Ni en la calle ni en la cinta: esta es la manera más saludable de correr para entrenar

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El running se ha convertido en una actividad predilecta para millones de personas en todo el mundo, ya sea en las calles, en los parques o en las cintas de los gimnasios. Sin embargo, expertos en salud y deporte señalan que hay un tercer tipo de superficie que ofrece beneficios superiores en términos de salud y rendimiento: las superficies naturales, como senderos, caminos de tierra o césped. Correr en estos terrenos se está perfilando como la opción más completa y menos lesiva para aquellos que buscan mejorar su condición física y cuidar de sus articulaciones.

Correr en senderos, bosques o caminos de tierra ofrece varias ventajas en comparación con el asfalto o la cinta de correr. Las superficies naturales, al ser más suaves y presentar menor impacto en cada zancada, protegen mejor las articulaciones, reduciendo el riesgo de lesiones. Además, el terreno natural es menos duro que el asfalto y obliga al cuerpo a adaptarse constantemente a las irregularidades del suelo. Esta adaptabilidad fortalece los músculos estabilizadores y mejora la propiocepción, lo que ayuda a mantener un mejor equilibrio y control corporal.

Además, estas superficies suelen ser irregulares, lo cual obliga al cuerpo a trabajar diferentes grupos musculares. Esto se traduce en un entrenamiento más completo y en un mayor fortalecimiento de las piernas y el core, que debe estabilizar el cuerpo en terrenos desiguales.

Correr en entornos naturales también tiene un beneficio psicológico significativo. Un estudio de la Universidad de Stanford concluyó que las personas que realizaban actividades físicas en la naturaleza mostraban menores niveles de estrés, ansiedad y fatiga mental en comparación con aquellos que hacían ejercicio en áreas urbanas. La combinación de ejercicio y contacto con el entorno natural reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y estimula la liberación de endorfinas, generando una sensación de bienestar general.

Los corredores de montaña o de trail running, como se le conoce en el ámbito profesional, destacan esta conexión con la naturaleza como una de las principales motivaciones para elegir este tipo de entrenamientos. Correr en la naturaleza te desconecta de la rutina y te ayuda a relajar la mente, algo que difícilmente se logra en un gimnasio o en una ciudad ruidosa.

Si bien correr en terrenos naturales tiene muchos beneficios, también presenta ciertos desafíos que deben considerarse. Las superficies irregulares aumentan el riesgo de torceduras de tobillo, caídas y otras lesiones si no se tiene experiencia en estos terrenos. Por ello, es recomendable utilizar calzado adecuado que proporcione una mayor sujeción y estabilidad. También es importante comenzar con distancias cortas para que el cuerpo se adapte progresivamente a las exigencias del terreno.