Esto es lo que tu forma de sentarte revela sobre ti, según la psicología
Según la psicología del lenguaje corporal, estas posturas no son reglas absolutas, pero sí pueden servir como señales orientativas
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La forma en que caminamos, hablamos o incluso nos sentamos puede decir mucho más sobre nosotros de lo que imaginamos. Según diversos estudios en psicología del comportamiento y lenguaje corporal, la postura que adoptamos al sentarnos refleja aspectos profundos de nuestra personalidad, nuestras emociones e incluso nuestro estado de ánimo. Aunque a menudo estos gestos parecen automáticos o meramente casuales, lo cierto es que nuestro cuerpo tiende a adoptar posiciones con las que se siente más cómodo emocionalmente, y en esa espontaneidad se esconden patrones que los psicólogos han aprendido a leer.
1. Sentarse con las piernas cruzadas hacia adentro
Es una de las posturas más comunes, especialmente entre mujeres, y suele estar asociada con personas creativas, soñadoras y abiertas al cambio. Quienes se sientan así tienden a tener una imaginación activa y una buena capacidad para adaptarse a nuevos entornos. También puede reflejar una cierta necesidad de protección o un deseo de mantener cierta privacidad emocional.
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2. Sentarse con las piernas cruzadas hacia afuera
Esta postura transmite autoconfianza, espontaneidad y extroversión. Las personas que se sientan de este modo suelen sentirse cómodas siendo el centro de atención y tienen un carácter más abierto y sociable. Además, la dirección de las piernas (orientadas hacia una persona o zona concreta) puede indicar interés o afinidad emocional con lo que se tiene enfrente.
3. Sentarse con los pies firmes y paralelos en el suelo
Una postura asociada a personas prácticas, racionales y seguras de sí mismas. Suelen ser individuos que valoran el orden, la lógica y la estabilidad. También puede denotar autocontrol, compromiso con lo que se hace y una actitud madura ante la vida. Esta posición es típica en entornos laborales o cuando se quiere proyectar seriedad.
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4. Sentarse con las piernas recogidas o en posición fetal
Este tipo de postura es menos habitual en espacios públicos, pero más común en entornos domésticos. Está relacionada con personas introspectivas, sensibles y emocionalmente intensas. Es una forma de sentarse que puede expresar vulnerabilidad, necesidad de seguridad o una búsqueda de refugio emocional. Quienes adoptan esta postura suelen ser empáticos y profundos.
5. Sentarse con una pierna encima de la otra, tipo “4” (posición masculina dominante)
Esta postura, donde un tobillo descansa sobre la rodilla contraria, suele ser típica de personas dominantes, seguras y con fuerte carácter. Está muy presente en contextos donde se quiere marcar autoridad o mostrar una actitud relajada pero de control. A menudo revela una actitud competitiva o liderazgo natural.
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