Es noticia
Menú
Ana Pérez Ballesta, doctora: "¿Por qué tener hígado graso es más peligroso de lo que crees? Puede evolucionar en cirrosis"
  1. Vida saludable
Salud hepática

Ana Pérez Ballesta, doctora: "¿Por qué tener hígado graso es más peligroso de lo que crees? Puede evolucionar en cirrosis"

Una afección cada vez más común puede estar avanzando sin que lo notes. Detectarla a tiempo es clave para evitar consecuencias graves

Foto: Ana Pérez Ballesta, en una foto de sus redes sociales. (@anamidoctora)
Ana Pérez Ballesta, en una foto de sus redes sociales. (@anamidoctora)

El hígado graso se ha asociado tradicionalmente al consumo excesivo de alcohol, pero cada vez más estudios y especialistas apuntan a que esta patología puede desarrollarse también por causas metabólicas y por hábitos de vida poco saludables. Y lo más preocupante es que, si no se detecta y trata a tiempo, puede derivar en enfermedades graves como cirrosis o incluso cáncer de hígado.

La doctora Ana Pérez Ballesta alerta en sus redes sociales sobre los riesgos que conlleva esta acumulación de grasa en el hígado: “Clásicamente se ha relacionado tener el hígado graso con el consumo de alcohol, pero otras alteraciones metabólicas como la obesidad visceral, la diabetes o el exceso de colesterol y triglicéridos también provocan que las células de tu hígado se transformen en un almacén de grasa”. Además, menciona otras posibles causas como el hipotiroidismo, el síndrome de ovario poliquístico, ciertos medicamentos y el propio alcohol, incluso en pequeñas cantidades.

“La grasa en el hígado no es inocente”, advierte la doctora. “Es inflamatoria, silenciosa y evoluciona. En muchas ocasiones es un primer indicador de una resistencia a la insulina”. Puede detectarse mediante ecografía o análisis clínicos, pero si no se actúa a tiempo, puede desencadenar complicaciones serias como fibrosis, cirrosis e incluso carcinoma hepatocelular.

Pérez Ballesta subraya la importancia de actuar cuanto antes. Para revertir el hígado graso —o al menos frenar su progresión—, es esencial revisar la dieta y dejar de lado hábitos perjudiciales. “Abandona el consumo habitual de ultraprocesados, refrescos y alcohol”, recomienda. En su lugar, sugiere centrar la alimentación en vegetales y legumbres, combinados con pescado y carne de calidad, y controlar la ingesta de grasas.

placeholder La experta habla de la necesidad de cuidar la alimentación. (Pexels / Anthony Rahayel)
La experta habla de la necesidad de cuidar la alimentación. (Pexels / Anthony Rahayel)

Además, el ejercicio físico debe convertirse en un pilar fundamental del cambio. No se trata solo de moverse más, sino de trabajar específicamente la masa muscular. “Tu cuerpo necesita que trabajes la masa muscular de forma específica y siempre adaptada a tus capacidades”, concluye. Apostar por un estilo de vida activo y equilibrado es una herramienta poderosa para recuperar la salud hepática y prevenir complicaciones más graves.

Eso sí, cualquier cambio en la alimentación o el estilo de vida debe hacerse de la mano de un profesional sanitario. Solo así se podrá abordar el problema con seguridad, teniendo en cuenta las particularidades de cada persona y evitando caer en soluciones generalistas que pueden no ser adecuadas.

El hígado graso se ha asociado tradicionalmente al consumo excesivo de alcohol, pero cada vez más estudios y especialistas apuntan a que esta patología puede desarrollarse también por causas metabólicas y por hábitos de vida poco saludables. Y lo más preocupante es que, si no se detecta y trata a tiempo, puede derivar en enfermedades graves como cirrosis o incluso cáncer de hígado.

Salud Vida saludable
El redactor recomienda