La abuela de la Reina Letizia apuesta por las células madre para afrontar los noventa años

Menchu Álvarez, abuela de la Reina y bisabuela de la princesa de Asturias, ha cumplido este mes de enero 89 años y está mejor que nunca. La que ha sido como una segunda madre para Letizia goza de una excelente salud a punto de convertirse en una nonagenaria. Reside en su casa de Sardéu, una aldeíta muy cerca de Ribadesella, desde donde contempla las montañas verdes asturianas y el mar Cantábrico y se recupera día a día de la intervención de cadera que se realizó hace unos meses en la clínica Quirón de Marbella con células madre.

El doctor Mariano Corzo, que fue el artífice de la intervención, informa a Vanitatis entre sonrisas que “quedó como nueva. Menchu es muy fuerte y la operación que le realizamos el pasado año le ha dado carrete para mucho tiempo. Es una gran amiga de la familia y nos gusta cuidarla”. Antes de realizarse esta intervención, la abuela de la Reina se sometía periódicamente a las terapias con ozono. Este procedimiento, según el traumatólogo Mariano Corzo, “te proporciona bienestar general, dinamismo y energía; normaliza el nivel de tensión y de glucosa, aumenta el metabolismo celular, limpia los radicales libres. Siempre la recomiendo a mis pacientes”.

Amistad con su doctor

A Mariano Corzo, jefe clínico de traumatología y cirugía ortopédica de Marbella, que además dirige la unidad de ozonoterapia intradiscal, le une una gran amistad con la familia paterna de la Reina. De hecho, Menchu Álvarez pasa temporadas en un apartamento al lado de ellos, en pleno paseo marítimo de Marbella. Cuando está en la ciudad costasoleña se puede ver a doña Menchu desde primeras horas de la mañana paseando con su perro. Su doctor y amigo le ha recomendado buenas caminatas para que active su sistema motor. Y en Sardéu, siempre que puede, ella se reactiva de esa manera.

Menchu presume de no aburrirse nunca. Desde la muerte de su marido, José Luis Ortiz Velasco, representante de la firma Olivetti, que falleció en 2005 a los 82 años, ella se reinventó. Su vida no se ha parado. La abuela de Letizia es una jubilada muy activa y aunque cesó su profesión con 63 años para cuidar a doña Plácida, su madre, ella siempre estuvo conectada al mundo del periodismo. Ahora según nos cuenta a este medio su hija Henar, tiene su propio ipad con el que interactúa a la perfección y sigue conduciendo un diminuto Renault Clio que la lleva a todos los sitios. En Ribadesella participa en una tertulia, formada por un grupo de amigos de todas las edades que se juntan habitualmente para debatir actualidad. La tertulia 'El garabato' es parte de su vida. Allí ocho mujeres de distintas edades y procedencias distintas entrevistan a personajes para debatir temas interesantes de todo tipo con una excepción, nada de política. Allí sus compañeras le cantaron el cumpleaños feliz.

Precisamente en último aniversario doña Menchu no ha pedido demasiadas cosas, pero sí una muy especial: recibir la visita de su nieta y de sus bisnietas, Leonor y Sofía, en Covandonga. Uno de sus sueños es ese: "Un regalo precioso sería que vinieran Letizia y Felipe como reyes a Covadonga, porque estuvieron al poco de anunciarse su compromiso”. Su hija Henar Ortiz nos comentaba a Vanitatis que “ella es muy religiosa y es verdad que estaría muy contenta de que se produjese esa visita. Allí estaría ella para recibirlos con mucha ilusión”.

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