Los niños que han nacido en estos tres meses suelen desarrollar más la inteligencia, según Harvard
Este descubrimiento abre nuevas vías para entender cómo el entorno influye en el desarrollo infantil
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Una reciente investigación realizada por la Universidad de Harvard y difundida por el portal tailandés Sanook ha revelado un curioso hallazgo: los niños nacidos entre los meses de octubre y diciembre tienden a desarrollar niveles de inteligencia superiores en comparación con los nacidos en otras épocas del año. El estudio ha seguido de cerca el desarrollo de un amplio grupo de niños y niñas desde su nacimiento hasta pasados los siete años, analizando su evolución en distintas áreas cognitivas.
Los resultados han sido claros. Aquellos pequeños nacidos en el último trimestre del año obtuvieron mejores calificaciones en pruebas de capacidad cognitiva, pensamiento analítico y resolución de problemas. Por este motivo, los investigadores han bautizado esta tendencia como los “meses inteligentes”, haciendo referencia al aparente vínculo entre la fecha de nacimiento y ciertas habilidades destacadas en la infancia.
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El fenómeno, según el análisis recogido por Sanook, podría explicarse por una cuestión de madurez relativa en el entorno escolar. Al ser los más jóvenes de la clase, los niños nacidos a finales de año se enfrentan desde muy pequeños a retos mayores, tanto en el aprendizaje como en la socialización.
Esto los obligaría a esforzarse más que sus compañeros para adaptarse, lo que estimula el desarrollo de su perseverancia, su creatividad y su capacidad de adaptación. Además, el estudio sugiere que esta presión temprana tiene un efecto positivo en su desarrollo personal y académico.
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Los investigadores observaron que estos niños también tienden a destacar en habilidades sociales, probablemente como resultado de tener que integrarse y destacar en un grupo donde, por edad, parten con una ligera desventaja. Así, lo que en un primer momento podría parecer una dificultad se transforma en una ventaja a largo plazo.
Este descubrimiento abre nuevas vías para entender cómo el entorno influye en el desarrollo infantil y plantea preguntas interesantes sobre el sistema educativo, los métodos de enseñanza y el apoyo que se brinda a los más pequeños desde sus primeros años de vida. Aunque los "meses inteligentes" no determinan el destino de un niño, sí invitan a reflexionar sobre cómo las circunstancias pueden moldear el talento.
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