¿Qué es la técnica Pomodoro y cómo puede ayudar a estudiar a tu hijo adolescente?
Ideal para ayudar a hacer un poco más accesible una dura jornada de estudio es esta técnica, que se basa en una buena planificación y en la concentración
La adolescencia es una época complicada, los jóvenes se encuentran en un periodo de transición, dejan de ser niños, pero todavía no son adultos, lo que hace que sea una etapa complicada para ellos, que comienzan a conocerse a sí mismo y a forjar su personalidad.
Por eso tampoco resulta sencilla para los adultos de su alrededor, que hacen todo lo que está en su mano por ayudarlos a enfrentarse a sus problemas y entender sus preocupaciones, por ejemplo, descubriendo los motivos que les llevan a no salir de su habitación o buscando técnicas que puedan ayudarles a mejorar su concentración y facilitar sus sesiones de estudio.
La técnica Pomodoro para optimizar el tiempo de estudio
“La técnica Pomodoro es un recurso que tiene como objetivo principal administrar el tiempo que se designa a cada labor”, explican sobre este sistema de organización los expertos de Iris Gabinete Psicopedagógico. “Lo más importante de este instrumento es que nos hace saber el tiempo concreto que se le dedica a cada tarea, por lo que nos permite ser más conscientes a nosotros mismos sobre cómo gestionamos el tiempo”.
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Este es un sistema desarrollado por Francesco Cirillo para optimizar el tiempo de estudio al dividirlo en periodos breves en los que la concentración es total. “No se puede tener ningún despiste ni distracción posible, como podrían ser el teléfono móvil o el ordenador”.
Consiste en alternar periodos de tiempo de 25 minutos de estudio con otros cinco de descanso hasta alcanzar las dos horas totales, de este modo se gestiona mejor el tiempo y se optimiza el estudio. Tras esos cuatro pomodoros, se realiza una pausa más larga, como de 15 o 20 minutos. Recibe este nombre porque, para controlar los tiempos establecidos, se empleó un temporizador con forma de tomate.
Como empezar a poner en práctica esta técnica
Antes de empezar a poner en práctica esta técnica es necesario tener un temporizador, algo que no es tan accesible si tenemos en cuenta que es mejor no tener contacto con el teléfono móvil. Aun así, lo principal es una buena planificación, saber qué hay que hacer y el mejor orden para ello. También contar con la motivación adecuada.
Como durante el tiempo de trabajo hay que estar completamente concentrado, lo mejor es eliminar cualquier distracción posible, preparar la zona de estudio para favorecer la concentración y evitar las pequeñas distracciones, como las notificaciones del teléfono. También es importante respetar los tiempos de descanso, que son indispensables para levantarse de la silla, estirar las piernas, beber agua, hacer una pausa para el baño…
Esta técnica nos ayuda a ser más organizados, a aprender a planificar y es ideal para esos periodos en la vida en los que hay que estudiar temarios amplios, como durante la adolescencia, haciendo las sesiones de estudio más llevaderas, dividiendo las largas jornadas de trabajo en periodos de tiempo accesibles.
La adolescencia es una época complicada, los jóvenes se encuentran en un periodo de transición, dejan de ser niños, pero todavía no son adultos, lo que hace que sea una etapa complicada para ellos, que comienzan a conocerse a sí mismo y a forjar su personalidad.
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