Tipos de meditación para la noche, así te ayuda a dormir mejor y relajarte

Uno de los pilares fundamentales para poder gozar de buena salud es ser capaz de descansar de forma óptima. En ocasiones estamos tan pendientes de cuidar nuestra alimentación, con una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico, que es mejor adaptar a las necesidades de cada uno e incluso a su edad, y tratar de compaginar nuestra vida social con la laboral, que descuidamos el descanso.

Tampoco es raro que las preocupaciones que nos mantienen alerta durante el día nos acompañen también a la hora de irnos a dormir, haciendo que conciliar el sueño sea más complicado y convirtiendo la hora de irnos a la cama en un momento incómodo en lugar de uno placentero. La meditación puede ayudarnos, puesto que gracias a esta práctica lograremos relajar el cuerpo y calmar la mente, así como reducir nuestros niveles de estrés y ansiedad que pueden impedir que durmamos plácidamente.

Aunque a menudo asociamos las noches que pasamos sin dormir con una jornada mucho más complicada de sobrellevar al día siguiente, con problemas para concentrarnos, mal humor e incluso jaquecas, un correcto descanso es también esencial para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, así como a regular diversas funciones del sistema nervioso central y ayuda a que se recarguen nuestras energías.

Lo ideal es dormir una cantidad de horas suficiente para que al día siguiente nos sintamos descansadas, esta varía en función de la edad, pues no son las mismas las necesidades de un bebé que un hombre adulto.

Respiración consciente

Existen muchos motivos por los que una persona puede padecer insomnio, una incapacidad para dormir las horas necesarias, que en una persona adulta suelen ser entre siete y nueve horas.

Como hemos señalado anteriormente, el estrés al que estamos sometidos en nuestro día a día puede ser un motivo, pero hay muchos más factores que pueden alterar nuestras rutinas de sueño, por ejemplo el uso de estimulantes, como la cafeína, hábitos inadecuados, como horarios poco regulares, o problemas de carácter médico que tendremos que consultar con un profesional para solucionar cuanto antes.

Una de las formas más típicas de meditación a la hora de prepararnos para poder conciliar el sueño es la basada en la respiración, que además es una de las más sencillas, solo será necesario concentrarnos en nuestra respiración.

Al canalizar nuestros pensamientos en este sencillo proceso podremos ayudarnos a evitar que sean otros los pensamientos que nos distraigan y nos impidan relajarnos lo suficiente para conciliar el sueño. Con cada respiración podremos sentir cómo la tensión abandona nuestro cuerpo.

Meditación guiada

En este tipo de meditaciones contamos con la guía de un profesor o un maestro que, a través de su voz nos indica el camino que tenemos que recorrer hasta alcanzar el estado de relajación plena que buscamos. Para que la meditación guiada sea efectiva tendremos que concentrarnos en los pasos que nos señalan y tratar de que nuestra mente no se disperse, en caso de que eso suceda tendremos que tratar de que nuestra atención regrese a las pautas que nos están dando, sin dejar que divague.

Escaneo corporal

Esta técnica de meditación propone hacer un repaso por nuestro cuerpo, escanearlo, concentrándonos en cada parte de nuestro cuerpo durante unos segundos y analizando la forma en la que nos sentimos, las diferentes sensaciones que en ese momento se producen en nuestro cuerpo, también sensaciones físicas como la tensión y el dolor. Concentrarnos nos puede resultar muy útil a la hora de relajarnos, por eso esta técnica resulta tan práctica.

Visualización

En este método de meditación formamos imágenes en nuestra mente que nos conducen a un lugar o situación de paz, una vez que la tengamos tendremos que concentrarnos para reconocer las emociones y sensaciones que provocan en nosotros.

Podemos hacerlo por nuestra cuenta, pero no es mala idea comenzar con la ayuda de una guía, que hará que el proceso resulte más sencillo, así como practicar unos minutos de respiración profunda antes. Igual que sucede con todas las técnicas anteriores, en este caso también conviene sentarse o tumbarse en una postura cómoda.

Aunque los resultados de la meditación no son inmediatos, tampoco son necesarias demasiadas sesiones para comenzar a notar sus beneficios, practicando alguna técnica de meditación diariamente podremos lograr sentirnos más relajados y tranquilos, consiguiendo reducir nuestros niveles de estrés y logrando que conciliar el sueño nos resulte más sencillo.