La difunta Fabiola de Bélgica sigue teniendo empleados contratados

Un año después de su fallecimiento, se ha hecho públicoque la reina Fabiola de Bélgica tiene aún personal a su servicio a pesar de estar muerta. Tal como puede verse en los documentos dela Seguridad Social belga consultados por el diario 'La Libre Belgique', entre cinco y nueve personas siguen trabajando en el palacio de Stuyvenberg, la residencia de Fabiolade Mora y Aragón en la que vivió junto a su esposoBalduino y en la que falleció el 5 de diciembre de 2014 a los 86 años de edad. Lapresencia de ese personal está ligada a la liquidación de la herencia de la reina, que "en estos momentos sigue en curso, aunque está previsto que concluya en cuestión de semanas".

De momento, no se ha especificado casi nada sobre cómo ha quedado el asunto de la herencia de Fabiola, tan solo que elpalacio de Stuyvenberg volverá a pertenecer al patrimonio de la Corona belga.Tras su muerte, y cumpliendo con la última voluntad de la española, se dijo quela herencia de la reinahabía sido donada a los más desfavorecidosa través de la fundación Obras de la Reina.Semanas después de su fallecimiento, fuentes cercanas a la casa real belga aseguraron que todo el patrimonio y las pertenencias de la reina ya habían sido donados a la beneficencia, algo que no es cierto, pues acaban de explicar que hay personas contratadas para organizar el tema.

Una polémica herencia

La última voluntad de Fabiola fue quetodo lo suyo debía ir a parar a los que más lo necesitan y sedespojó de todos sus bienes materiales. Sin embargo, no todo fue para los pobres. Y es que, tal como aseguran varios medios belgas, los miembros dela familia real se habrían quedado con un 'cachito' de ese patrimonio de la 'tía Fabiola'. Se desconoce a cuánto asciende la parte que los 'royals' belgas se habrían embolsado, ya que no se tiene constancia del patrimonio total de la española, aunque se ha especulado con que podría rondar los 10 millones de euros.

Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que, aunque la reina dijo que “todas mis pertenencias serán donadas”, las joyas que poseía han pasado a formar parte de las joyasde la Corona y ahora serán lucidas por las damas de la familia. Este es el caso de la tiara Wolfers, una joya que Fabiola recibió como regalo de bodas por parte de la industria de diamantes de Amberes. Esta alhaja fue una de las más utilizadas por la reina Fabiola durante su juventud y, al ser un regalo personal, ninguna otra dama de la familia real la había utilizado hasta su muerte. En octubre de este mismo año,la reina Matildelució la joya enuna cena de gala en Poloniaconfirmando así que no todo era para los pobres.

Otro de los asuntos que no acaban de encajar sobre la herencia de Fabiola es la creación, en 2013, de una fundación llamada Fons Pereos. Dicha fundación fue creada por la propia reina para que sus sobrinos reales, el rey Felipe, la princesa Astrid y el príncipe Laurent,pudieran esquivar el 70% de gravamen presente en la legislación belgacuando no existen descendientes directos. Una de las cuestiones que muchos se plantean ahora es ¿para qué crear esa fundación con intención de 'engañar' al Gobiernosi después iba a ir todo destinado a la beneficencia? Algo no acaba de cuadrar en la casa real belga.

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