Paloma Segrelles y Carmen Lomana se apuntan a la moda de los 'no cortesanos'

Carmen Lomana y su tímido novio, el periodista Ángel Casaña, decidían desafiar al frío de Madrid este miércoles para apoyar a Pilar Eyre en la presentación de su polémico libro, La soledad de la reina, cuyo maestro de ceremonias era otro reconocido crítico con los cortesanos de Zarzuela: Jaime Peñafiel.

La televisiva reina del glamour se permitió llegar tarde a la Casa del Libro para rápidamente convertirse en la atracción mediática del momento. Su pareja, mientras tanto, permanecía en un segundo plano debido a su reconocida aversión a que le fotografíen. "Fue precisamente por eso por lo que puse las fotos de los dos en Twitter", confesaba la exdirectora del programa Las joyas de la corona en conversación con Vanitatis, "para que nos dejaran tranquilos. Claro que lo hice sin saber que esas fotos se podían coger libremente. Y al día siguiente me las encontré en todos los medios", señalaba mientras se afanaba en hacerse con un ejemplar del libro.

Ataviada con unos vaqueros y un jersey anudado al cuello, Lomana quiso que Eyre le firmara su novela, que ya va por la cuarta edición tras vender 50.000 ejemplares. "Has estado estupenda", le señaló al tiempo que hacía una seña a su chico para que se acercara e hiciera lo propio. Al otro lado de la sala, Paloma Segrelles madre, Liberto López de la Franca y los periodistas Antonio Montero, Karmele Marchante, Pepa Jiménez, César Heinrich y Carlos Ferrando, que esa tarde habían decidido unirse al club de los no cortesanos, esperaban pacientemente su turno.

"Si esto le pilla al príncipe siendo ya rey, se acaba la monarquía"

A quien sí echó de menos la autora del libro, muy emocionada durante la presentación, fue al todavía jefe de relaciones con los medios de Casa Real, Ramón Iribarren, a quien Eyre había invitado personalmente. "Tengo una relación estupenda con él. Lo quiero mucho y conmigo siempre se ha portado muy bien. Espero que su destitución no se deba a las declaraciones que me hizo hace una semana acerca de que Zarzuela no tenía nada que ver con el veto a mi libro, ya que los reyes respetaban mucho mi trabajo. La verdad es que me ha sabido fatal su destitución", confesaba a este medio.

Precisamente, ni Eyre ni Jaime Peñafiel quisieron dejar pasar la oportundidad de opinar sobre el nuevo sustituto de Iribarren. "Creo que el nuevo jefe de relaciones con los medios tendría que ser una persona más joven para que entendiera cómo son las generaciones futuras y se adecuara a los reyes del siglo XXI. Yo no entiendo cómo un señor que tiene la edad de don Juan Carlos puede organizar la Casa Real del futuro. En mi opinión, tendrían que rejuvenecer el organigrama", señalaba Eyre, quien estuvo acompañada por su hijo, sus hermanas y algunas de sus primas.

"Me ha sorprendido mucho la elección", espetaba por su parte Peñafiel. "¿Por qué han elegido a un periodista especializado en economía como es Javier Ayuso? Porque el problema que tiene Zarzuela ahora mismo no es económico, es otro tipo de problema. Y el nuevo jefe de relaciones con los medios, ¿de qué se va a encargar?", añadía antes de lamentarse también por la destitución de Iribarren.

"Ramón no ha sido un mal jefe de prensa, lo que pasa es que Urdangarín se lo ha llevado por delante, como se va a llevar por delante a todos. Ya está haciendo mucho daño a la Institución, no la prensa, sino Iñaki Urdangarín. Al anterior jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, también se lo llevó, le estalló en las manos. Y yo te digo que si este tema le hubiera pillado al príncipe Felipe siendo ya rey, se acaba la monarquía, porque don Juan Carlos afortunadamente tiene mucho prestigio", sentenciaba el periodista.