La soledad de la Reina Sofía en Mallorca

Durante casi dos semanas, la Reina ha disfrutado de sus ocho nietos y se ha hecho cargo de que su estancia en el Palacio de Marivent fuera lo más normal posible. Allí, incluso, permitió por primera vez que sus nietos invitaran a merendar a varios amigos de la Escuela Nacional de Vela de Calanova, donde los hijos de las infantas Elena y Cristina realizaban un curso.

Aunque menos, también disfrutó de las pequeñas Leonor y Sofía, con las que salió a navegar en la lancha Somni como despedida, ya que las infantas regresarían a casa el pasado viernes para viajar ese mismo sábado a Zurich con la princesa de Asturias en el vuelo LX2027 de la compañía Swiss Air.

Sin embargo, tras la marcha de todos ellos,la Reina Sofía ha vuelto esta semanaa larealidad. Y es que doña Sofía afronta ahora su agosto más solitario en Marivent.Sin la compañía del Rey, que continúa centrado en la rehabilitación de su caderay que ha reducido a tres días su presencia en la isla,los asesores de doña Sofía han elaborado una agenda con varias actos oficialeshasta que ella vuelva a Zarzuela, previsiblemente a finales de este mes.

La Reina siempre ha sido el nexo que ha unido a toda la familia

Así, y desde que está sola en la isla, la Reina ha dado comienzo a dicha agenda desde el pasado lunes con una visita a la sede que Cáritas tiene en Mallorca. Allí, Sofía conoció de cerca el equipo de coordinadores y voluntarios que forman el equipo y se interesó por los diferentes cursos y talleres. Además, se saltó el protocolo y atendió todas las peticiones de los asistentes que querían fotografiarse con ella saludándoles personalmente.

Doña Sofía este lunes en la sede de Cáritas en Mallorca

La difícil situación de la Reina

Siempre elemento conector en las relaciones familiares, la Reina ha interpuesto en algunas ocasiones los intereses familiares a los institucionales. El ejemplo más claro han sido sus viajes a Washington, donde visitó a los duques de Palma antes de las navidades de 2011 y ya en abril de 2012, en plena vorágine del caso Nóos, para celebrar el décimo cumpleaños de Miguel, el tercer hijo de la infanta Cristina. A pesar de ello, la Reina es la única del organigrama real que no baja en las encuestas mientras que la imagen del resto de miembros cada vez está más deteriorada.

Sin embargo, su apoyo a Iñaki Urdangarin y las compras navideñas de la pasada Navidad en Londres -donde se gastó1.300 euros en Loewe en tan solo 15 minutos-en plena crisis económica nublaron el buen hacer de doña Sofía que no entendía cómo habían podido llegar a publicarse facturas sobre los regalos que adquirió en la capital británica.

A pesar de que el enemigo suele estar muchas veces fuera de casa, esta vez, con el objetivo de rebajar su popularidad de cara a la opinión pública, parece que está dentro. Ahora más que nunca.