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Hussein de Jordania y el rey Juan Carlos, historia de una amistad (gamberra)
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FAMILIA REAL JORDANA

Hussein de Jordania y el rey Juan Carlos, historia de una amistad (gamberra)

Mañana se cumplen 20 años de la muerte de uno de los monarcas más carismáticos del siglo XX. Mantuvo con el Rey una relación fraternal salpicada de episodios y anécdotas que ahora contamos

Foto: El rey Juan Carlos y Hussein de Jordania. (Reuters)
El rey Juan Carlos y Hussein de Jordania. (Reuters)

El rey Hussein fue enterrado en el cementerio familiar hachemí de la mezquita del palacio de Raghadan, al lado de su padre Talal y de su abuelo Abdalá, sus dos predecesores en el trono de Jordania. Según cuentan las crónicas de entonces, los restos mortales del monarca, fallecido un día antes, fueron envueltos en un simple sudario blanco, como establecen los preceptos islámicos, y luego introducidos directamente en la tierra, mientras un mufti recitaba versículos del Corán. Detrás, el nuevo rey, Abdalá de Jordania, y el resto de los varones de la familia. Por las calles de Amán, cientos de miles de personas siguieron el paso de la comitiva fúnebre con lágrimas en los ojos. Era un rey muy querido.

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Entre los dirigentes desplazados para despedir al monarca se encontraba una nutrida representación internacional: el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton; el presidente ruso, Boris Yeltsin; el presidente de Egipto, Hosni Mubarak; el primer ministro israelí, Benhamin Netanyahu; el presidente francés, Jacques Chirac; el canciller alemán, Gerhard Schroeder; el príncipe heredero de Arabia Saudí, Abdalá; Yaser Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y el presidente sirio, que dejó de lado las entonces tensas relaciones con Jordania por el proceso de paz en Oriente Medio para asistir a las exequias de Hussein. Entre todos ellos, había un mandatario que sentía especialmente la muerte del emblemático beduino. El rey Juan Carlos, acompañado por el príncipe Felipe, contenía la emoción acordándose de tantos años de complicidad no siempre pública.

placeholder El rey Juan Carlos y el entonces príncipe Felipe, en el funeral de Hussein en Amán.  (Reuters)
El rey Juan Carlos y el entonces príncipe Felipe, en el funeral de Hussein en Amán. (Reuters)

Rebeca Quintans, en su libro 'Juan Carlos I: la biografía sin silencios', afirma que fueron Constantino de Grecia y Simeón de Bulgaria quienes introdujeron al entonces Príncipe de España en el círculo del rey hachemita. "También en los dulces veranos de Mallorca fructificó la amistad con Simeón de Bulgaria, otro buen amigo con sangre real aunque sin reino, quien ha actuado muchas veces de intermediario o embajador personal de Juan Carlos ante otros reyes como Hassan de Marruecos, amigo personal suyo, o Hussein de Jordania". La verdad es que el soberano jordano era generosísimo con las casas reales europeas. Según cuenta Quintans, en 1977 se llevó a toda la familia real griega de visita a Disneylandia.

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No muy alto, con una sonrisa seductora, políglota, hombre de mundo, Hussein de Jordania desplegaba su encanto personal no solo con las mujeres (se casó cuatro veces), sino también con el resto de las familias reales. Junto al príncipe Rainiero de Mónaco y el general Pinochet, fue de los primeros en llegar a las Cortes para presenciar la proclamación de su amigo Juan Carlos como Rey de España, en noviembre de 1975.

En realidad, además de la sintonía personal que pudiera haber, lo de Hussein era pura inteligencia política. Jaime Peñafiel ha relatado desde las páginas de 'El Mundo' un elocuente ejemplo de ello: "Don Juan Carlos y doña Sofía incluyeron Jordania entre los países a visitar en su luna de miel alrededor del mundo, en el año 1962. Por entonces, Hussein llevaba ya reinando 10 años, exactamente, desde el 11 de agosto de 1952. Don Juan Carlos se encontraba, todavía, en la incómoda situación de expectación de destino por voluntad de un general. Pero eso no cambiaba las cosas. En todo momento, Hussein le dio honores y tratamiento de jefe de Estado a pesar de mantener, como mantenía, unas buenísimas relaciones con el general Franco, quien siempre le distinguió con su amistad".

placeholder El rey Hussein con Muna de Jordania y sus hijas, Aisha y Zein, en Londres. (Getty)
El rey Hussein con Muna de Jordania y sus hijas, Aisha y Zein, en Londres. (Getty)

El conocido periodista ha recreado a menudo desde los medios en los que colabora esa época en la que a los Reyes reinantes no les gustaba visitar la España franquista. "Hussein lo hacía con asiduidad. Y eso siempre era de agradecer. Todavía se recuerdan sus viajes a Madrid y sus noches de vino y flamenco, sobre todo en Zambra, muy cerca del hotel Ritz, donde se alojaba". El monarca hachemita también eligió España para la luna de miel de su primer matrimonio y acabó, por idea de Franco, en Las Ventas, en la corrida de la Beneficencia.

La amistad entre el rey Juan Carlos y el rey Hussein se fue cimentando a lo largo de los años, en el plano personal y en el profesional. Simeón de Bulgaria en su autobiografía también abrió la ventana a esa amistad entre don Juan Carlos y Hussein. Ya se sabía que fue el jordano el primer jefe de Estado en llamar al Palacio de la Zarzuela para mostrarle su apoyo tras conocerse que los militares habían tomado el Congreso de los Diputados un 23 de febrero de 1981. Lo que desveló el búlgaro es lo que le dijo exactamente: "Puso a su disposición una unidad especial a fin de apoyar a las fuerzas leales al Rey y al Gobierno". Estaba dispuesto a implicarse hasta el final.

En el año 1989, Hussein, en una muestra más de esa amistad, le regaló a Juan Carlos el chalé que se había construido en Lanzarote, en Costa Teguise. Él solo lo había pisado una vez. La Mareta pasó luego a Patrimonio Nacional.

placeholder Los reyes Noor y Hussein saludan a Juan Carlos y Sofía de España. (Reuters)
Los reyes Noor y Hussein saludan a Juan Carlos y Sofía de España. (Reuters)

Lo que no ha quedado por escrito, aunque sí sucedió, fue la complicidad de ambos monarcas en el ámbito más personal. Años de absoluta libertad por la impunidad mediática. Lo recuerda un cronista de la época: "Recuerdo una vez que se fueron juntos de juerga un fin de semana invernal a un chalé de Sierra Nevada. Se fueron allí en un helicóptero, pilotado por uno de los dos reyes. No recuerdo cuál". Como Juan Carlos, Hussein disfrutaba pilotando aviones y con frecuencia llegaba al país de turno con el conductor oficial sentado en el asiento del copiloto, como ayudante.

Fue precisamente un accidente de helicóptero quien segó la vida de la reina Alia, la mujer más querida de Hussein, en 1977. Los reyes Juan Carlos y Sofía, apenas un mes después de la tragedia, hicieron un viaje oficial a Jordania. El encuentro, a pie de avión, entre los dos soberanos fue "intensamente emotivo", según relató Peñafiel. "Don Juan Carlos se fundió en un fuerte y prolongadísimo abrazo que unió a los dos monarcas y cuya emoción era mutua y visible [...] Resultaba en verdad emocionante ver al rey Hussein, al pie de las escalerillas del avión, recibiendo en solitario a sus amigos los Reyes de España. Y como prueba de la gran amistad que siempre le unió a nuestros Reyes, cuando levantó la copa durante el brindis de bienvenida, en la cena de gala, cargado de emoción, se dirigió a don Juan Carlos y doña Sofía con las siguientes palabras: "Majestad, hermano; Majestad, hermana".

El rey Hussein fue enterrado en el cementerio familiar hachemí de la mezquita del palacio de Raghadan, al lado de su padre Talal y de su abuelo Abdalá, sus dos predecesores en el trono de Jordania. Según cuentan las crónicas de entonces, los restos mortales del monarca, fallecido un día antes, fueron envueltos en un simple sudario blanco, como establecen los preceptos islámicos, y luego introducidos directamente en la tierra, mientras un mufti recitaba versículos del Corán. Detrás, el nuevo rey, Abdalá de Jordania, y el resto de los varones de la familia. Por las calles de Amán, cientos de miles de personas siguieron el paso de la comitiva fúnebre con lágrimas en los ojos. Era un rey muy querido.

Rey Don Juan Carlos Abdalá II