Según los expertos, este es el yogur más saludable para tomar a diario (y no es el griego)
No todos los yogures son iguales: su composición, el tipo de fermento y la cantidad de grasa determinan si son adecuados para el consumo diario o solo ocasional
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El yogur es uno de los alimentos más presentes en la dieta mediterránea. Rico en proteínas, calcio y fermentos beneficiosos, se considera un básico de la alimentación equilibrada. Sin embargo, no todos los yogures son iguales: la variedad, el contenido de azúcar o el tipo de grasa que contienen pueden marcar la diferencia entre un consumo saludable y otro más puntual.
En los últimos años, el yogur griego se ha convertido en uno de los favoritos por su textura cremosa y sabor intenso. No obstante, los expertos recuerdan que no es la mejor opción para el día a día. Tal y como explica en Instagram la farmacéutica y experta en nutrición Boticaria García, “el yogur estilo griego es una buena alternativa, pero debido a su perfil nutricional y mayor contenido en grasa conviene reservarlo para un consumo más puntual”. En cambio, el yogur natural tradicional sigue siendo la mejor elección para un consumo diario equilibrado.
La diferencia entre ambos está en su proceso de elaboración. Mientras que el griego se somete a un filtrado que elimina parte del suero, concentrando las proteínas y las grasas, el yogur natural mantiene una proporción más ligera. Este detalle lo convierte en una opción menos calórica y con un perfil nutricional más equilibrado, ideal para desayunos o meriendas frecuentes, según detalla la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Boticaria García resume esta elección con la llamada “regla 3-4-3”, que indica que el yogur más saludable es aquel que contiene aproximadamente un 3 % de grasa, un 4 % de azúcar (procedente de la lactosa natural del propio yogur) y un 3 % de proteína.
Además, los especialistas en nutrición recomiendan evitar los yogures con sabores añadidos, fruta azucarada o ingredientes artificiales. Lo ideal es optar por un yogur natural sin azúcares añadidos y, si se desea, endulzarlo con frutas frescas o un poco de canela. Así se mantiene su valor nutricional sin aumentar el aporte calórico.
En definitiva, el yogur natural sigue siendo el mejor aliado de una dieta saludable y equilibrada. Su versatilidad permite combinarlo con avena, frutos secos o miel, y su consumo habitual contribuye a mejorar la microbiota intestinal. Una elección sencilla que, según los expertos, puede marcar la diferencia en la salud a largo plazo.
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