Ahorrar no es solo una cuestión de disciplina financiera, también es una herramienta de bienestar. Contar con un colchón económico no solo proporciona seguridad ante imprevistos, sino que también reduce el estrés, mejora la autoestima y permite disfrutar con más libertad del presente. Sin embargo, incorporar el hábito del ahorro de forma constante no siempre es sencillo, especialmente cuando los gastos del día a día parecen inevitables.
En este contexto, una propuesta sencilla y eficaz ha llamado la atención por su planteamiento práctico: ahorrar el equivalente de lo que se gasta. La idea parte de la creadora de contenido conocida como @ahorraconmarta en TikTok, quien sugiere un enfoque alternativo al clásico “pagar a medias” cuando se comparte una vida en pareja. Su truco consiste en que uno de los dos pague la totalidad del plan (una cena, el cine, una escapada), y que el otro ingrese automáticamente ese mismo importe en una cuenta de ahorro común.
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El resultado es doblemente útil: se mantiene el equilibrio económico en la pareja y, al mismo tiempo, se construye un fondo compartido sin esfuerzo añadido. Tal como explica Marta, el objetivo es que cada gasto tenga su reflejo en el ahorro: si uno paga, el otro guarda esa misma cantidad.
Lo más interesante es que el sistema también puede aplicarse de forma individual. Si no tienes pareja, puedes replicar el método contigo mismo. Basta con ingresar en tu cuenta de ahorro personal el importe de cada gasto no esencial que hagas: una cena por 12 euros, una camiseta por 20, un taxi por 9… y así sucesivamente. El objetivo es crear una conciencia clara de consumo y generar ahorro sin necesidad de grandes sacrificios.
También se puede usar esta técnica en solitario. (Pexels / Kaboompics)
Más allá del impacto económico, esta estrategia propone un enfoque de consumo más consciente. En lugar de privarse, se trata de equilibrar el placer inmediato con la previsión futura. Una fórmula sencilla que pone el foco no en gastar menos, sino en ahorrar mejor.
Ahorrar no es solo una cuestión de disciplina financiera, también es una herramienta de bienestar. Contar con un colchón económico no solo proporciona seguridad ante imprevistos, sino que también reduce el estrés, mejora la autoestima y permite disfrutar con más libertad del presente. Sin embargo, incorporar el hábito del ahorro de forma constante no siempre es sencillo, especialmente cuando los gastos del día a día parecen inevitables.