Estas son las señales de que tienes una madre narcisista, según la psicología

• Este es el comportamiento que te ayudará a saber si tu familia es narcisista
• Soy psicóloga y estas son las tres frases de un narcisista para desviar su culpa

Ciertas dinámicas familiares pueden marcar profundamente la forma en la que una persona se relaciona consigo misma y con los demás en la vida adulta. Una de las más complejas es la que se establece con una figura materna narcisista: un tipo de vínculo en el que la validación, la empatía y el apoyo emocional suelen estar ausentes o condicionados. La manipulación, la crítica constante y la culpabilización son algunas de las estrategias más comunes en estos casos.

En un vídeo compartido en TikTok, la psicóloga Déborah Murcia ejemplifica cómo se manifiesta esta relación a través de frases que pueden resultar muy familiares para quienes han vivido en este tipo de entorno. Expresiones como “No tienes ni idea de lo que he sufrido yo. Lo tuyo no es nada” o “Estás exagerando. Yo nunca hice nada malo” son habituales en este perfil, donde el sufrimiento de la madre se coloca siempre en primer plano y se minimiza el del hijo o hija.

También es frecuente el uso de la culpa como herramienta emocional: “Todo lo que he hecho por ti. Y así me lo pagas” o “Si no fuera por ti, yo sería mucho más feliz porque sacrifiqué mi vida por ti” son frases que trasladan una carga emocional muy difícil de gestionar, sobre todo durante la infancia y la adolescencia. A ello se suma la comparación constante: “Mira a tu hermano. A él le sale mucho mejor”, o el desprecio hacia logros que, en otros contextos, serían valorados: “Un nueve. Deberías de haber sacado un diez”.

Murcia destaca también frases que apuntan directamente al deterioro emocional: “Mira cómo sufro por tu culpa. Eres la causa de mis problemas”, o “Siempre he sido más exitosa que tú. Deberías de aprender de mí”, donde la madre proyecta su frustración, exigencia y necesidad de superioridad sobre el hijo.

Reconocer estas señales puede ser un primer paso para poner nombre a experiencias dolorosas y dar lugar a un proceso de reparación emocional. En estos casos, contar con el acompañamiento de un profesional puede resultar fundamental para recuperar la autonomía emocional y aprender a establecer límites saludables.