Este es el método para andar en invierno que mantendrá alejado el catarro

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El invierno no tiene por qué ser solo frío y días más oscuros, también podemos verlo como una oportunidad para disfrutar al aire libre para cuidar nuestro cuerpo y despejar nuestra mente. Una opción es apostar por el winter walking, caminar en invierno, una actividad perfecta para mantener un estilo de vida activo.

Según indica la British Heart Foundation, caminar regularmente contribuye a alcanzar los 150 minutos semanales de actividad física moderada recomendados por los expertos. Este hábito ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares, además de ser un refuerzo para la salud mental.

No debemos ver en esta época del año un handicap, sino la parte positiva. Los paisajes con un encanto especial, disfrutar de amaneceres y atardeceres únicos, o la tranquilidad de parques y senderos, pueden ser una motivación extra. Lo importante es que apuestes por incorporar actividad física a tu día a día para lograr el máximo beneficio.

Para aprovechar al máximo esta experiencia, la preparación es clave. Vestirse adecuadamente puede marcar la diferencia entre una caminata cómoda y una que desearías no haber iniciado. Las capas son fundamentales: empieza con una prenda térmica, añade una chaqueta transpirable y remata con un cortavientos para protegerte del frío y el viento. Este tipo de ropa no solo te mantiene caliente, sino que también facilita el movimiento sin sobrecalentar el cuerpo.

No debemos cometer excesos, sino que es importante que vayamos acometiendo este ejercicio de forma gradual. Comenzar con un ritmo pausado y aumentarlo progresivamente te permitirá adaptarte y disfrutar de todos los beneficios físicos de esta actividad, desde fortalecer tus músculos hasta mejorar la salud del corazón.

Además de los beneficios físicos, caminar en invierno tiene un impacto directo en tu bienestar general. La exposición al aire libre, incluso en días fríos, fortalece el sistema inmunológico al estimular la producción de glóbulos blancos, esenciales para combatir enfermedades comunes como resfriados. También se ha demostrado que caminar ayuda a reducir el estrés, despejar la mente y mejorar la calidad del sueño, aspectos que a menudo se ven afectados durante los meses de invierno.

Lo mejor del winter walking es que no necesitas planificar rutas complicadas ni grandes desplazamientos. Un parque cercano, las calles del barrio o incluso un paseo improvisado pueden ser suficientes para disfrutar de sus beneficios. Lo importante es animarte a dar el primer paso y descubrir cómo una actividad tan sencilla puede transformar no solo tu día, sino también tu forma de vivir esta estación. El invierno está lleno de posibilidades, y caminar es una de las mejores maneras de aprovecharlas.

Eso sí, recuerda que antes de iniciar un cambio en tu estilo de vida es importante que consultes con un especialista que te pueda recomendar y guiar dándote una información veraz y adaptada a tus condiciones personales.