Cómo mejorar la relación entre padres e hijos adolescentes, según la psicóloga Sara Desirée Ruiz

La adolescencia es una de las etapas de la vida más difíciles de gestionar, por todos los cambios que hay en ella, tanto los físicos, como los mentales. Son unos años difíciles, pues hay que adaptarse a muchas situaciones. Estos cambios pueden ocasionar algunos choques entre padres e hijos, pues puede ser que haya problemas de comunicación entre ambas partes.

Es importante saber que los adolescentes no pueden controlar los cambios por los que están pasando y por ello, es trabajo de los adultos, entenderlos y apoyarlos. Para que la tarea sea más sencilla, la psicóloga Sara Desirée Ruiz, da una serie de recomendaciones que pueden ayudar a mejorar la relación entre padres e hijos.

Lo primero que se debe hacer, es aprender a hablarles y tratarles como necesitan en su nueva etapa vital. En este sentido, también es necesario saber a poner límites, sin que estos descuiden la relación o falten al respeto.

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Como padres, tampoco es necesario ser perfectos, pues lo que hay que hacer es acompañar a los hijos de una forma humana. Todos en algún momento podemos perder los nervios y parte del proceso de aprendizaje es saber pedir perdón, con toda la vulnerabilidad que esta acción tiene.

Además, durante la adolescencia la autoestima es muy inestable, los comentarios que los hijos reciben en su día a día son cruciales en su salud mental y en la percepción que estos puedan tener de uno mismo. Por ello, es fundamental que los padres sepan comunicarse bien con sus hijos.

La psicóloga, afirma que los adolescentes necesitan que los padres respondan a sus conductas, antes que reaccionar ante ellas. En esta cuestión, la comunicación vuelve a tener un papel muy importante, pues para poder estimular su desarrollo se debe conocer cuáles son sus necesidades de ese momento. Si no se hace, los padres seguirán reaccionando y discutiendo constantemente.

Además, la experta asegura que las personas adolescentes necesitan muchas cosas, aunque no lo parezca y que es gracias al acompañamiento y a la atención que se les dé en esta etapa, cuando pueden mejorar mucho las condiciones de vida de toda la familia. En este sentido, ofrecer apoyo, amor, orientación y seguridad a los hijos es fundamental.

Sin embargo, también es necesario mantener una distancia prudente con ellos e interviniendo solo cuando se detecte un riesgo. Esto no es una tarea sencilla, pues requiere intención y esfuerzo, pero es muy importante conseguirla. Es gracias a esta distancia, cuando los adolescentes tienen espacio para explorar y crecer como personas.

Sin una buena comunicación activa, será imposible mejorar la relación con los adolescentes, pues es mediante la reflexión y la empatía, que los padres podrán entender mejor a sus hijos y conocer cuáles son sus verdaderas necesidades. Además, es el ingrediente necesario para mejorar su autoestima, pues confiaran más en ellos mismos cuando se sientan escuchados y valorados.