Total black: el manual definitivo para vestir de negro con estilo (y no parecer Raphael)

Sobriedad, elegancia, distinción. Tres palabras y, a su vez, tres sinónimos aptos para definir al negro. Al color. En numerosas ocasiones su falta total de luz se ha asociado al poder, a la seducción. Una tonalidad que nunca ha de faltar en el ropero de todo buen 'dandy'. Firmas como Givenchy, Dior o Tom Ford se han erigido como los mayores custodios de este 'santo grial' estilístico para el hombre. Y nunca defraudan. Temporada tras temporada. Incluido este otoño-invierno.

Aunque con matices, el negro se ha erigido como uno de los mayores comodines a la hora de vestir de forma correcta y elegante. Desplazar por un momento los clásicos marrones, grises o azules marino puede ser un (acertado) primer paso a la hora de adentrarse en el universo del 'total black' (negro total). Una elección a la hora de vestir donde hasta los complementos suponen pocos riesgos: es fácil confiar en el mismo color para guantes, pashminas, carteras o mochilas.

Y la elección siempre garantiza el triunfo tanto en reuniones formales como en una tarde de 'afterwork' con amigos o compañeros de trabajo. Está claro que la tendencia se mantiene. Para fanáticos o no de la ropa oscura, Vanitatis elabora el manual de prendas definitivo apto para cualquier tipo de circunstancia: puede ser la mejor opción para un 'casual friday' en la oficina o como combinación perfecta y sobria para tu (gran) noche de fiesta que exija etiqueta sin parecer Raphael.

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A la oficina, en moto

Una apuesta desenfadada aunque con un punto de sofisticación apta para quienes suelen acudir a trabajar en moto. Un portafolios ligero y elegante se convertirá en la 'pieza angular' de un estilismo donde la gama tonal de negros varía más bien poco.

Jersey de H&M, gafas de sol de Dior, pantalón de H.E. by Mango, portafolios de Loewe, chaqueta con cuello desmontable de 'mouton' de Sandro, botín Chelsea de Zara y reloj de Komono.

Rebelde con causa

Si el actor James Dean levantara la cabeza, casi con toda seguridad se inspiraría en este estilismo para algunas de sus escenas en la celebérrima película 'Rebelde sin causa' de Nicholas Ray. Esta combinación resulta perfecta para quienes suelen patearse la ciudad durante su jornada laboral. ¿El complemento estrella? La mochilla. En ella es posible llevar desde blocs de notas, 'tablets' e incluso un termo para el café.

Chaqueta de inspiración vaquera de The Kooples, pantalón vaquero (efecto piedra) de Hugo Boss, camisa 'slim fit' de Zara, cartera de Satchel, botín de COS y cinturón de Comme Des Garçons.

Un chico con suerte

No todas las empresas permiten combinaciones tan extremas: mezclar dos piezas con aire chandalero completadas con un par de zapatos es un riesgo que muy pocos pueden correr. A nivel estético y laboral. Aunque todo es posible. Nada como combinar con tino diferentes tejidos y texturas que encajen dentro de una misma gama de negros. El golpe de efecto está más que garantizado y puede convertirse en un estilismo apto para emprender una escapada de fin de semana.

Abrigo de Marni, pantalón de Les Hommes, sudadera de CMMN SWDN, zapatos de Dior, reloj de Scalpers y mochila de Saint Laurent.

'Work in progress'

Reinterpretar la tradición sartorial en una jornada de oficina es posible gracias a la combinación de diferentes tejidos, patrones y texturas. Incluso si, hasta en el encorsetado 'total black', se concede una mínima nota de color blanco. Un estilismo apto para 'gentlemen' distinguidos capaces de quitarse la corbata después del trabajo sin restar ni un ápice de elegancia a su elección estilística.

Pantalón de Tommy Hilfiger, americana de doble botonadura con cinturón de Avellaneda, camisa con cuello italiano de Hackett, corbatín con motivo de abeja de Dior, zapatos 'double monk strap' de Hugo Boss y maletín de Burberry.

La gran noche

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, se comienzan a suceder cenas y eventos donde la etiqueta manda. Pasar desapercibido con una gama de negros así es posible. Como también lo es dejar cierto poso estético entre los asistentes a ese tipo de actos. La capa ha vuelto. Con una revisión sublime. Ligera pero muy funcional. Al igual que el esmoquin. Que se adapta a la silueta dejando tras de sí un rastro de sofisticación y buen gusto.

Camisa de Saint Laurent, pajarita de Kingsman, esmoquin de Mansolutely, zapato de charol de Hugo Boss y capa de Avellaneda.