Las gotas que cambian el color de los ojos, ¿son seguras? Esto es lo que dice la Universidad de Harvard

A finales de octubre, y con la llegada de Halloween, las lentillas de colores aumentan considerablemente sus ventas. Sin embargo, hay otro producto que promete modificar el color del iris y que resulta menos complicado de utilizar: gotas para cambiar el color de ojos. Pero, ¿es realmente seguro?

Según un artículo de la Universidad de Harvard, estos productos no solo carecen de respaldo científico, sino que también pueden causar graves problemas oculares. Además, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos no ha aprobado su uso, lo que agrava la incertidumbre sobre su seguridad.

Michael Boland, especialista en el centro médico 'Mass Eye and Ear' afiliado a Harvard, señala que "no existe ningún control sobre los ingredientes que contienen estas gotas". Según el experto, los productos no están regulados, lo que puede llevar a riesgos como infecciones, inflamaciones e incluso pérdida permanente de la visión. Estas gotas prometen alterar los niveles de melanina en el iris, pero no hay pruebas que confirmen su efectividad.

Por su parte, la Academia Norteamericana de Oftalmología advierte que el uso de estas gotas puede provocar daños significativos, como sensibilidad a la luz, aumento de la presión ocular y daño a la córnea. De hecho, en casos graves, estos productos pueden desencadenar glaucoma o la pérdida irreversible de la visión. "Es peligroso usar productos no regulados", advirtió la portavoz de la institución, JoAnn Giaconi.

Según los expertos, el hecho de que estos productos no cuenten con estudios clínicos ni pruebas de seguridad hace que las personas que los utilizan se expongan a consecuencias imprevisibles para su salud ocular. Las malas prácticas en la producción pueden ocasionar contaminación del producto, lo que eleva el riesgo de infecciones y otras complicaciones.

Para quienes desean cambiar su color de ojos de manera segura, el uso de lentes de contacto de colores es la mejor opción. Sin embargo, los investigadores recomiendan que estos sean prescritos y ajustados por un oftalmólogo u óptico, para impedir que se produzcan problemas en los ojos. Así, las lentillas deben adquirirse a través de fuentes fiables para garantizar su calidad y seguridad, evitando todo lo posible su compra a través de Internet, ya que en la mayoría de ocasiones no cumplen con los estándares de calidad necesarios.