Este hábito de 3 minutos reduce el bajón postvacacional y te llena de energía para volver al trabajo

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Volver al trabajo después de un periodo de descanso puede generar una sensación de apatía, falta de concentración o desánimo. Para combatir este bajón postvacacional, los expertos en psicología han identificado un hábito simple y eficaz que apenas requiere tiempo: dedicar solo tres minutos al día a un ejercicio de visualización positiva.

Este gesto, que ha demostrado tener efectos directos sobre el estado de ánimo, consiste en imaginar con detalle cómo será un buen día. No se trata de una fantasía irreal, sino de visualizar situaciones cotidianas como una reunión que sale bien, una comida agradable o una tarde tranquila para activar una actitud mental positiva desde primera hora.

Según los psicólogos, esta práctica activa zonas del cerebro vinculadas a la motivación, el enfoque y el bienestar emocional. Al imaginar de forma consciente resultados positivos, el cerebro interpreta esas imágenes como experiencias reales, generando una respuesta emocional beneficiosa incluso antes de empezar el día.

Este hábito ayuda a reducir el estrés, mejora la concentración y permite comenzar la jornada con una sensación de control, algo clave tras las vacaciones, cuando muchas personas sienten que han perdido el ritmo habitual.

El mejor momento para realizar este ejercicio es justo después de despertarse, antes de mirar el móvil o entrar en contacto con estímulos externos. Se recomienda hacerlo sentado o incluso tumbado, con los ojos cerrados, respirando profundamente y enfocándose en imágenes mentales de situaciones agradables y realistas.

Además de aliviar la ansiedad que suele acompañar la vuelta al trabajo, esta técnica refuerza la autoestima y puede convertirse en una herramienta diaria para afrontar retos laborales o personales con otra perspectiva. Como destacan los especialistas en salud mental, no es necesario hacer grandes cambios: a veces, lo más sencillo es lo que más transforma.