Álvaro Bilbao tiene las claves para conectar con tu hijo emocionalmente
Los niños pequeños no tienen la habilidad comunicativa para expresarnos lo que desean, por eso es importante entender su comportamiento para saber lidiar con él
Según este experto psicólogo en educación positiva, un niño pequeño no te va a decir: “Me siento desconectado de ti”, por lo que se comportará de cierta manera que tendrás que saber descifrar porque de alguna u otra forma siempre “mostrarán su necesidad” a los padres. En nuestra labor como padres está saber interpretar sus señales, de las cuales este experto neuropsicólogo que tiene tres hijos nos da las claves, como ya ha hecho para mantener una buena relación de pareja cuando tengas niños pequeños.
En primer lugar, el doctor Bilbao habla de que los hijos cuando son pequeños pueden llegar a darnos un manotazo o pegarnos como su “manera desesperada" de llamar nuestra atención e incluso entrar en contacto físico con nosotros. También pueden llegar a seguirnos a todas partes a pesar de que estén cansados, se sientan frustrados o vulnerables, expresando de esta forma la angustia que les produce separarse de nosotros.
Un hecho que puede acentuarse si nos acabamos de enfadar con ellos y les hemos regañado y para el que tendrás que practicar la paciencia. Muy habitual es que nuestros hijos molesten a sus hermanos como una llamada de atención. Un instinto natural de quitar de en medio a personas que compiten por tu atención como cuidador y que se suele acentuar cuando, tras pegar a uno de nuestros hijos, acudimos antes a regañar o castigar al que pega o incordia antes que atender al agredido.
Cuando los hijos son pequeños, es muy probable que te hayan dicho: “Mamá, mira esto o lo otro, mira lo que hago”. Para un niño pequeño, sentir la mirada de sus padres es esencial para sentirse validado, explica este experto, puesto que así construyen su autonomía. Aunque puedan parecer pesados, en realidad quieren decir, según el doctor Bilbao: “Verme reflejado en tus ojos me ayuda a ver mi valor”.
También pueden pedirte brazos cuando necesiten conectar contigo, porque el contacto físico que un niño recibe cuando está en tus brazos o le sientas sobre tus piernas le ayuda a generar oxitocina y calmar los niveles altos de cortisol, que pueden aparecer cuando está cansado o se siente solo. Toda una estrategia adaptativa de lo más inteligente.
Por último, este experto habla de que los niños pueden lloriquear o pedir las cosas gimoteando. Una llamada para reclamar la atención de los padres y hacerles saber que necesitan “algo más” de lo que están pidiendo, traducido en que quieren atención y conexión.
Según este experto psicólogo en educación positiva, un niño pequeño no te va a decir: “Me siento desconectado de ti”, por lo que se comportará de cierta manera que tendrás que saber descifrar porque de alguna u otra forma siempre “mostrarán su necesidad” a los padres. En nuestra labor como padres está saber interpretar sus señales, de las cuales este experto neuropsicólogo que tiene tres hijos nos da las claves, como ya ha hecho para mantener una buena relación de pareja cuando tengas niños pequeños.