Estos son los ejercicios que te ayudarán a mantener una buena salud cerebral a partir de los 40 años
No solo nuestro cuerpo agradecerá que practiquemos ejercicio con regularidad, sino que también nuestra mente se beneficiará de este hábito saludable
A partir de los 40 años, hay aspectos de nuestra salud, tanto física como mental, que debemos cuidar para poder mantenernos en forma. También es esencial a la hora de preservar habilidades como son la memoria y el aprendizaje. Según diversos estudios el ejercicio físico es el gran aliado para conseguirlo.
La neuróloga estadounidense, Kim Johnson Hatchett, asegura a este respecto, en su cuenta de TikTok que tanto los ejercicios cardiovasculares como el entrenamiento de fuerza son fundamentales durante este proceso.
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El ejercicio favorece el flujo sanguíneo hacia el cerebro, lo que ayuda a mantener las funciones cognitivas. Además, promueve la liberación del factor de crecimiento nervioso (NGF), una proteína clave para proteger las neuronas y fomentar la creación de nuevas conexiones cerebrales. Estos efectos contribuyen a reducir el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como la demencia o el Alzheimer.
Entre las actividades más recomendadas destacan caminar, correr y nadar, todas ellas cardiovasculares, con efectos positivos en la memoria y la concentración. La natación, por ejemplo, es un ejercicio completo que no solo trabaja el cuerpo, sino también la mente, estimulando la formación de nuevas conexiones neuronales.
El entrenamiento de fuerza es igualmente importante. Ejercicios como sentadillas o flexiones de bíceps con pesas ligeras no solo conservan la masa muscular, sino que también favorecen el mantenimiento de las conexiones neuronales. A medida que envejecemos, la pérdida de masa muscular puede impactar en la salud cerebral, por lo que es fundamental incluir este tipo de ejercicios en la rutina diaria.
La doctora Johnson Hatchett recomienda realizar entre 25 y 30 minutos de ejercicio cardiovascular a diario, complementados con tres o cuatro sesiones semanales de entrenamiento de fuerza. La clave está en la constancia, que permitirá disfrutar de beneficios tanto físicos como mentales a largo plazo.
Probar actividades nuevas, como aprender un deporte o explorar diferentes tipos de ejercicios, resulta muy beneficioso para el cerebro. Estos estímulos no solo favorecen la formación de nuevas conexiones, sino que también mejoran la plasticidad cerebral.
Incorporar ejercicio físico a la vida diaria a partir de los 40 no solo fortalece el cuerpo, sino que también protege al cerebro de enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Eso sí, antes te recomendamos pasar por la consulta de tu especialista médico para que te asesore en cualquier cambio de hábitos que decidas implementar, así podrás tener información veraz adaptada a tu historial de salud.
A partir de los 40 años, hay aspectos de nuestra salud, tanto física como mental, que debemos cuidar para poder mantenernos en forma. También es esencial a la hora de preservar habilidades como son la memoria y el aprendizaje. Según diversos estudios el ejercicio físico es el gran aliado para conseguirlo.