Sonsoles Ónega, Ana Prieto e Inma Aguilar: las ‘best friends’ de la Reina Letizia
Este sábado Doña Letizia salía con unas amigas por el centro de Madrid. Se trata de las mismas amigas que conoció en CNN+ y que conserva a lo largo de los años, pese a su radical cambio de vida
Barrio de Malasaña. Sábado. Once de la noche. Los viandantes de la calle de La Palma en Madrid no dan crédito a que dos de las personas con las que se cruzan en plena noche son los Reyes de España. No van solos. Junto a ellos camina un grupo de amigas, las conocidas como “escuderas” de Doña Letizia, esas que la entonces periodista conoció en su época de CNN+ y a las que debe una lealtad jamás conocida. El numeroso grupo sale de La Pastelería, un popular local de la capital en el que se celebran eventos y en el que decidieron reunirse esta vez para charlar animadamente.
Hacía tiempo que la Reina no se dejaba ver en compañía de sus best friends. Lo considera una actividad perteneciente a su vida privada y con esta, Letizia es especialmente celosa. En esta ocasión estaban Sonsoles Ónega –que iba acompañada por su marido, Carlos Pardo–, Ana Prieto e Inma Aguilar. Las cuatro amigas coincidieron en su paso por la CNN+ y desde entonces han procurado preservar una amistad a prueba de príncipes.
Ellas guardaron fielmente el secreto más oculto de Letizia allá por 2003 y ellas siguen siendo quienes protegen la intimidad de la Reina a día de hoy. No hace ni tres meses que Sonsoles Ónega, actual corresponsal parlamentaria de Telecinco, publicaba libro y con su promoción se exponía a las preguntas de aquellos periodistas que como portavoces del pueblo preguntaban a la reportera la cuestión más morbosa: su relación con Doña Letizia. “Seguimos manteniendo contacto”, acertaba a decir a Vanitatis, mientras su actitud esquiva con este tipo de preguntas se hacía evidente.
Pero es obvio que la relación de Ónega y la consorte va mucho más allá del “contacto”. Sonsoles fue testigo de la boda de su amiga con el entonces Príncipe y ese detalle solo se concede a personas verdaderamente especiales. Aquella responsabilidad en la boda real la reportera de Telecinco la compartió con otras dos “escuderas” de Letizia: Cristina Palacios, perteneciente de la adinerada saga de Bodegas Palacios, y Mar Peiteado, su principal asesora de belleza debido a su trabajo como periodista especialista en tendencias.
El resto de amigas de la Reina
Este sábado, junto a Ónega y Letizia, también estuvieron Ana Prieto e Inma Aguilar, quienes pese a no ser testigos en la boda real, también ocupan un lugar predominante en el círculo de amistades de la Reina. Ana trabaja como jefa de comunicación de la Editorial SM e Inma es la jefa de prensa en el Senado del grupo ENTESA.
Pero para completar el círculo de mejores amigas de Doña Letizia quedan algunos nombres que, sin embargo, no pudieron acudir este fin de semana a la cita. Se trata de Almudena Bermejo, Esther Jaén, Sagrario Ruiz de Apodaca y María Oña, quienes también forman parte de ese grupo que desde hace más de una década respeta las directrices marcadas por la consorte: discreción, silencio y lealtad.
Almudena es la mayor de la pandilla, 56 años, y fue la encargada de reunirlas a todas el pasado mes de febrero cuando contrajo matrimonio con un inspector de Hacienda. A la boda no se esperaba la llegada de Letizia, pero ella, en una muestra del agradecimiento que siente hacia quienes nunca la han fallado, acudió por sorpresa al enlace.
Esther Jaén, tertuliana de varios programas de televisión, Sagrario Ruiz de Apodaca, actual corresponsal de RNE en Roma y esposa de Lorenzo Milá, y María Oña son quienes completan la pandilla de la Reina. Precisamente ha sido esta última, Oña, la que más ligeramente se ha saltado una de las pautas de la asturiana, la del silencio, y en 2011 declaró a El Mundo cómo Letizia guardó el secreto de su compromiso con Don Felipe a pesar de los rumores. “Yo le dije: ‘Letizia, no me lo puedes negar, sé quién es él’ y ella respondió: ‘Mari, por favor, tú di que se llama Juan y que es diplomático”.
A estas alturas aquella licencia ya estará olvidada para Letizia y el resto de sus amigas. Esas que tienen como premisa a seguir una frase de Sonsoles Ónega: “Al final siempre lo que queda es la amistad”.
Barrio de Malasaña. Sábado. Once de la noche. Los viandantes de la calle de La Palma en Madrid no dan crédito a que dos de las personas con las que se cruzan en plena noche son los Reyes de España. No van solos. Junto a ellos camina un grupo de amigas, las conocidas como “escuderas” de Doña Letizia, esas que la entonces periodista conoció en su época de CNN+ y a las que debe una lealtad jamás conocida. El numeroso grupo sale de La Pastelería, un popular local de la capital en el que se celebran eventos y en el que decidieron reunirse esta vez para charlar animadamente.