'Operación cerebro': diseñar un plan fitness para poner la mente en forma
El concepto 'mens sana in corpore sano' cobra más sentido que nunca porque ejercitar tus neuronas provoca efectos muy positivos que van más allá de cualquier tendencia
Se trata del órgano que, literalmente, lo hace todo por ti. Aunque del cerebro depende tu pleno funcionamiento, muchas veces no nos preocupamos lo suficiente por él. Más allá de sus labores vitales, él es el responsable de que puedas prestar la atención adecuada, de que puedas presumir de tus niveles de memoria o de tu capacidad de razonamiento. El ritmo de vida que llevamos provoca que, a veces, también nos sintamos desbordados por el estrés y empiecen a fallar algunas labores…
Si nos centramos en los casos más extremos, podemos poner de ejemplo al alzhéimer. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa que, según estima la Fundación Pasqual Maragall, podría duplicar su número de casos para 2050. Afirman que es una dolencia multifactorial y que la inmensa mayoría de casos no están genéticamente determinados. Eso implica que controlar ciertos factores con buenos hábitos podría tener consecuencias muy positivas sobre tu cerebro.
Ahora que tienes las pilas cargadas tras las vacaciones, es el momento de plantear un programa de cuidado 360º para poner en forma uno de tus recursos más preciados: tu mente. ¿Cómo? Con un plan completo que, además de una buena alimentación y ejercicio, estimule su potencial, manteniéndola joven, ayudando a retrasar la aparición de enfermedades degenerativas y adquiriendo herramientas para desarrollar tu inteligencia emocional (control de estrés y ansiedad incluidos).
Apuesta por los ejercicios mentales
En los últimos años han proliferado infinidad de centros especializados que te ayudan a combatir las 'arrugas de tu cerebro' a través de lo que se conoce como gimnasia mental. Suelen estar formados por equipos mutidisciplinares del entorno de la docencia, la psicología, la pedagogía y la neurología, con el fin de crear planes personalizados (importante: es apto para todas las edades) para promover la salud, el bienestar, la creatividad y las capacidades cognitivas. En palabras de un experto de Liceum Gimnasios de la Mente, uno de estos centros con base en Madrid, “cuanto más hagamos trabajar a nuestras neuronas, mejor salud mental tendremos”.
Así, algunas de las actividades que proponen para hacer en casa y que resultan muy beneficiosas para tu habilidad mental son:
- Céntrate en el cálculo mental. Deja la calculadora a un lado porque sumar las cantidades de los productos de cabeza, por ejemplo mientras haces la compra, te ayuda a reforzar tu manejo de los números mientras entrenas tu memoria.
- Apuesta por la lectura. Y si es la prensa diaria, mejor ya que te permite estar al día, ubicarte en la actualidad y memorizar eventos y futuros actos de alcance nacional e internacional. Los expertos afirman que es un buen método para mantenerte despierta.
- Juega al ajedrez. Es una de las actividades más completas para lograr una mayor agilidad mental, favorecer el razonamiento y potenciar las habilidades visoespaciales (la capacidad de manipular los objetos mentalmente).
- Alíate con los pasatiempos y los ejercicios de lógica. Desde Sanitas recuerdan que las sopas de letras ayudan a trabajar la atención y la concentración, los sudokus favorecen el cálculo, la lógica, la planificación y la memoria, mientras que los crucigramas hacen lo propio con la memoria semántica, amplían tu vocabulario y favorecen la flexibilidad mental.
Súmate a los buenos hábitos
Suena obvio, pero alejarte de los malos comportamientos también tiene consecuencias positivas para tu cerebro. ¿Un ejemplo? La Organización Mundial de la Salud cree que el consumo de tabaco puede influir hasta en el 14% de los casos de alzhéimer. En el caso del alcohol, es obvio sus efectos negativos en los procesos cognitivos… Pero cuando hablamos de buenos hábitos también incluimos algunas recomendaciones de los expertos como realizar ejercicio físico (ayuda al funcionamiento de la mente mientras te hace estar en forma y subirte el ánimo), disfrutar de un descanso adecuado, mantener relaciones sociales con el fin de que, a través de las conversaciones, el cerebro esté activo, e incluso sonreír ya que “las emociones agradables ayudan a la mente a estar abierta a nuevos aprendizajes facilitando la neuroplasticidad”, afirman desde Liceum.
Presta atención a la alimentación
¿Sabías que quiénes se alimentan de forma saludable tienen cerebros de mayor tamaño que los que lo hacen de forma insana? Lo confirman desde la Unidad de Nutrición de Neolife. La consecuencia de este dato es que disfrutan de una mayor capacidad de pensamiento y de gestión de las herramientas que nos proporciona la mente como puede ser el razonamiento, la memoria, la capacidad de deducción, el cálculo…
La guía básica es que sigas la aclamada dieta mediterránea y que evites el exceso de sal y azúcar, los platos precocinados o las grasas de origen animal. Pero, si vamos más al detalle, entre las recomendaciones de la Unidad de Nutrición encontramos algunos nutrientes que debes incluir como:
- Altos niveles de omega-3 (presentes en el aguacate, las nueces, el aceite de oliva o en ciertos pescados), que mejoran la salud cardiovascular y eso repercute positivamente en el cerebro.
- Vitamina A (la puedes encontrar en los huevos o en la carne magra), que favorece una buena memoria.
- Hierro (ya sabes, está en las legumbres), que influye en el desarrollo cerebral.
- Zinc (apunta: en mariscos y almendras), implicado en el desarrollo cognitivo.
- Vitamina C (presente en cítricos o en verduras como la remolacha o la espinaca), pues su poder antioxidante no solo beneficia a tu piel, también a la mente.
Se trata del órgano que, literalmente, lo hace todo por ti. Aunque del cerebro depende tu pleno funcionamiento, muchas veces no nos preocupamos lo suficiente por él. Más allá de sus labores vitales, él es el responsable de que puedas prestar la atención adecuada, de que puedas presumir de tus niveles de memoria o de tu capacidad de razonamiento. El ritmo de vida que llevamos provoca que, a veces, también nos sintamos desbordados por el estrés y empiecen a fallar algunas labores…