Cinco sencillas técnicas de mindfulness para aliviar el estrés

En nuestra vorágine del día a día, a veces, resulta casi imposible sacar tiempo para nosotras mismas. Muchas veces tendemos a pensar que necesitamos largos periodos de tiempo al día para relajarnos, desconectar y dejar al margen los agobios del día a día. Pues bien, esta creencia es errónea ya que solo necesitamos unos minutos al día para observarnos, escuchar a nuestro cuerpo y ser conscientes de nuestras necesidades vitales.

Aquí es donde entra en juego el 'mindfulness', también conocido como método de atención plena o conciencia plena, y que consiste en estar atento de manera intencionada a lo que hacemos en un momento determinado, sin juzgarnos ni aferrarnos a ninguna sensación y sin rechazar lo que nos aporte la propia experiencia.

Para empezar a liberar estrés de nuestro cuerpo, los ejercicios de respiración consciente son un ejercicio muy efectivo para calmarnos rápidamente. Esta técnica consiste en dedicar unos minutos a concentrarse en la respiración, esto es, inhalar profundamente por la nariz, mantener el aire unos segundos y exhalar lentamente por la boca. Concentrarnos en nuestra propia respiración y ser conscientes del paso del aire a través de nuestras vías respiratorias, puede ayudarnos rápidamente a reducir la ansiedad acumulada.

Otra técnica muy útil es la del escaneo corporal, con esta práctica, que implica centrar la atención en las diferentes partes del cuerpo (comenzando desde los dedos de los pies hasta la cabeza), conseguimos enfocarnos en cada área de nuestro cuerpo y observar si existe algún tipo de tensión o incomodidad, utilizando la respiración para liberar esos puntos de estrés. Este ejercicio no solo mejora la conciencia corporal, sino que también logra una relajación profunda.

La meditación guiada es otra de las opciones para introducirse al mindfulness. Existen diferentes tipos de meditaciones guiadas en internet que conducen paso a paso hacia la relajación a través de visualizaciones y ejercicios de respiración. Estas meditaciones pueden variar en su duración, pueden ir desde unos minutos hasta una hora, adaptándose así a la disponibilidad de tiempo y necesidades individuales.

Por lo que a la atención plena respecta, esta herramienta consiste en ser plenamente conscientes de las actividades cotidianas que realizamos. Sirven tareas tan simples como cepillarse los dientes, comer o caminar al trabajo. Lo que se pretende es que observemos todos los detalles a nuestro alrededor, como sonidos, sabores, formas... y que estemos concentrados en la actividad que estamos realizando en ese preciso instante, sin que nuestra mente se llene con otros pensamientos que nada tienen que ver con el momento presente que estamos viviendo.

Como última propuesta, dedicar unos minutos cada día (por ejemplo, a la hora de meternos en la cama) a reflexionar sobre lo que tenemos en nuestra vida y que nos hace sentir felices y agradecidos, puede tener un impacto muy positivo en nuestro estado de ánimo y ayuda a reducir los niveles de estrés.

Estas técnicas de mindfulness son herramientas accesibles y efectivas para cualquier persona que busque reducir el estrés y mejorar su bienestar emocional. Incorporarlas poco a poco a la rutina diaria puede suponer un cambio muy beneficioso para nuestra salud, llevándonos a una vida mucho más sosegada y equilibrada.