Por qué los niños piden un vaso de agua antes de ir a dormir, según el psicólogo Álvaro Bilbao

En décadas pasadas, la crianza de los hijos seguía normas claras y límites que nadie cuestionaba. Había una estructura sólida sobre cómo educar, y el intercambio de consejos sobre el tema era, por lo general, poco común. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Hoy en día, la crianza está llena de interrogantes, especialmente en lo que respecta a la comprensión de las necesidades emocionales de los niños. Este cambio ha venido acompañado de un interés creciente por entender mejor el desarrollo psicológico y emocional de los pequeños, impulsado por expertos que han acercado su conocimiento a padres y madres en búsqueda de respuestas.

Uno de estos expertos es Álvaro Bilbao, neuropsicólogo especializado en salud cerebral y creador de contenido educativo para padres en plataformas como TikTok. En sus videos, Bilbao no solo ofrece consejos prácticos, sino que explica a fondo el significado de muchos comportamientos comunes en los niños. Uno de ellos es una escena familiar para muchas familias: el momento en que, justo antes de dormir, el niño pide un vaso de agua.

Según Bilbao, esta petición puede tener un significado más profundo de lo que parece a simple vista. Aunque el primer impulso es pensar que el niño tiene sed, el neuropsicólogo observa que, en muchas ocasiones, los niños ya han bebido líquidos y no suelen pedir agua durante el día.

Entonces, ¿qué significa este gesto? Bilbao sugiere que puede tratarse de una forma sutil en la que los niños buscan verificar la presencia y disposición de sus padres antes de dormir. Para ellos, ese último momento antes de apagar la luz es una forma de asegurar que, en caso de que necesiten ayuda durante la noche, tendrán el apoyo y cuidado de sus padres.

“La realidad es que, cuando tu hijo te pide un vaso de agua antes de apagar la luz, te está pidiendo que le confirmes que, si te llama durante la noche, acudirás a atenderlo”, comenta Bilbao en uno de sus videos. El experto subraya que para los más pequeños, la oscuridad puede ser un desafío y que la presencia de sus padres es crucial para que se sientan seguros.

Este tipo de necesidades emocionales reflejan la dependencia natural que los niños tienen hacia sus padres, especialmente en la noche, cuando la sensación de vulnerabilidad es mayor. Por ello, Bilbao insta a los padres a responder positivamente a estas peticiones, llevándoles el vaso de agua si lo piden. “No están poniendo a prueba tu paciencia. Solo quieren asegurarse de que responderás a su llamada; eso les hará sentir mejor y les permitirá dormir más tranquilos”, explica el neuropsicólogo.