los últimos tiempos.

Con su reconocible sofisticación Isabel Preysler posaba junto a sus hijas, momentos antes de que una de sus pequeñas caminase hacia el altar, enfundada en un modelo largo de tirantes, que constaba de un vestido base de tonalidad perla con cuello redondo y falda suelta, sobre el que reposaba otro diseño transparente con la misma silueta, pero de manga corta, con bordados vegetales a mano.

Por su parte, Tamara Falcó, hermana inseparable de la novia, seleccionaba un diseño largo fluido en color nude de tirantes con escote redondo y ligera apertura central en la falda, cuyo protagonista era un bordado vegetal a mano sobre la zona abdominal.

Estilismo nupcial

Ana Boyer, gran protagonista de la velada, lució un vestido nupcial exclusivo realizado por Hervé Moreau, el director creativo de Pronovias en ese momento, precisamente para la ocasión. El diseño de escote corazón y silueta sirena, que contaba con unos manguitos largos desmontables, se encontraba confeccionado en paillettes de nácar y pedrería de cristal, y decorado, a su vez, con aplicaciones de guipur. Sin embargo, el gran protagonista del estilismo fue un velo de tul de un total de tres metros y medio de largo.

Además, la hija pequeña de Isabel Preysler complementó el diseño con joyas de oro blanco y diamantes de la firma Suárez. También lució una peineta en forma de diadema baja, en plata vieja y pedrería, de Pronovias, la misma firma que diseñó el vestido.

El novio

El tenista Fernando Verdasco confió en la clásica marca Pedro del Hierro, que elaboró para el deportista de élite un traje de tres piezas en color beis, al que por supuesto se incorporó un chaleco, además de una camisa blanca y una corbata de tonalidades azules.

La ubicación

El ahora matrimonio decidió sellar su historia de amor a 6.000 kilómetros de distancia de la capital española. Concretamente en Mustique, una isla privada paradisiaca situada en el Caribe, en la que reina la tranquilidad y el buen clima. Allí alquilaron una impresionante villa con vistas a la bahía de l’Ansecoy, que contaba con siete suites y una piscina infinity, en la que se alojaron casi el total de los 60 invitados que se desplazaron al otro lado del charco para disfrutar del evento.

Julio José: padrino

Ana Boyer caminó hacia el altar acompañada por su hermano más cómplice: Julio José Iglesias. Sin embargo, la socialité ha reconocido posteriormente en numerosas ocasiones que echa muchísimo de menos a su padre, Miguel Boyer.

La ausencia de Enrique

Dentro de un ambiente tan íntimo, la ausencia de Enrique Iglesias dentro de la fotografía del clan Preysler resonó más que nunca. Sin embargo, la novia reconoció que días antes de la boda estuvieron celebrando todos juntos su amor con él en Miami, como lo hacen las grandes familias.

Testigos masculinos

El reconocido tenista Feliciano López, otros amigos del novio como Garry Toussaint, David Marrero, Claudio Soliva y su hermano Marco Verdasco fueron los hombres elegidos para asumir el rol de testigos durante el enlace.

Decoración

Ana Boyer y Fernando Verdasco decidieron recrear una esencia tropical a través de la decoración con mesas imperiales, decoradas con manteles blancos y centros de mesa con flores de tonalidad verdosa, sillas de cañas de bambú, la incorporación de palmeras y plantas enredaderas e incluso luces de guirnaldas para aportar un toque más cálido y bohemio al ambiente.

Menú

La cena consistió en una vichyssoise, langosta, un guiso de mariscos con arroz caribeño y, de postre, una tarta nupcial clásica de nada más y nada menos que tres pisos.