Cristina Cifuentes: “Aún tengo pesadillas con el accidente”

La delegada del Gobierno enMadrid, Cristina Cifuentes(Madrid, 50años), no tiene problemas a la hora de hablar de temas que no tienen que ver con la política y sí con aspectos más relacionados con su vida personal. La responsable de Seguridad mantuvo un almuerzo con Vanitatisen el restaurante Lucio y habló del "cambio radical" que ha provocado en ella el reciente accidente de moto que casi le cuesta la vida. Tambiénde cómo afronta los insultosanónimos en las redes sociales, de la relación con sus hijos y su marido y de cuándo decidió que la coleta formaba parte de su estilismo de trabajo. Con sentido del humor explica que ella la puso de moda antes que el líder de Podemos, Pablo Iglesias. A pesar de parecer una mujer seria, estrictay conservadora, lleva cinco tatuajes discretos y cada uno tiene que ver con un momento importante de su vida. Dos soles en los tobillos representan el nacimiento de sus dos hijos.Respecto a su posible candidatura a la Alcaldía de Madrid, es políticamente correcta y dice no estar “en una carrera de sucesiones". Con Esperanza Aguirre asegura tener una relación de amistad y sobre Mariano Rajoy sus comentarios son políticamente correctos: “Gracias a él España no tuvo que ser rescatada y ahora se va viendo la luz al final del túnel”.

PREGUNTA: ¿Cómo se encuentra después de estar entre la vida y la muerte?

RESPUESTA: Aún tengo secuelas físicas y a veces tengo pesadillas con el accidente y creo que aún estoy en la UVI. Me decían que no era posible que tuviera recuerdos del tiempo que estuve en coma y yo los tengo totalmente nítidos. Es curioso, porque me encontraba como si fuera otra realidad. Estaba en el hospitaly los profesionales que me atendían eran todos japoneses. No tengo ni idea de por qué tenía esa visión. Fue durísima la UVI porque sientes, notas y vives el sufrimiento.

P: ¿Ha cambiado su carácter tras este duro proceso?

R: Mi carácter y todo lo demás. No somos conscientes de que nuestra vida no es nuestra, que estamos siempre al borde de estar y no estar. Nadie daba un duro por mi vida en los primeros momentos. Soy una privilegiada. El destino no está en nuestras manos. Ahora vivo con más intensidad los afectos y el día a día. Me preocupo por cosas realmente importantes y considero que lo que no puede ser, no puede ser y, por lo tanto, no le doy más vueltas.

P: Cuando tuvo el accidente,mientras estaba en la UVI,algunos comentarios en Twitter fueron tremendos. Algunos se alegraban y otros decían que estaría mejor muerta...

R:Me enteré después, pero también está el reverso. La respuesta de personas anónimas fue impresionante. Dejaban notas en el hospital, mandaban flores, llamaban por teléfono a la Delegación, mensajes de ánimo… Una cosa por otra. En algunos mensajes de Twitterme insultan de una manera impresionante. Puta era lo más suave. ¿Que qué hago? Pues al principio me lo tomaba muy mal y ahora me río. Hay algunos que están localizados, pero tampoco tengo mayor interés en ellos. Lo único denunciable son las amenazas de muerte.

P:Cambiando de tercio,¿qué va a hacer este verano?

R: Van a ser unas vacaciones cortas. Me voy unos días al pueblo, donde pasan el verano mis padres. Un sitio muy bonito. Mis hermanos y yo nos combinamos para cuidar a mi padre, que tiene alzhéimer. Después, fines de semana largos con mi marido y mis hijos.

R: Como pueden. Mis hijos han nacido estando ya en política y, como cualquier mujer trabajadora, he tenido que hacer malabares para que me diera tiempo a todo. Yami marido, que llevamos muchos años juntos, no le ha beneficiado en absoluto, sino todo lo contrario. Quizá lo peor para ellos sea la violencia de gente que desconoce lo que es la tolerancia. He tenido problemas para entrar en mi casa porque me estaban esperando para insultarme. En una ocasión que iba sola pasé realmente miedo porque de pronto me encontré con un grupo numerosísimo que me seguía llamándome de todo. Hay cosas que van en el cargo,pero otras no. Esa agresividad desmedida es terrible.

P: ¿Cuida mucho su aspecto físico?

R: Lo normal. Yo tengo mi uniforme de trabajo y procuro que no sea llamativo. Nunca me verá con trajes ceñidos ni tirantes ni escotes pronunciados.

P: ¿Y su coleta? Usted y Pablo Iglesias (Podemos) la han puesto de moda...

R: También es estilismo laboral (risas). Es muy cómodo llevar el pelo recogido. Por cierto, yo la llevo antes que Iglesias.

P: ¿Nunca se suelta la melena?

R: En el sentido estricto de la palabra, sí. En el figurado, no. A estas alturas, con50 años, no tengo muchas ganas.

P: Parece muy tradicional, y en cambio lleva varios tatuajes...

R: Sí,tengo cinco y todos tienen que ver con momentos importantes de mi vida. Por ejemplo, los dos soles que llevo en los tobillos me los hice cuando nacieron mis hijos.

P: Hablando de momentos importantes,¿cómo vivió la abdicación del Rey?

R: Lo viví desde dentro, desde la cocina. A lo mejor no se lo va a creer: me enteré el mismo día que la gran mayoría de los españoles. No debió ser una decisión fácil para Don Juan Carlos. Encontrar el momento era difícil. La Casa Real y la institución han sufrido duros golpes. La imputación de la infanta Cristina y Urdangarin ha provocado un deterioro importante. El nuevo rey no está implicado en ningún asunto y, por lo tanto, los ciudadanos deben darle todo el apoyo.

P: ¿Y qué opina de la reina Letizia?

R:He coincidido en muchas ocasiones con ella. Tiene una visión diferente de la vida al proceder de un ámbito laboral, familiary social distinto. Viene con un bagaje más pegado a la realidad y eso es positivo. Personalmente tengo un concepto muy bueno de Doña Letizia. Siempre ha sido muy cariñosa conmigo.