No son tus ojos, es el frío: por qué el invierno le sienta mal a tu contorno

Puede que nunca le hayas prestado atención o que seas una de esas personas afortunadas a las que no les ocurre, pero cuando hace frío, se agravan los síntomas de ojos secos, lo dice la medicina.

Si cumples con una rutina de cuidado de la piel que incluya contorno de ojos e hidratante, puede que hayas notado que, al tacto, la zona se note más reseca y tirante, algo que es más evidente si usas encima maquillaje o corrector.

Lo que ocurre, como explica el profesor Jesús M. Merayo Lloves, catedrático de Oftalmología y director del Instituto Universitario Fernández-Vega, es que nuestros ojos están respondiendo ante las condiciones meteorológicas propias de las estaciones frías.

La sensación de arenilla, ojos cansados, el lagrimeo reactivo, el picor o la irritación de la piel de párpados y zona de alrededor pueden deberse a la sequedad del ambiente, el viento o el frío.

“En espacios abiertos, el viento seca la superficie ocular por convención”, explica el oftalmólogo. Ante esa sequedad de la superficie ocular, la reacción del ojo es la de llorar para corregirlo. Los nervios sensitivos de la superficie ocular -“en la córnea hay 50 veces más que en la pulpa dental o 300 veces más que en la piel”- responden a la alteración de la humedad en el ambiente. Lo que explica el catedrático es que esta información pasa al cerebro, cuya respuesta es defender la superficie ocular produciendo lágrimas, cuya finalidad es la de “cambiar su composición para responder al agente causal, lo que puede irritar el ojo”.

En el caso de los interiores, el aire caliente que emiten los calefactores reseca la piel, el pelo y los ojos. De nuevo, "la sequedad hace que se reduzca la lubricación de las capas de la película lagrimal", apuntan desde el Instituto Universitario Fernández-Vega.

Una de las consecuencias de que la superficie ocular se seque es que puedan llegar a la conjuntiva partículas -la finalidad de las lágrimas, además de mantener la humedad en el ojo, es la de protegerlo de que entre cualquier elemento externo-. “En el ojo sano las partículas son arrastradas por la lágrima y pueden desencadenar picor y más lagrimeo, y en este caso se junta la enfermedad de ojo seco con la alergia ocular”, explica el oftalmólogo Jesús M. Merayo.

Estas lágrimas ‘salvadoras’ que quieren restaurar el estado del ojo, además de resultar incómodas por el mero hecho de llevarnos a llorar en la calle, simplemente porque hace mucho frío, nos llevan a un inevitable gesto: intentar secarlas. El restregón nuca es buena idea. Estas lágrimas entran en contacto con la piel, lo que de por sí ya la resecaría al ser agua salada, pero si le sumamos el gesto de retirar las lágrimas de la mirada, aumenta el riesgo de irritación.

TE PUEDE INTERESAR

De la dermatitis atópica a la psoriasis: ¿qué dolencias cutáneas empeoran con el frío?

Isabel Salinas

En el caso de llevar contorno de ojos, crema o cualquier tipo de maquillaje, las lágrimas se lo llevarán por delante, dejando la superficie desprotegida y con una mayor sensación de tirantez tras el paso del agua salada, por no olvidar que los residuos de los cosméticos puedan entrar en contacto con el ojo.

Cómo evitar la sequedad de los ojos

Evitar los ambientes secos o acondicionarlos para que mantengan la humedad necesaria, además de la aplicación de lágrimas artificiales, son algunas de las recomendaciones del doctor; eso sí, si los síntomas continúan, sería necesario acudir a un oftalmólogo u oculista. En los interiores, optar por fuentes de calor como radiadores, chimeneas o estufas resecará menos la superficie ocular que los calefactores.

También es aconsejable evitar las lentillas, reducir la exposición a la luz de las pantallas y favorecer el parpadeo con técnicas como la del '20-20-20'. Cada 20 minutos de actividad, descansar 20 segundos mirando a una distancia de seis metros (20 pies).

Otra de las opciones más rápidas y efectivas es el uso de barreras físicas como las gafas: “Al dar un paseo o ir a la montaña o al mar se recomiendan las gafas como barrera física contra el viento y las partículas que vehicula el viento”. Como precisa el doctor, cada actividad debe tener un tipo de gafas concreto, “escogiendo desde la protección lateral a los filtros, polarizadores y otras ayudas que puede tener la gafa de protección”.

Pero ahí no queda la cosa porque también se pueden hacer cambios desde dentro para evitar esta sequedad de los ojos cuando hace frío y así tener la mucosa respiratoria y la del tubo digestivo sin inflamación. La recomendación del experto es evitar “alimentos que sienten mal y controlar el estrés para no activar al sistema inmune, especialmente importante en personas con enfermedades inflamatorias”, apunta.

¿Qué papel juega la cosmética?

El combo contorno de ojos y corrector dura menos cuando hace frío y la zona puede irritarse con más frecuencia, así que el uso de un contorno de ojos que hidrate y actúe de barrera entre la piel y las lágrimas es la primera solución que nos viene a la mente… Pero no tiene por qué ser una buena idea.

“En las personas con la piel de los párpados y la superficie ocular sana, el uso de cosméticos no está contraindicado y las recomendaciones para su aplicación son que sean productos aprobados para su uso, comprados en establecimientos autorizados”, recuerda el doctor.

Que el frío del invierno te afecte no significa que no puedas usar un contorno de ojos, pero sí hay que tener en cuenta ciertos aspectos: “No se deben compartir con otras personas productos que tienen contacto con los párpados o la piel periocular”. Y una recomendación extensible a cualquier rutina de skincare y que no nos cansamos de recordar: “Lo que sí se recomienda es retirarlos con buenos protocolos de limpieza e higiene palpebral”. Lo dice un médico, nada más que añadir.

Y eso sí, en el caso de tener una enfermedad activa de la superficie ocular, como el ojo seco o la alergia o conjuntivitis, no deben aplicarse cosméticos; solo cuando la enfermedad esté controlada se podrán reintroducir con precaución. “En general no se recomienda ningún producto que contacte con el borde libre del párpado y, en cuanto a pestañas, suelo recomendar que no se apliquen cosméticos en la zona más interna que contacta con el párpado. Para la zona periocular, es mejor usar productos hidratantes y con antiinflamatorios naturales. Y siempre desmaquillarse”, precisa el experto.

TE PUEDE INTERESAR

Cambiarse el color de los ojos, el tratamiento de moda "no aconsejado" por médicos

Margarita Velasco

Su recomendación es optar siempre por medicamentos y productos sanitarios, ya que están bien regulados y se conocen sus componentes y su aprobación para uso ocular. “En cuanto a los cosméticos, pueden tener ingredientes como alérgenos, irritantes, toxinas, disruptores endocrinos, mutágenos o componentes carcinogénicos que el consumidor debe valorar antes de aplicarlos”, concluye el doctor Merayo.