Este es el motivo por el que finges desinterés cuando te gusta alguien, según la psicología

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Fingir desinterés ante alguien que nos atrae es una conducta más común de lo que parece. Aunque pueda parecer contradictorio, muchas personas ocultan su interés romántico de manera consciente o inconsciente, incluso cuando sienten una fuerte atracción. La psicología ha estudiado este fenómeno y ha encontrado varias razones que explican por qué actuamos de esta manera en situaciones de coqueteo o atracción.

Uno de los principales motivos por los que fingimos desinterés es el temor al rechazo. Según la teoría de la autodeterminación de Deci y Ryan, las personas buscan mantener su autoestima y evitar experiencias que puedan amenazar su bienestar emocional. Mostrar demasiado interés por alguien y no recibir la misma respuesta puede ser percibido como una amenaza al ego, lo que nos lleva a adoptar una actitud más distante para protegernos de un posible rechazo. Investigaciones en psicología social han demostrado que el miedo al rechazo activa las mismas áreas del cerebro que el dolor físico, según un estudio publicado en la revista ‘Science’. Este dolor emocional nos lleva a evitar situaciones que podrían hacer que nos sintamos vulnerables, como demostrar abiertamente el interés por alguien sin saber si es recíproco.

Otra razón por la que fingimos desinterés es que, en ciertos casos, actuar de manera inaccesible puede aumentar nuestro atractivo. Un estudio realizado por el psicólogo social Eli Finkel y sus colegas en la Universidad de Northwestern sugiere que las personas pueden percibirse como más valiosas cuando no están fácilmente disponibles. Esto se conoce como el principio de escasez, que sugiere que lo difícil de conseguir se percibe como más atractivo. Además, la teoría de la inversión de Caryl Rusbult sugiere que las personas tienden a valorar más aquello en lo que han invertido esfuerzo. Si alguien siente que tiene que esforzarse más para captar la atención de otra persona, es posible que termine sintiéndose más atraído por ella.

El contexto cultural y las normas sociales también influyen en esta conducta. Durante décadas, se ha promovido la idea de que mostrar demasiado interés puede interpretarse como desesperación o falta de atractivo. En particular, algunos estudios han analizado cómo los roles de género afectan la forma en que las personas expresan su interés romántico. Investigaciones como la de Jeanne Tsai, psicóloga de la Universidad de Stanford, sugieren que en muchas culturas se espera que los hombres sean los que tomen la iniciativa en las relaciones románticas, mientras que a las mujeres se les ha enseñado a ser más reservadas o "difíciles de conquistar".

Estas normas no solo afectan la forma en que nos comportamos, sino también cómo interpretamos las acciones de los demás. Según un estudio de la ‘Journal of Personality and Social Psychology’, las personas pueden percibir un mayor interés cuando alguien juega a ser indiferente, lo que refuerza este tipo de estrategias en el ámbito del coqueteo.

Aunque fingir desinterés puede tener ciertos efectos psicológicos que aumenten la atracción en determinadas situaciones, no siempre es una estrategia efectiva a largo plazo. La comunicación honesta y la expresión auténtica de los sentimientos son factores clave para construir relaciones saludables. De hecho, un estudio publicado en ‘Personal Relationships’ encontró que las personas que muestran interés de manera clara y directa tienen más probabilidades de iniciar relaciones satisfactorias que aquellas que optan por tácticas de ambigüedad o indiferencia.