José Manuel Felices, doctor, y Melanie Bramsell, odontóloga: "Lo que nunca te contaron sobre la higiene dental más rápida y efectiva"
Una buena rutina bucodental puede ayudarte a prevenir enfermedades cardiovasculares. Cuatro pasos, cinco minutos y un gran impacto en tu salud
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Para el doctor José Manuel Felices y la odontóloga Melanie Bramsell, la rutina diaria frente al espejo es una oportunidad para prevenir, proteger y reforzar. En un vídeo compartido en redes, ambos expertos desgranan en clave ligera, pero con rigor, los cuatro pasos imprescindibles para una limpieza verdaderamente eficaz.
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Bramsell comienza aclarando que, antes de cepillarse, conviene utilizar hilo dental: “Piensa que es la manera de sacar lo que hay más agarrado y si lo hacemos antes de cepillarnos luego con el cepillado vamos a terminar de arrastrar incluso lo más pequeño.” Felices refuerza su importancia: “Esas bacterias que se quedan entre los dientes si no lo hacemos, son las que provocan la gingivitis, que es la puerta de entrada de las bacterias a tu corazón.”
A continuación, llega el momento del cepillado, que debe hacerse con un cepillo de cerdas blandas y movimientos suaves. “Ahora sí estamos listos para el cepillado con cepillo de cerdas blandas con movimientos cortos y suaves”, dice Bramsell. “Entonces no vale 'rápido y furioso'”, añade Felices. “Definitivamente no”, concluye ella.
El tercer paso es la limpieza lingual. “Son literalmente diez segundos en dos pasadas que siempre arrastran suciedad”, apunta Felices. Bramsell advierte: “No lo hagas con el cepillo. Daña los filamentos y hace que después no se meta bien entre los dientes.” Y añade que este utensilio “cuesta unos tres euros en la farmacia y te sirve para tres meses.”
Para terminar, recomiendan el uso de colutorio. “El colutorio: enjuágate primero con agua para que el colutorio sea lo último”, indica Bramsell, quien recuerda que es preferible “que sea sin alcohol, que aunque no sea bebido, puede aumentar el riesgo de cáncer en zonas con las que contacta.”
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Felices resume: “Dos minutos de hilo, dos minutos de cepillado y 45 segundos entre el limpiador de lengua y el colutorio. Cinco minutos al día para cuidar tu boca.” Y Bramsell cierra el vídeo con humor: “Y de paso evitarás que tu médico te dé un sermón sobre el corazón.”
Más allá de esta rutina, que puede marcar una gran diferencia, es recomendable acudir de forma periódica a un especialista en salud bucodental. La evaluación profesional es clave para adaptar los cuidados diarios a las necesidades específicas de cada paciente y garantizar una salud oral completa y duradera.
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